París es probablemente una de las ciudades más hermosas del mundo. Es imposible viajar a París y no enamorarse a primera vista de las orillas del Sena repletas de monumentos espectaculares, de los bellos edificios de todo el centro histórico o de lugares tan reconocibles como la torre Eiffel, el Museo del Louvre o la basílica Sacre Coeur.
Para conocer lo mejor de París es necesario pasar en la ciudad al menos 4 días. Pasear por sus calles, descansar en alguno de sus cafés, recorrer uno de los mejores museos del mundo, o subir a alguno de sus miradores para disfrutar de las hermosas vistas de París requiere tiempo y estar en buena forma… ¡¡¡ en pocos lugares del mundo se camina tanto como en la ciudad de la luz !!!
Aunque es imposible hacer un resumen de una ciudad tan asombrosa, aquí os dejamos los 15 lugares que nos parecen imprescindibles en un viaje a París de 3-4 días. Si dispones de poco tiempo y quieres hacerte una pequeña idea de lo que esconde la ciudad, puedes hacer un free tour por París que dura solo 3 horas.

Museo del Louvre y jardines de las Tulleries
1. Torre Eiffel
Posiblemente esta torre de 300 metros de altura y realizada en hierro sea el monumento más reconocible del mundo. Parece mentira que un monumento que fue odiado en su tiempo, en el lejano año de 1889 cuando se construyó para la exposición universal de París, sea ahora el monumento más visitado del mundo con más de 7 millones de visitantes.
La torre Eiffel, que tardó en construirse algo más de 2 años, fue un prodigio técnico en aquellos años. Hoy en día, todavía deja asombrados a los visitantes que por primera vez la ven desde los campos de Marte o desde la plaza Trocadero.
Subir hasta la parte más alta de la torre Eiffel no es tarea fácil debido a las largas colas que hay que esperar para acceder a la torre y que pueden llegar a ser de varias horas en temporada alta. Es posible subir andando las dos primeras plantas, ascendiendo los 600 escalones que hay desde la base, de esta manera la cola es algo menor y el precio también. Desde la segunda planta se puede subir en ascensor hasta la cima. Si no queréis esperar, se puede reservar la entrada a la 2ª planta de la torre Eiffel sin colas.
La visita a la Torre Eiffel y recorrer el Sena en barco son dos de las experiencias que no te puedes perder si viajas a París.

Torre Eiffel
2. Catedral de Notre Dame
Otro de los monumentos más reconocibles y visitados de París. Y no es para menos, ya que la catedral de Notre Dame construida entre los siglos XII y XIII es uno de los mejores ejemplos de estilo gótico de Europa. Su situación, en la isla de la cité, con el río Sena a sus pies hacen de Notre Dame uno de los monumentos más fotogénicos de París desde cualquiera de los puentes cercanos.
Subir los cerca de 400 escalones de una de las torres de Notre Dame te permite disfrutar de una de las mejores vistas del centro histórico, además de ver de cerca las curiosas gárgolas que adornan ambas torres y el campanario donde vivía el famoso Jorobado de Notre Dame de la novela “Nuestra señora de París” de Victor Hugo. Recuerda que para subir tienes que hacer reserva previa mediante una App llamada JeFile que permite reservar la hora de la visita el mismo día. Hazlo temprano por la mañana, y tendrás el horario que quieras asegurado. Una vez allí, la cola para subir es muy rápida.
〉NOTA: el 19 de abril de 2019 la catedral de Notre Dame sufrió un gran incendio que causó grandes daños, con caída de la aguja y techos.

Vistas desde las torres de Notre Dame

Notre Dame antes del incendio de 2019
3. Museo del Louvre
Uno de los mejores museos del mundo, no solo por su extensa colección sino por el hermoso e impresionante edificio en el que está situado. Fue convertido en museo cuando el antiguo palacio del Louvre fue abandonado por la familia real para vivir en el lujoso palacio de Versalles.
La parte negativa del Louvre es que la visita puede resultar agobiante debido a la gran cantidad de gente que abarrota sus salas y pasillos. Hay que tener en cuenta que el Louvre es el museo más visitado del mundo y que más de 8 millones de personas entran allí cada año a través de la pirámide de cristal que se construyó en 1989 y que en su momento fue muy polémica. Es una mezcla curiosa entre el clasicismo del antiguo palacio real del Louvre y una construcción moderna de cristal.
Obras de arte como la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo o la Gioconda están rodeadas por decenas, incluso centenares de personas que impiden poder disfrutar de estas maravillas. Mi área favorita sigue siendo, sin duda, la dedicada al arte egipcio repleta de magníficos ejemplos de este arte tan particular y tan hermoso.
Para entrar es inevitable esperar una larga cola. Pero puedes ahorrar algo de tiempo si accedes por la parte baja de la pirámide de cristal, en lugar de la entrada principal. Para ello, tienes que bajar al centro comercial Carrusel, al que se accede por unas escaleras que hay junto al arco del triunfo del Carrusel.

«Viendo» la Gioconda
4. La Sainte Chapelle
Una joya parisina que no hay que perderse bajo ningún concepto en un viaje a París. Esta capilla gótica situada en la isla de la cité fue construida en el siglo XIII para albergar las reliquias de Cristo compradas por el rey Luis IX y que aunque parezca mentira costaron el triple que la propia construcción de la capilla.
La Sainte Chapelle está compuesta por 2 plantas. La capilla inferior estaba abierta a todo el mundo, mientras que en la superior solo entraba la familia real y la corte. La capilla alta estaba destinada a las reliquias y se proyectó como un inmenso relicario compuesto por 15 vidrieras que cuentan en más de 1000 imágenes la historia de la Humanidad desde el génesis. Nada más entrar en esta sala repleta de vidrieras y en las que apenas se ven las paredes que las albergan uno se queda sin palabras al contemplar la belleza de este lugar.

Vidrieras de la Sainte Chapelle
5. Arco del triunfo
El arco construido en 1806 por Napoleón, tras la batalla de Austerlitz, conmemora las victorias del ejercito francés bajo las órdenes de Napoleón Bonaparte. Situado al final de los campos Eliseos, es uno de los magníficos miradores desde los que se disfruta de una mágica vista de París.
Tras subir cerca de 300 escalones nos encontramos con unas vistas soberbias de las 12 avenidas que confluyen en este punto, además de poder disfrutar de la visión de la torre Eiffel y del barrio de la Defense.

Arco del triunfo

Vistas desde el arco del triunfo
6. Basílica del Sagrado Corazón (Sacre Coeur) y Montmatre
Montmatre es el barrio más bohemio de París y el más alejado del centro histórico. Es uno de los pocos lugares a los que no se llega andando, a no ser que estés alojado por la zona. Lo ideal es bajarse en la parada de metro Anvers y subir las escaleras que llevan a una de las construcciones religiosas más importantes de la ciudad, la basílica del Sacre Coeur o Sagrado Corazón. Al llegar al final de la empinada escalinata podemos disfrutar de unas hermosas vistas de la ciudad, que se extiende a nuestros pies. Si no quieres subir andando la colina, siempre puedes usar el funicular de Montmatre que lleva en funcionamiento desde el año 1900.
La basílica del Sacre Coeur es relativamente nueva, comenzó a construirse en 1875 y se acabó a principios del siglo XX. Es fácilmente reconocible desde cualquier punto de París por su color blanco, su curiosa cúpula y por estar situada en lo alto de una colina.
Cuando hayas acabado de ver la iglesia, que por dentro no es especialmente interesante, puedes recorrer el barrio de Montmatre, observar como trabajan los pintores en la place du Tertre, descender por sus estrechas y empinadas calles, ver una de las más hermosas entradas de metro art decó de París y acabar tu visita en el cementerio de Montmatre, el segundo más grande de París.

Basílica del Sacre Coeur

Cementerio de Montmatre
7. Museo de Orsay
Al contrario de lo que ocurre con el Museo del Louvre, este museo resulta muy agradable por su tamaño y disposición, aunque también puede estar repleto de gente en las salas más interesantes.
El museo de Orsay tiene una gran colección de arte impresionista y cuenta con decenas de cuadros de los famosos pintores Renoir, Gaugin, Manet, Van Gogh y Monet entre otros. Estas salas están dispuestas en lo que fue la estación de tren de Orsay, inaugurada en 1900 con motivo de la exposición universal de París. La estación estuvo en funcionamiento hasta la segunda guerra mundial, luego fue abandonada y estuvo a punto de ser derribada. Afortunadamente el edificio se salvó y fue convertido en museo en el año 1986.
Solo por ver el interior de este espléndido museo, merece la pena entrar. Aún se mantiene en una de las esquinas de la gran sala central el reloj de la antigua estación.

Interior del museo Orsay
8. Jardín de las Tulleries
Entre la plaza de la Concordia y el museo del Louvre se extienden los jardines de las Tulleries, que fueron el primer parque público de París. Estos jardines fueron construidos y diseñados por orden de la reina Catalina de Medicis en 1564 y formaban parte del hoy desaparecido palacio de las Tulleries, destruido por la comuna de París en 1870.
Los jardines fueron abandonados cuando la familia real se trasladó a Versalles y recuperados de nuevo por Napoleón que construyó el arco del Carrusel y unió los jardines al museo del Louvre.
Hoy en día son un lugar magnífico para hacer un alto en el camino y descansar de un largo día de visitas por París.

Museo del Louvre y los jardines de Tulleries

Arco del carrusel
9. Barrio latino
El nombre de este barrio (Qartier latin, en francés) viene de la Edad Media ya que en esta zona vivían los estudiantes que hablaban latín como lengua académica. Aquí se encuentra la famosa Universidad de la Sorbona, de donde surgió el movimiento estudiantil de mayo del 68. La Sorbonne es la universidad más importante de París y una de las más antiguas y prestigiosas del mundo. En ella dieron clase personajes tan importantes como Pasteur, Descartes, Victor Hugo, Sartre o el matrimonio Curie.
El barrio latino, con sus callejuelas y plazas repletas de restaurantes invita al paseo. Lo mejor es perderse por este encantador barrio parisino y luego descansar en alguno de sus cafés después de un largo día caminando por París. Puedes descubrir los mejores rincones de este barrio con un free tour por el barrio latino en español.
10. Jardín de Luxemburgo
Situado en el borde del barrio latino, es uno de los jardines más bonitos de París. En su interior se encuentra el palacio de Luxemburgo, que hoy en día alberga la sede del senado de Francia.
Fue construido por orden de María de Medicis a principios del siglo XVII. La reina, cansada de vivir en el palacio del Louvre tuvo el capricho de tener un jardín de estilo italiano y así surgió este hermoso jardín que podemos disfrutar hoy. Es un lugar ideal para hacer un picnic, o descansar a última hora de la tarde en alguna de las múltiples sillas de metal esparcidas alrededor del gran estanque situado en el centro del parque.

Jardín de Luxemburgo en París
11. Panteón
En el corazón del barrio latino se encuentra este imponente edificio de estilo neoclásico que fue en origen la iglesia de Santa Genoveva. Años más tarde, en 1791 el monumento se convierte en Panteón nacional. Volvería a tener función de iglesia varias veces antes de pasar definitivamente a tener un uso cívico en 1885, durante los funerales de Victor Hugo. En la actualidad alberga las tumbas de algunos de los hombres más ilustres de la historia de Francia, como Voltaire, Rousseau, Dumas, Zola o Victor Hugo.
Merece la pena acercarse hasta aquí ya que el edificio, construido en el siglo XVIII, impresiona tanto por fuera como por dentro. En su interior, en el centro de la planta superior, podéis ver una réplica del péndulo de Foucault, el original fue instalado allí por Leon Foucault para probar la rotación de la tierra.
En la planta inferior es donde se encuentran las tumbas de los grandes de Francia.

Interior del Panteón
12. Los inválidos
La gran cúpula dorada de 100 metros de altura que llama la atención desde muchos puntos de París pertenece a Los Inválidos, lo que fue en el siglo XVII residencia de soldados retirados y veteranos de guerra que habían quedado inválidos y que alberga hoy en día la tumba del gran Napoleón Bonaparte.
Se puede acceder al patio de los inválidos y a los jardines de forma gratuita, o bien entrar en el interior del edificio para ver el mausoleo del famoso militar francés y el museo militar.

Los Inválidos
13. Plaza Vendome
Una de las más elegantes plazas de París y también la más lujosa debido a las tiendas que albergan los edificios que la rodean. Dior, Chanel o Cartier son algunas de las marcas que tienen lujosos locales en la plaza Vendome. Además, aquí se encuentra el caro y exclusivo hotel Ritz.
El origen de la plaza Vendome está en el año 1698, cuando comenzaron las obras en la zona para albergar embajadas. Pero, finalmente los banqueros se hicieron con la plaza y comenzaron a construir grandes y lujosas mansiones.
En el centro de la plaza se alza la columna Vendome, erigida por Napoleón para conmemorar la victoria de Austerlitz, y que ha sufrido muchos cambios a lo largo de su historia, el más grande de ellos fue su destrucción completa por parte de la comuna de París en el año 1871.

Columna Vendome
14. Plaza de la Concordia
La plaza de la Concordia es una espectacular y enorme plaza situada en pleno centro de París, entre los jardines de las Tulleries y el inicio de los campos Eliseos. Su historia tiene un capítulo sangriento, cuando en 1792 se instaló en ella una guillotina donde fueron ejecutadas más de 1000 personas, entre ellas los famosos Robespierre o Maria Antonieta. En 1795, pasados los años más violentos de la revolución francesa se le cambió el nombre por el de Concordia, para borrar su pasado sangriento.
En el centro de la plaza se haya un gran obelisco egipcio, de más de 3200 años de antigüedad y que fue instalado allí en 1831.
15. Hacer un recorrido en barco por el Sena
El Sena es el alma de París, el río que parte en dos el centro histórico y a cuyas orillas se asoman los monumentos más famosos de la ciudad. Que mejor manera de acabar una largo día de visitas, que sentarse en un barco y recorrer el Sena al atardecer o durante la noche para ver los lugares más interesantes de París desde otra perspectiva.
Hay varias opciones para hacer un recorrido por el río. Puedes usar el Batobus que es una especia de barco-autobús público, con 9 paradas a lo largo del Sena. Para ello, se pueden comprar pases para 1 o 2 días y bajar y subir las veces que se quiera.
La otra opción es hacer un recorrido en los barcos turísticos que salen desde las cercanías de la Torre Eiffel y hacen un recorrido de ida y vuelta.
Reserva tu paseo en barco por el Sena

Museo Orsay desde el Sena

Paseo en barco por el Sena
Si quieres saber como ahorrar algo de dinero en París, te recomendamos que leas nuestro artículo del blog «Consejos para ahorrar dinero en un viaje a París»
Recorre París en el autobús turístico, una forma práctica de visitar la ciudad
Que suerte coincidir Raja Ampat! Nos suscribimos a vuestro blog para seguir viajando con vosotros. Un gran abrazo amigos!
Hola Rocio !!! Ha sido un placer coincidir con vosotros en Raja Ampat !!! ¿Qué tal el resto del viaje?.