Uno de los lugares más impresionantes que pudimos visitar durante nuestro viaje a Portugal fue, sin duda, el Convento de Cristo en Tomar. Este lugar, construido por los templarios, es uno de los tres monasterios declarados Patrimonio Mundial por la Unesco que puedes visitar en el centro de Portugal. De los otros dos, el Monasterio de Batalha y el Monasterio de Alcobaca os hablamos en otros artículos del blog. Te animamos ahora a que leas este artículo, viajes a Portugal y te sorprendas tanto como lo hicimos nosotros cuando descubras la belleza del Convento de Cristo en Tomar.
El Convento de Cristo y los templarios en Portugal
La ciudad de Tomar fue el epicentro de la presencia de la Orden del Temple en Portugal. Esta orden fundada en 1118 fue acumulando tanto poder y riquezas en Europa que despertó la ira y las envidias de los reyes y la iglesia de la época. En 1312 la orden desapareció tras la persecución iniciada por el rey de Francia Felipe IV y el Papa Clemente V.
Mientras esto pasaba en otros países europeos, en Portugal los caballeros templarios seguían existiendo bajo otro nombre, la Orden de Cristo. De ahí proviene el nombre del Convento de Cristo de Tomar.
El origen del convento se remonta a mediados del siglo XII. En esos años, la Orden del Temple fundó una iglesia en terrenos cedidos por el primer rey de Portugal, Alfonso Henriques. Pero la historia del convento se desarrolla a lo largo de los siglos posteriores. El rey Manuel I dejó su impronta en el complejo religioso con la construcción de la espectacular ventana de estilo manuelino que podemos ver hoy. Más tarde, el hijo de Manuel I mandó construir el último de los claustros de Tomar.
Una mezcla de estilos románico, gótico, manuelino y renacentista que veremos a lo largo de toda nuestra visita.
Visita al Convento de Cristo
Hemos pasado la noche en un hotel de Tomar y por eso dejamos el coche y subimos caminando hasta el convento. De esta forma, vamos a recorrer también las agradables callejuelas del centro histórico de Tomar. Llegar al castillo templario y su convento es fácil, aunque el sendero es un poco empinado. Si no queréis caminar, hay un parking de pago justo a la entrada del convento.
Traspasamos las puertas de las antiguas murallas del castillo templario y caminamos por la plaza de armas hacia la entrada al convento. Nos llama mucho la atención la forma redondeada del edificio que tenemos justo enfrente… más tarde descubriremos lo que se esconde en su interior.
Nuestra intención es seguir y mostrarte una ruta marcada, pero la verdad es que en ocasiones se torna complicado porque el convento es un laberinto de claustros, estancias, dormitorios…
− Claustro do cemiterio y claustro do lavagem
Estos dos sencillos claustros decorados con azulejos son la puerta de entrada al recorrido por el convento de Tomar. Desde el claustro do lavagem se pueden ver las ruinas del antiguo castillo construido por los templarios.
El claustro do cemiterio fue construido en el siglo XV, época en la que Enrique el navegante fue administrador de la Orden de Cristo. En él están enterrados algunos caballeros o religiosos como D. Diego de Gama, hermano del famoso navegante portugués Vasco de Gama.
− Sacristía nueva
En un lado del claustro do cemeteiro se encuentra la antigua sala capitular, convertida en sacristía nueva. En su bóveda, muy decorada, encontramos esferas armilares y cruces que nos trasladan al tiempo de los caballeros templarios.
Seguimos caminando y llegamos a un lugar que nos deja sin palabras.
− La charola y la primitiva iglesia templaria
Nos encontramos en lo que fue el oratorio de los caballeros templarios y el punto de partida de la construcción de todo el convento. Su diseño circular está inspirado en el santo sepulcro de Jerusalén y tenía una misión clara, dejar que los caballeros entraran a misa montados en sus caballos.
Es difícil explicar la belleza de un lugar así, tan cargado de historia. Toda la decoración que podemos ver es impresionante. En el centro se alza un espectacular altar gótico que rodeamos varias veces fijándonos en cada detalle de las pinturas que lo cubren.
Este oratorio llamado Charola, fue ampliándose para convertirse en el gran convento que vemos hoy. Por ello, se fueron añadiendo estancias y claustros a su alrededor. Nos dirigimos hacia los añadidos posteriores, el coro alto y el sotocoro. Al coro alto no se puede acceder, por lo que entramos en el sotocoro que tiene una bella bóveda y dos ventanas. Ambas esconden un secreto que descubriremos más tarde.
Sin duda este oratorio es lo mejor que puedes ver en el convento de Tomar y un motivo suficiente para visitarlo si viajas por el norte de Portugal.
− Claustro dos Felipes
Al salir al exterior nos encontramos con el claustro principal del complejo, construido a mediados del siglo XVI de estilo renacentista. Aquí fue coronado como rey de Portugal, el rey Felipe II de España, de ahí el nombre que recibe.
Desde el claustro podemos admirar el exterior de la iglesia templaria, que ha quedado en algunos lugares encajonada por el claustro. La belleza del exterior, con una profusa decoración es reflejo de lo que hemos visto en su interior.
− Las ventanas do capítulo
¿Os acordáis de las sencillas ventanas que vimos en el sotocoro de la charola?. Ahora podemos ver su exterior y de nuevo nos quedamos sin palabras. Unos marcos de ventanas construidos en 1513 en estilo manuelino, un estilo portugués muy reconocible denominado así por el rey Manuel I de Portugal. En él encontramos cadenas, cuerdas enrolladas, cruces templarias, esferas armilares y todo tipo de decoración inspirada en la naturaleza y el mar.
La primera de las ventanas quedó algo escondida por la construcción del claustro. Pero, aún así es posible admirar la decoración a base de nudos, escudos y esferas armilares.
La segunda ventana es mucho más espectacular. La ventana do capítulo puede verse en todo su esplendor desde el claustro adyacente. En ella vemos un entramado abigarrado de sogas, hebillas, nudos y motivos marineros. En lo alto de la ventana y como era de esperar se alza la cruz de los templarios.
− Claustros del convento de Tomar
Continuamos nuestra visita pasando de un claustro a otro, y aquí nuestra intención de seguir un orden falla. Es difícil orientarse cuando empiezas a recorrer tantas estancias que parecen un laberinto. Sin embargo lo importante es pasar y visitar todas y cada una de las estancias que puedes ver en el convento de Tomar.
• El primer claustro que encontramos después del principal es el claustro de Santa Bárbara, desde donde se tienen unas vistas magníficas de la ventana manuelina. Data de mediados del siglo XVI y tenía dos plantas. Su aspecto actual se debe a la demolición de la segunda planta por orden del rey Fernando II en 1843, con la intención de dejar más espacio a la ventana manuelina.
• El siguiente claustro es el claustro de la Hospedería. En este lugar, que data de mediados del siglo XVI, se alojaban los visitantes que buscaban cobijo en el convento. Los clérigos y nobles de alto estatus social disponían del primer piso, mientras que las caballerizas y las estancias más humildes estaban en la planta baja.
• Claustro da Micha, claustro das necessarias y claustro dos corvos
Alrededor de estos tres claustros se distribuían las cocinas, almacenes, pozos, horno de pan y refectorio.
Y llegados a este punto, tras más de dos horas de recorrido y habernos perdido varias veces en este laberinto de claustros, pasillos y estancias hemos podido ver lo más interesante del convento de Tomar. Toca volver hacia el pueblo por el sendero que serpentea colina abajo.
Qué ver en Tomar
Ya en el pueblo vamos a dar un pequeño paseo, aunque sin duda el motivo de venir a Tomar es visitar el convento de Cristo.
− Placa de la República e iglesia de Sao Joao Batista
En esta agradable plaza se alza la iglesia de Sao Joao Batista que siguiendo el estilo del convento de Tomar cuenta con una entrada manuelina. La iglesia data del siglo XV y según hemos leído tiene una interesante decoración de azulejos en su interior. Pero, durante nuestra visita a Tomar, la iglesia está cerrada por obras de restauración, por lo que no podemos contaros nada al respecto.
En el centro de la plaza hay una estatua del fundador del convento de Cristo, Gualdim Pais y en uno de los lados el ayuntamiento de la localidad.
− Museo luso-hebreo y Sinagoga de Tomar
Tenemos la mala suerte de llegar al museo cuando está cerrado, por lo que no podemos visitarlo. El museo se encuentra situado en una de las callejuelas que sale de la plaza.
Si tenéis la suerte de encontrar el museo abierto, podréis ver la sinagoga más antigua de Portugal que data del siglo XV. Fue usada muy poco tiempo como sinagoga porque Manuel I expulsó de Portugal en 1497 a los judíos que no querían convertirse al cristianismo.
− Iglesia Santa Maria do Olival
Esta iglesia de estilo gótico está más alejada del centro de Tomar. Para llegar a ella volvemos a nuestro coche y tras pocos kilómetros la encontramos en medio de la parte nueva de la ciudad.
Nos llama la atención nada más llegar su enorme rosetón en la fachada y una torre que está separada del cuerpo central de la iglesia. Una construcción curiosa que fue panteón de los caballeros templarios y de la Orden de Cristo.
Abandonamos la ciudad y tras conducir unos kilómetros por la carretera que une Tomar y Leiria, llegamos a otro de los lugares más importantes que ver en Tomar, el acueducto de Pegoes.
− Acueducto de Pegoes
Este impresionante acueducto fue construido entre 1593 y 1613. Su construcción tenía un fin muy práctico, llevar agua hasta el convento de Cristo ya que la comunidad monástica había crecido mucho en esos años.
Tiene 180 arcos y aunque pueden verse algunos restos en el convento de Tomar, la mejor forma de verlo es desde la carretera que va a Leiria. En este lugar hay unas escaleras que conducen a la parte alta del acueducto para ver mejor su extensión.
Abandonamos Tomar para dirigirnos hacia otro de los lugares imprescindibles que ver en Portugal, el monasterio de Batalha.
Puedes hacer una excursión a los tres monasterios Patrimonio de la Humanidad
Precioso lugar, muy buen reportaje con interesante información. Maravillosas fotografías.
Muchas gracias por compartir estos lugares.
Nos alegra que te guste. La verdad es un convento espectacular
Son fascinantes la narrativa y las fotografias que nos muestran EL CONVENTO DE CRISTO, creo que estar en este espectacular remanente històrico, es como transladarse en el tiempo, ver y sentir lo que los templarios pudieron en aquellos lejanos toempos.
Felicitaciones al equipo que ha hecho posible esta importantìsima informaciòn.
Muchas gracias por las felicitaciones. La verdad es que el convento de Cristo es una de las tantas maravillas que se pueden ver en Portugal.