Ver con nuestros propios ojos el Palacio de Potala en Tibet siempre había sido un sueño. Viajar al Tibet fue una experiencia en sí misma, uno de esos destinos especiales que no nos defraudó. Una cultura fascinante, templos de una hermosura que deja sin palabras y paisajes míticos como la base del Everest son solo algunos de los lugares imprescindibles que ver en Tibet.
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1. Palacio de Potala en Lhasa
Es imposible no emocionarse al ver el Palacio de Potala si, como nosotros, has soñado alguna vez con viajar al Tibet. El Palacio de Potala, Patrimonio de la Humanidad, se alza majestuoso en medio del horror de la decoración y arquitectura china. Incluso con la espantosa música y los gigantescos carteles que han colgado los chinos, el Potala impresiona a cualquier viajero.
La antigua vivienda del Dalai Lama es una visita imprescindible si llegas hasta la capital del Tibet, Lhasa, ubicada a 3650 metros de altitud y que conserva su belleza tibetana a pesar de la invasión china.
2. Templo de Jokhang y el Barkhor en Lhasa
Si el palacio de Potala es espectacular, la visión de los peregrinos que rodean el Jokhang a cualquier hora del día es aún más impactante. Budistas tibetanos llegados desde cualquier punto del país rodean este lugar sagrado y se postran ante el templo. Una experiencia difícil de olvidar y que te hipnotiza por la fuerza de la espiritualidad de estas gentes modestas que hacen cientos de kilómetros para llegar hasta aquí.
3. Monasterios de Deprung y Sera
Situados a pocos kilómetros de Lhasa, los monasterios de Deprung y Sera son una buena toma de contacto de las decenas de templos que podrás ver en un recorrido por el Tibet. Aunque los monjes budistas sufren la represión china y cada vez hay menos viviendo en los templos, en el monasterio de Deprung llegaron a vivir cerca de 8000 monjes. Hoy en día quedan solo unos cientos, aún así el monasterio continúa pareciendo un pueblo.
El monasterio de Sera pertenece a la orden Gelugpa, los monjes que portan un vistoso gorro amarillo. Aquí también vivían miles de monjes y en la actualidad quedan unos 400. En el patio del monasterio de Sera tiene lugar todas las tardes un debate sobre budismo. Es muy curioso ver como los monjes hacen preguntas gesticulando mucho y dando palmadas. Por supuesto, no se entiende nada de lo que dicen.
4. Lago Namtso, el lago más grande de Tibet
Este lago está situado a casi 5000 metros de altitud. Namtso, el lago más grande del Tibet es también el más alto de los grandes lagos del mundo.
Natmso está rodeado de altas montañas de más de 7000 metros con nieves perpetuas, eso unido al intenso color azulado de sus aguas le convierten en uno de los lugares más bellos que ver en Tibet. La experiencia de subir al mirador y bordear la kora sagrada del lago es algo que no te puedes perder si viajas al Tibet.
5. Sakya
Camino del Everest hay una parada obligada y es el Monasterio de Sakya. En nuestra opinión, la sala de oración de este monasterio es la más impresionante que puedes visitar en Tibet. El monasterio tiene nada más y nada menos que 800 años y algunas de las estancias parecen haber cambiado poco en tantos siglos. Algunos de los thankas son magníficos y bien podrían estar como auténticas joyas en algún museo de arte.
Pero Sakya no solo es bella por el monasterio, sino también por el pueblo lleno de casas de color gris oscuro con franjas rojas y blancas muy diferentes al resto de construcciones que se pueden ver en Tibet.
6. Monasterio de Tashilhunpo en Shigatse
Shigatse no es una ciudad bonita. La revolución cultural china destruyó la antigua población tibetana y hoy en día está llena de edificios feos e insulsos que nada tienen que ver con el Barkhor de Lhasa.
Pero a Shigatse no se viene por la ciudad en sí, sino por el maravilloso Monasterio de Tashilhunpo que parece un pueblo tibetano en miniatura. Aunque en la actualidad el monasterio tiene muchos menos monjes que en épocas pasadas, la presencia de monjes vestidos con sus típicas túnicas rojas es mayor que en ningún otro templo de Tibet. Una de las joyas de Tashilhunpo es la estatua del Buda Maitreya más grande del mundo, que en 26 metros de altura tiene 280 kg de oro y 1400 piedras preciosas.
Olvídate de la escasa belleza de Shigatse, pero incluye Tashilhunpo entre los lugares imprescindibles que ver en Tibet.
7. Gyantse y el chorten más alto del Tibet
Gyantse es una agradable localidad con algunos puntos interesantes que visitar. Entre ellos está el chorten más alto del Tibet llamado Kumbum (que significa chorten de las 100.000 imágenes). Esta gran estupa blanca tiene 9 pisos y se puede subir hasta lo alto mientras se van recorriendo las capillas que hay en cada planta. Todas ellas están llenas de esculturas y murales, a cual más hermoso.
Antes de abandonar Gyantse es imprescindible que pasees por el barrio tibetano que se encuentra ubicado a los pies del fuerte o Dzong. Un tranquilo rincón de la ciudad con casas tibetanas de adobe.
8. Samye, el monasterio más antiguo del Tibet
El monasterio de Samye está alejado de cualquier otro lugar que quieras ver en Tibet. Pero cada uno de los kilómetros que hicimos para llegar hasta allí merecieron la pena. Además del monasterio, en los alrededores de Samye se pueden visitar las cuevas de Chimpu. En ellas, los monjes tibetanos que se retiran a las montañas nos recibieron calurosamente en su cocina para invitarnos a un té de mantequilla.
Samye es sencillamente maravilloso. El interior del monasterio está repleto de hermosas puertas de madera, fascinantes murales, pinturas y estatuas budistas. En Samye también tienen lugar debates budistas en el patio, al igual que en Sera. Aquí los debates son aún mejores, no solo por la gran cantidad de estudiantes que hay sino porque cuando nosotros estuvimos éramos los únicos turistas.
En Samye vivimos una de las experiencias más increíbles de todos nuestros viajes. Nos alojamos en un hotel a medio construir en Samye y nuestro conductor nos dijo que el único lugar para cenar era el monasterio. Al entrar en la gran sala, vimos a decenas de monjes cantando mantras mientras esperaban la cena. Imaginad su cara de sorpresa al vernos entrar y la nuestra al verlos a ellos. Cenamos bastante bien, por cierto.
9. Campo base del Everest
Pocos lugares hay en el mundo tan míticos como el campo base del Everest. La montaña más alta del mundo es conocida por los tibetanos como Qomolangma que significa madre del universo. Para llegar hasta el campo base del Everest lo mejor es andar los últimos 4 kilómetros que separan el campamento donde se instalan las tiendas en verano del campo base. Una vez allí, hay que aislarse del griterío de los chinos y admirar la cima del mundo que se alza majestuosa ante nosotros
Caminar con la silueta de la conocida montaña frente a nosotros se convirtió en una de las experiencias más inolvidables de nuestro viaje al Tibet.
10. Palacio castillo de Yumbulagang
El palacio castillo de Yumbulagang posiblemente sea uno de los lugares más fotogénico del Tibet. Aunque el interior es poco interesante y parte del exterior es una reconstrucción del año 1983, Yumbulagang tiene la peculiaridad de estar situado en lo alto de una pequeña colina. El camino hasta el palacio es fácil y merece la pena hacerlo aunque te cueste debido a la altitud. Las miles de banderas de oración que oscilan al viento en los alrededores del palacio hacen que la imagen del castillo palacio de Yumbulagang sea uno de esos recuerdos inolvidables que deja un viaje al Tibet.