Los kaluts son unas formaciones de arenisca que como montañas de cima plana, sobresalen en la arena del desierto Lut, o Dasht-e-Lut, al sur de Irán. Pero los kaluts no son unas formaciones aisladas que se agrupan en una pequeña zona del desierto. Ocupan decenas de kilómetros del desierto formando un paisaje compuesto por cañones, montañas de arenisca y dunas de arena de tono ocre perfectamente peinadas por el viento del desierto. Un paisaje único y cautivador que merece la pena ser vivido con tranquilidad, pasando la noche en el desierto. Si viajas al sur de Irán, elige bien la excursión para ir a ver los kaluts del desierto. Ten en cuenta que no todos los tours son iguales como te contamos al final.
Nuestra visita a los kaluts del desierto
Por la mañana nos recogen en Kerman, la ciudad más cercana, aunque está a 140 kilómetros de los kaluts. Nos dirigimos al pueblo de Mahan, a 35 kilómetros y visitamos el jardín Shahzadeh o jardín de Mahan y el mausoleo (Aramgah-e) Shah Nematollah Vali con su bonita cúpula.
Todavía es pronto, ya que no es recomendable permanecer en el desierto durante las horas centrales del día. Y no es ninguna tontería. El desierto Lut en determinadas épocas del año es un horno, con temperaturas registradas superiores a los 65ºC, si has leído bien 65ºC. Nosotros fuimos a finales de octubre y el calor fue soportable, aunque viajábamos en un 4×4 con aire acondicionado y evitamos el mediodía.
Camino de los kaluts, nuestro fantástico guía Amir Moghaddam ([email protected]; teléfono iraní +98 913 198 2482) nos tiene reservadas algunas interesantes paradas. Así vemos el ingenioso sistema de riego y conducción de agua utilizado en una zona tan árida, con un elaborado sistema de conductos subterráneos que transporta el agua acumulada en las montañas hasta unos reservorios con su correspondiente badgirs o torres de ventilación. Accedemos al interior de uno de estos depósitos de agua hoy en desuso, una increíble manera de adaptarse al desierto.
Conforme el desierto se hace más árido, llegamos a la última zona con árboles, los tamarindos. Estos sufridos árboles evitan la progresión del desierto ya que sus raíces y hojas caídas forman una red que retiene la arena formando grandes montículos de arena. Además en las ramas hay unas pequeñas costras blanquecinas utilizadas como dulce, y tras probarlos, doy fe de que son como pequeños terrones de azúcar.
La última parada es Shafiabad, un pueblo donde comemos y vemos el caravanserai-fortaleza con 4 bonitas torres defensivas de adobe formando dibujos geométricos.
Tras comer y habiendo cedido el calor, nos adentramos en el desierto. Llegamos a un punto donde ya hay varios coches y una zona de acampada, el límite al que pueden llegar los vehículos que no se adentran en el desierto.
Nosotros seguimos y recorremos el desierto por entre las dunas, por un paisaje cambiante, con las formas caprichosas de los kaluts y dunas perfectas. Paramos, caminamos por las dunas, admiramos el paisaje, vuelta al coche, nueva parada en otro paisaje espectacular….y así hasta antes del atardecer. Entonces paramos y mientras Amir y sus compañeros montan las tiendas, el fuego y hacen la cena, nosotros disfrutamos del desierto.
El atardecer es espectacular, con el sol poniéndose tras un kalut y la luz naranja resaltando, más si cabe, la belleza del lugar. Tras la cena, y a la luz del fuego, observo los millones de estrellas que hay, con la vía Láctea en medio del cielo sin quererse perder el momento.
La noche tiene una temperatura perfecta, pero a media noche se desata una tormenta de arena. Nuestra tienda de campaña no es de tela, sino de una malla fina para poder ver el cielo estrellado. Amanecemos con los sacos cubiertos de arena. La tormenta persiste y vemos la otra cara del desierto.
Por la mañana y de nuevo en el coche recorremos pausadamente durante más de 2 horas los kaluts. A pesar de la tormenta de arena el espectáculo es asombroso. No paramos de ver paisajes increíbles, que Amir en su profundo conocimiento del desierto sabe buscar perfectamente. Cada poco tiempo, el coche para y bajamos a ver como la arena se mueve al son del viento, entre un paisaje con cientos de kaluts.
Al sentir la fuerza del viento y como la arena araña nuestra piel, entendemos como se formaron los kaluts de desierto. Hace millones de años, aunque parezca increíble, aquí hubo un río en cuyo fondo fueron depositándose sedimentos. El río se secó y con el paso de otros millones de años el suelo sedimentoso fue resquebrajándose. Luego por efecto del fuerte viento de la zona (como pudimos comprobar en nuestras carnes) y del agua de lluvia, las grietas fueron erosionándose y creciendo hasta formar las grandes grietas, canales y cañones que vemos hoy. Los kaluts son las partes de sedimento que no se han erosionado, es decir, nosotros vamos por las grietas que se han formado y que ahora están cubiertas por arena.
Finalmente regresamos a la carretera asfaltada, el límite al que llegan los taxis que van a ver el atardecer, y regresamos a Kerman.
¿Cómo ir y visitar los kaluts del desierto?
A la hora de elegir como visitar los kaluts, y antes de reservar, debes preguntar:
- Cuánto tiempo vas a estar en los kaluts (¿solo al atardecer?, ¿pasarás la noche?)
- Con qué coche vas a ir (si no es todoterreno solo vas por carretera sin entrar en el desierto)
- Dónde vas a dormir (tienda o zona de acampada)
- Cuánto te adentrarás en el desierto Lut. Nosotros contactamos por email con un guía (más barato) pero nos confirmó que no entraba en el desierto, “que era peligroso y no había nada interesante”, es decir solo iba por carretera asfaltada y dormíamos en una zona de acampada.
- En qué época vas: piensa que hay meses que el calor impide el acceso al desierto.
Cuatro tipos de excursiones o formas de vivir los kaluts :
1.- Ir en coche o taxi solo para ver el atardecer (no dormir)
Es la opción más barata y para la que necesitas menos tiempo. Solo necesitas contactar con cualquier conductor de Kerman o que en el hotel te busquen uno recomendado. La desventaja es que no vas a abandonar la carretera asfaltada y solo podrás caminar unos metros en la arena.
2.- Excursión y tour para adentrarte en el desierto (no dormir)
Si no te quieres perder la experiencia de adentrarte en las dunas pero no quieres dormir en el desierto en una tienda de campaña básica esta es tu opción. Puedes reservar una excursión a los Kaluts con transporte y guía en español que además incluye un tour en camello o quad para adentrarte en la arena.
3.- Viaje organizado con coche normal y acampada cerca de los kaluts
Es una opción intermedia en precio y aunque conviene reservar hay varios guías que lo hacen. La ventaja es que pasas la noche en el desierto y ves los kaluts al atardecer y al amanecer. Sin embargo el coche siempre va por carretera asfaltada (no se necesita 4×4) y no te metes por las dunas salvo el rato que tu quieras andar por la arena.
4.- Viaje organizado con coche todoterreno y acampada dentro del desierto Lut
Es la opción que nosotros elegimos. Pasas la noche en el desierto Lut, rodeado de kaluts, no en una zona de acampada cercana a la carretera. Te adentras unos 30-40 kilómetros por la arena del desierto Lut, una zona que solo recorren este tipo de viajes. Aunque es la opción más cara (aunque incluye todo el material de acampada y pensión completa) sin duda es la mejor…toda una experiencia. Por cierto hay que reservar con bastante tiempo de antelación (nosotros lo hicimos con más de mes y medio)
√ Nota: nosotros tras leer algunos blog contactamos con Amir Moghaddam ([email protected] , Whatsap +98 913 198 2482) y que conste que NO hemos recibido nada por recomendarle.
Algo debe tener Iran que se ha puesto de modo. Cada vez me apetece más ir por esas latitudes, es una zona desconocida para mi, más allá de Egipto. Sin duda las fotos del desierto son espectaculares.
Saludos viajeros
LoBo BoBo
Tiene muchísimo que ver y si no se ha puesto de moda antes es por ciertos prejuicios. Si vas seguro que te gusta.
Un saludo
Iran es un pais precioso y muy curioso. La gente es muy muy amigable. No perderselo
La verdad es que es un país que sorprendente.
Acabo de llegar de irán, y estoy sorprendida de lo maravilloso de este país de sus gentes tan afables, de su gastronomía, pero sobre todo de su belleza.
Gracias por la información del desierto.
La verdad es que es un país al que viajas con una idea y sueles regresar sorprendido.