Uno de los lugares que todo viajero que llega a Nueva Zelanda tiene en mente visitar son los glaciares Fox y Franz Josef en la costa oeste de la isla sur, dentro del Parque Nacional Westland Tai Poutini. Dos glaciares que se encuentran a pocos kilómetros de la costa y rodeados de bosque tropical. Esto hace que dichos glaciares sean tan especiales, al encontrarse en un entorno tan particular.
Habíamos leído en algunos foros y blogs que los glaciares estaban desapareciendo y que era poco lo que quedaba de su antigua belleza. No queríamos creerlo, pero tuvimos que reconocer al llegar allí y ver ambos glaciares ( o lo poco que queda de ellos) que se habían quedado cortos. De aquí a unos años, posiblemente ni siquiera existan si sigue el ritmo de destrucción de la capa de hielo.
El casi inexistente glaciar Fox
La carretera que conduce desde el sur hasta el pequeño y tranquilo pueblo de Fox es una de las más hermosas de Nueva Zelanda. Un bosque tropical, repleto de helechos y con el telón de fondo de las montañas nevadas. Parece mentira que en medio de este paisaje y tan cerca de la costa vayamos a encontrar un glaciar.
Desde el pequeño pueblo de Fox hay que recorrer 5 kilómetros hasta el parking desde el que parte la caminata hasta el mirador del glaciar.
Desde el parking hay aproximadamente 1 hora de recorrido ida y vuelta. Al inicio del camino un cartel que indica donde está ese día el mirador y a cuantos metros podrás ver el glaciar. Nosotros nos acercamos a 250 metros del Fox.
El primer tramo es llano y recorre la morrena del glaciar. Luego hay una subida empinada por un camino de piedras en el que conviene no pararse por la posible caída de rocas.
Y una vez en el mirador, nos preguntamos … ¿donde está el glaciar? ¿Nos habremos equivocado de camino?. Porque enfrente de nosotros solo veíamos en la lejanía restos de hielo sucio entre piedras y barro. Nada que ver con los increíbles y espectaculares glaciares de la Patagonia. Ni de lejos se puede comparar la visión del glaciar Perito Moreno o glaciar Grey con estos restos que el calentamiento global acabará destruyendo en muy pocos años.
Según los datos, en la actualidad el Fox mide 13 kilómetros de largo, pero en realidad el viajero que opte por ir hasta el mirador no va a ver nada de eso. La cola del glaciar se ha ido retrayendo de tal manera que ya no queda nada que ver allí. Imagino que en unos pocos años la amplitud del glaciar irá menguando hasta desaparecer.
Hay otras caminatas que parten de un parking más pequeño que hay en la carretera desde el pueblo al glaciar, pero ninguna de ellas se acerca al Fox.
A 5 kilómetros del pueblo, siguiendo la Cook Flat road, hay una caminata muy recomendable alrededor del Lago Matheson, que en días soleados, para los que tengan suerte, permite ver un espectacular paisaje con el monte Cook de fondo.
Nuestra valoración del Fox ★✰✰✰✰
No creemos que merezca la pena la visita al mirador, porque ni el camino es especialmente interesante ni los restos del glaciar merecen el tiempo que supone llegar hasta allí. Como decía un español que bajaba del mirador cuando nosotros subíamos: «vaya fraude». Pero como todo en la vida … hay que ver para opinar.

Glaciar Fox Nueva Zelanda

Vistas desde el mirador del glaciar Fox
El decepcionante glaciar Franz Josef
El tramo de carretera entre los glaciares Fox y Franz Josef merece por si solo llegar hasta aquí. Un espectacular camino rodeado de helechos y bosque cerrado que parece impenetrable. Si tienes suerte de ir en un día despejado podrás ver los montes nevados al fondo (nosotros solo pudimos verlos breves minutos cuando las nubes se abrían un poco), y si viajas en un día nublado y con niebla (como fue nuestro caso) verás el bosque entre brumas y con un ambiente muy especial.
El pueblo de Franz Josef es más grande y turístico que Fox, con todo lo que puede necesitar el viajero, y sobre todo con agencias dedicadas a sobrevolar el glaciar en helicóptero o a caminar sobre el hielo.
Desde el pueblo hay 5 kilómetros al parking desde donde parte la caminata hasta el mirador del glaciar, que lleva unas 2 horas ida y vuelta. El primer tramo es un sendero rodeado de helechos que desemboca en la morrena del glaciar. El valle es más cerrado que el del Fox, y mucho más bonito. Helechos y cascadas te acompañan hasta el final del camino. Luego una subida moderada lleva hasta el mirador.
Desde este punto se ve el frente de lo queda del Franz Josef, que no es mucho, aunque algo más que lo que se ve en el Fox. Es una pena comprobar como ha cambiado el glaciar en muy poco tiempo viendo las fotografías que allí están expuestas. De aquí a unos años, y con ese ritmo de destrucción, posiblemente no quede nada.
Nuestra valoración del glaciar Franz Josef ★★★✰✰
Aunque la visión del glaciar no es espectacular, y cualquier parecido con los glaciares patagónicos es pura coincidencia, creemos que el camino por el valle rodeado de montañas y vegetación hacen que merezca la pena visitarlo si se dispone de tiempo suficiente.

Mirador del glaciar Franz Josef

Camino al glaciar Franz Josef

Camino al glaciar Franz Josef