Lisboa es una ciudad fascinante para recorrer a pie. Todo su centro histórico está repleto de estrechas callejuelas, iglesias, miradores espectaculares y hermosos edificios a los que puede llegarse fácilmente caminando o con elevadores que comunican sus barrios mas emblemáticos evitando las pronunciadas cuestas. Pero no todo lo que hay que visitar en Lisboa está en el centro. Toca tomar el autobús o el tranvía para acercarte a ver el barrio de Belem. Allí encontrarás varios lugares que no te puedes perder en tu viaje a Lisboa. De ellos te hablamos en este artículo.
Qué ver en Belem en un día
Es fácil visitar el barrio de Belem por libre, todo está cerca, bien indicado y aquí encontrarás información suficiente. No obstante si quieres ir con un guía puedes unirte a un free tour por el barrio de Belem o a uno por Belem y los Jerónimos
1.- Torre de Belem
La torre de Belem, situada a orillas del río Tajo, es una de las imágenes más conocidas de la capital lusa. Construida en el siglo XVI, es uno de los mejores ejemplos de estilo gótico manuelino de Lisboa, junto con el Monasterio de los Jerónimos. Este estilo arquitectónico, propio de Portugal, mezcla detalles del gótico y del arte mudejar y debe su nombre al rey Manuel I de Portugal ya que se desarrolló durante los años de su reinado, a principios del siglo XVI.
La torre formaba parte de un proyecto de defensa del estuario del Tajo. Todavía pueden verse en la otra orilla restos de otra torre que también formaba parte de esta especie de muralla defensiva. En su origen, la torre estaba rodeada por completo de agua, pero en la actualidad ya no es así debido al retroceso de las aguas del Tajo.
Puede accederse al interior de la torre de Belem (previo pago de la entrada) y visitar el sótano y los 5 pisos, aunque es mucho más interesante su arquitectura exterior. En el interior lo más destacable son, sin duda, sus vistas desde las plantas superiores. Los salones interiores son todos muy similares entre sí y muy austeros, con suelos y muros desnudos de piedra. En el sótano (que sirvió de prisión) pueden verse algunos cañones, los ventanucos que servían de cañoneras y un pequeño claustro para evitar que el humo de la pólvora acabase con todos los que allí estaban.
El exterior, sin embargo, es de una indudable belleza con sus torres de estilo mozárabe y su decoración a base de cuerdas, escudos con esferas armilares y cruces de la orden de Cristo esculpidas en piedra.
Se puede comprar una entrada combinada en la torre, que incluye la visita a los Jerónimos. Tiene doble ventaja, el precio más barato y que no hay que esperar dos veces la cola para comprar las entradas.
Desde la torre de Belem se puede llegar paseando hasta el Monumento a los descubridores y de ahí al Monasterio de los Jerónimos, en unos 15 minutos de paseo.
Horario: de octubre a abril: de 10 a 17h. De mayo a septiembre: 10 a 18:30h
Gratis domingos y festivos de 10 a 14h
Nuestra valoración ★★★★✰
Uno de los mejores ejemplos de estilo gótico manuelino de Portugal
2.- Monasterio de los Jerónimos
– A qué hora visitar el Monasterio de los Jerónimos
El monasterio de los Jerónimos es lo más interesante que puedes ver en Belem, y uno de los edificios más hermosos y espectaculares de toda Lisboa. Es impensable viajar a la capital portuguesa y no entrar en su claustro, a pesar de que la gran afluencia de visitantes puede restar un poco de encanto a la visita. Nosotros fuimos entre semana y en invierno, y a pesar de ello el número de autocares que había en la zona era abrumador. No nos imaginamos como debe ser visitarlo en fin de semana en temporada alta, ¡ una locura !
En todas las guías recomiendan ir pronto por la mañana para evitar los grupos turísticos, pero por lo que pudimos ver todo el mundo había tenido la misma idea porque desde el tranvía veíamos cientos de personas yendo hacia la entrada principal. Por ello, decidimos primero ir a ver la torre de Belem y aprovechar la hora de la comida (hora española, es decir las 15h) para ir al monasterio. Creo que acertamos, porque hubo momentos en los que estuvimos en relativa tranquilidad visitando el claustro.
Horario: de octubre a abril: de 10 a 17:30h. De mayo a septiembre: de 10 a 18:30h
Entrada al claustro gratis: domingos y festivos de 10 a 14h
Entrada a la iglesia gratis todos los días
– Visita al monasterio de los Jerónimos
El monasterio es una obra de arte de estilo gótico manuelino, mandado construir por el rey Manuel I de Portugal para homenajear al navegante Vasco de Gama. Aunque las obras comenzaron a principios del siglo XVI, ha sido ampliado y remodelado hasta el siglo XX.
Se puede visitar la iglesia, cuyo acceso es gratuito, y el claustro por el que hay que pagar entrada.
El interior de la iglesia sorprende por sus altas y hermosas columnas, su amplia nave central, su sorprendente bóveda con nervaduras y sus enormes vidrieras que hacen que el interior parezca más espacioso y liviano.
En uno de los laterales de la iglesia puede verse el sarcófago con los restos del navegante portugués Vasco de Gama, una obra realizada en mármol y decorada con motivos náuticos.
Al lado de la puerta de acceso a la iglesia se encuentra el famoso claustro de los Jerónimos. Un claustro de dos pisos delicadamente decorado y labrado con motivos típicos del estilo manuelino. La visita recorre los pasillos de las dos plantas del claustro. Desde una de las puertas en la segunda planta se accede a la parte superior de la iglesia, con una buena perspectiva de la misma. Curiosos son los confesionarios, con un hueco en el claustro en el que estaba el cura y otro en la iglesia donde se ponía el «pecador».
El monasterio fue declarado junto a la torre de Belem Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
Nuestra valoración ★★★★★
Quizás, el monumento más espectacular de Lisboa y por supuesto un imprescindible que ver en Belem
3.- El monumento a los descubridores
Construido en 1960 durante la dictadura de Salazar, este enorme monumento es un homenaje a los navegantes portugueses que viajaron al nuevo mundo a descubrir nuevas rutas marítimas. Tiene forma de carabela y enormes figuras que representan a conquistadores, frailes y navegantes portugueses, todos ellos encabezados por Enrique el navegante que se alza en la proa.
No es un monumento que en si mismo merezca la pena, pero como se encuentra cerca de dos de los monumentos lisboetas más importantes, no se pierde mucho si uno se acerca hasta allí. Hay un mirador en su parte más alta, al que se accede en ascensor y previo pago, pero nosotros no subimos.
Horario: de octubre a abril: de 10 a 18h. De mayo a septiembre: de 10 a 19h
Nuestra valoración ★✰✰✰✰
El mayor interés radica en su ubicación junto al río
4.- Pasteis de Belem o pasteles de nata
Y después de un día tan intenso de visitas es imprescindible reponer fuerzas. Y que mejor que hacerlo degustando uno de los más famosos dulces portugueses: los pasteis de Belem o pasteles de nata. Uno de los mayores placeres de un viaje a Portugal es probar sus deliciosos dulces. Para un viajero goloso, ¡ Portugal es el paraíso!
Pasteles de nata se pueden encontrar en cualquier local de Lisboa, pero la primera pastelería que vendió estos manjares allá por el año 1837 está en el barrio de Belem, de ahí el nombre que reciben estos pastelitos tan deliciosos.
Realmente, estos dulces fueron creados por los monjes del monasterio de los Jerónimos antes del siglo XIX. Debido a los problemas que tuvo el clero tras la revolución liberal de 1820, alguien del monasterio comenzó a vender estos pastelillos en una pequeña tienda cercana. Se supone que la receta de estos pasteles hechos con hojaldre y una crema deliciosa a base de huevo, azúcar y leche es secreta, está patentada y solo la conocen los maestros pasteleros de la fábrica.
La pastelería se encuentra a pocos metros del monasterio de los Jerónimos. Se pueden comprar para llevar o bien tomarlos calientes recién hechos y espolvoreados con azúcar y canela en los amplios salones que tiene el local.
Un pingado (como llaman en Portugal al café cortado) y un par de pasteles de Belem es el colofón perfecto para un día magnífico en este monumental barrio de Lisboa.
Nuestra valoración ★★★★★
Imprescindible para los golosos y los amantes de la repostería
Cómo llegar al barrio de Belem
La linea que lleva hasta Belem es el tranvía 15E, que parte del barrio de Baixa (concretamente de la plaza da Figueira) y pasa por la plaza del Comercio. Se trata de un tranvía moderno, no como el famoso tranvía 28 que recorre todo el centro histórico de Lisboa.
No te olvides comprar la tarjeta 7 colinas o Viva Viagem para ahorrarte algo de dinero, bien recargando billetes simples o bien comprando el bono de 24 horas (ojo, son 24h desde que lo utilizas por primera vez, no es por días naturales).
Otra opción es dar un paseo en barco con tour, una forma diferente de ver Belem.