Uno de los lugares más bellos e interesantes del gigantesco país australiano es el Uluru o Ayers Rock, una roca sagrada para los aborígenes que se encuentra en medio del desierto, como si emergiera de la nada. Es un lugar muy visitado y la mayoría de los turistas llegan hasta allí en avión desde otros puntos del país. Pero nosotros, que somos unos «locos» amantes de los viajes por carretera, decidimos hacer esta ruta en coche. Un viaje en coche por el outback australiano que nos llevaría desde Kakadu, en el norte de Australia, hasta el mismo centro del país. Un total de 1.500 kilómetros de outback australiano.
Alquilamos un coche en Darwin, a donde habíamos llegado en avión desde Cairns, en el lado este australiano, después de realizar un crucero de buceo en la Gran Barrera de Coral. Teníamos 11 días por delante para recorrer el norte y el aislado e inhóspito centro del país antes de devolver el coche alquilado en el aeropuerto de Ayers Rock.
Antes de iniciar el recorrido hacia el interior, visitamos el Litchfield National Park, famoso por sus termiteros gigantes y Kakadu National Park. Desde éste último iniciamos nuestra aventura de 3 días a través de los paisajes infinitos y sin apenas pueblos del outback hasta Alice Springs.
Primera etapa en coche por el outback: de Kakadu National Park a Katherine
Este primer día recorremos un tramo de carretera bastante monótono y aburrido, con un paisaje cubierto de arbusto bajo y pequeños árboles medio calcinados debido a las quemas controladas que hacen los aborígenes. Casi todo el recorrido está cubierto de grises cenizas y esqueletos de árboles. No es un paisaje bonito, ni la imagen idílica de una carretera en medio del desierto. No vemos ni un alma en los 340 kilómetros que separan Katherine de Kakadu, ni siquiera un canguro.
– Katherine
Es un pequeño pueblo de 7.000 habitantes, y según las guías es interesante por unas gargantas que pueden recorrerse en barca. Nos acercamos hasta allí, pero todo el área nos parece deprimente. La zona de baño del río no es nada agradable, a pesar de que con los 40 grados que hacía nos hubiera resultado bueno para un baño casi cualquier lugar.
El recorrido en barca por las gargantas era carísimo, como casi todo en Australia y no nos pareció que mereciera la pena pagar ese precio, teniendo en cuenta que el paisaje que nos rodeaba no era nada especial. Las gargantas y el río están a 30 minutos del pueblo.En Katherine no hay nada más que hacer, es el último sitio en la tierra en el que me gustaría vivir… «un calor infernal en uno de los lugares más aburridos del mundo» tal y como escribí aquel día en mi cuaderno de viajes.El alojamiento en Katherine se reduce a un puñado de moteles con precios desorbitados para la calidad que ofrecen (más de 100-150 dólares australianos la noche) y un albergue de mochileros bastante caro, pero que no nos quedó otro remedio que aceptar si no queríamos dormir en el coche. Al menos tenía piscina, para poder aliviar el intensísimo calor que hacía durante el día.
Después de una noche en la que nos picaron todos los bichos de la zona, seguimos nuestra ruta hacia el sur.
Segunda etapa: de Katherine a Tennant Creek
650 kilómetros separan estas dos localidades, sin ningún otro pueblo en medio. Puro outback australiano.
En todo el recorrido hay 3 puntos para hacer una parada, con gasolinera y unas pequeñas tiendas en las que venden un poco de todo. Pero es mejor salir bien aprovisionado de gasolina de Katherine ya que el precio de los carburantes en estas gasolineras en bastante más caro.
La carretera es una recta infinita, con arbustos a ambos lados y árboles que van siendo cada vez más bajos, el paisaje va cambiando poco a poco.
Apenas nos cruzamos con coches, ¡uno tiene que recordarse a si mismo que se conduce por la izquierda porque se pierde la perspectiva al ir solo por la carretera durante tantos kilómetros!
Nos cruzamos con bastantes «camiones-tren«, enormes vehículos que llevan 3 ó 4 remolques, cargados con todo tipo de mercancías. Parecen trenes pero circulando por carretera, es una manera curiosa de transportar grandes cantidades de mercancías a través de estos caminos tan aislados.
– Tennant Creek
Es un pueblo de 3.000 habitantes perdido en la nada. Gran parte de sus habitantes son aborígenes. No hay mucho que ver ni que hacer en el pueblo, excepto descansar después de un largo día de carretera. Al menos el alojamiento es más agradable que en Katherine, aunque igual de caro.
Tercera etapa por el outback: de Tennant Creek a Alice Springs
Un recorrido de 550 kilómetros por una carretera en muy buen estado, al contrario de lo que ocurre en otras zonas del país, donde el estado de las carreteras deja mucho que desear.
A 100 kilómetros de Tennant Creek se encuentra un lugar muy curioso y que merece una visita, las Devils marbles
– Las Devils marbles
Las «canicas del diablo» o «Karlu karlu» como las llaman los aborígenes, son unas gigantescas bolas de granito formadas por la erosión a lo largo de miles de años. Es un área sagrada para los aborígenes.
Hay un recorrido bien señalizado y muy fácil para recorrer la zona y poder ver de cerca estas extrañas y enormes formaciones. Es una visita curiosa y el paisaje es bastante bonito.
Abandonamos el lugar para seguir recorriendo un paisaje similar a los últimos 1.000 kilómetros, arbustos y más arbustos. Durante todo el recorrido apenas hemos visto fauna, algún canguro aislado a lo lejos y poco más. Hasta ahora nuestra imagen de lo que era el outback australiano tiene poco que ver con la realidad.
Y llegamos a Alice Springs, la vuelta a la civilización. La localidad es bastante grande (alrededor de 28.000 habitantes), sobre todo comparado con los pueblos que hemos visto los últimos días. Está completamente destinada al turismo con decenas de hoteles, restaurantes y tiendas. Desde aquí parten muchos viajes organizados hacia el Uluru.
Pasamos una noche en la localidad, y al día siguiente seguimos nuestro recorrido hacia el Uluru o Ayers Rock, pasando antes por otro lugar interesante, Kings Canyon…pero esa ya es otra historia.
Geniales las fotos de esta recóndita región del desierto de Australia, como de costumbre en vuestro blog ;)
Ya tengo ganas de visitar las zonas más lejanas de este increíble país, pero de momento tocará esperarse en el sofá hasta nuevo aviso… muy a mi pesar jajajaj
¡Un abrazo desde Melbourne!