Durante nuestro viaje por el norte y centro de Portugal visitamos 3 de los lugares más bellos del país; el Monasterio de Batalha, el convento de Cristo en Tomar y el Monasterio de Alcobaça. Estos 3 monumento están declarados Patrimonio Mundial por la Unesco y son imprescindibles si haces una ruta por Portugal. En este artículo te contamos que ver en el Monasterio de Alcobaça.
Monasterio de Alcobaça, un poco de historia
Todos los datos sobre Alcobaça son impresionantes. Sus 900 años de historia han dejado huella en sus muros, pero aún conserva las dependencias medievales que pertenecían al monasterio.
Su construcción comenzó en 1178 y se alargó durante 100 años. Fue la orden del Císter la encargada de levantar el monasterio y lo hizo en estilo gótico, un estilo que estaba empezando a desarrollarse en Europa. De esta manera se convirtió en la primera iglesia gótica de Portugal.
Durante siglos, el monasterio ha estado habitado por monjes cistercienses. En los primeros años vivían aquí casi un millar de monjes que celebraban misas las 24 horas del día sin interrupción. En 1834 se disolvieron las órdenes religiosas y el monasterio fue clausurado.
Desde 1989 está incluido en la lista Patrimonio de la humanidad de la Unesco.
Visita al monasterio de Alcobaça
Aparcamos nuestro coche cerca del monasterio, en un parking gratuito. Suponemos que en temporada alta será complicado encontrar sitios libres porque es un aparcamiento pequeño.
Antes de iniciar la visita a este espectacular monasterio, tomamos fuerzas en una de las pastelerías que hay frente a la entrada. Os recomendamos que echéis un vistazo a todas las delicias que preparan en cualquiera de ellas. Portugal es un destino ideal para los golosos.
Nos dirigimos a la puerta principal de la iglesia, donde destaca un gran rosetón, una puerta ojival y dos torres laterales. De la fachada solo queda original el pórtico gótico y el rosetón, el resto fueron modificados siglos después.
El acceso para visitantes no se hace por esta puerta, sino por un lateral del convento, a la izquierda de la entrada a la iglesia. Allí se compran los tickets, aunque nosotros tenemos nuestra entrada combinada que incluye las visitas de Batalha, Tomar y Alcobaça.
» Claustro del silencio
El recorrido para ver el monasterio de Alcobaça está muy bien indicado, así que solo nos queda ir siguiendo las indicaciones. Comenzamos por uno de los claustros, el claustro del silencio. Este espacio de recogimiento que debe su nombre al voto que hacían los monjes, fue edificado en el siglo XIV y tiene un estilo sencillo. A su alrededor se distribuyen las distintas estancias que daban cobijo a los centenares de monjes en época medieval.
» Cocina
Quizás una de las estancias más espectaculares y curiosas del monasterio. Esta gigantesca cocina fue reconstruida en el siglo XVIII aunque mantiene su forma original. Unas enormes chimeneas se alzan hasta el techo a 18 metros de altura. No es de extrañar el tamaño de la cocina teniendo en cuenta que en algunas épocas vivían aquí casi un millar de religiosos.
» Refectorio
Y si es impresionante la cocina, el refectorio no se queda atrás. Una gran sala con bóveda ojival servía para la lectura de oraciones durante las comidas de los monjes. En uno de los lados vemos la escalera que conduce al púlpito del lector.
Recorremos con calma el resto de estancias antes de dirigirnos a la iglesia del monasterio, donde se encuentra una de las joyas del recinto, las tumbas de Don Pedro y Doña Inés.
» Iglesia de Alcobaça
Nada más entrar en la iglesia de Alcobaça nos llama la atención la sencillez en la construcción y los grandes espacios desprovistos de adornos. Es un recinto sobrio y oscuro por la falta de grandes vidrieras. En el altar mayor destacan dos puertas de estilo manuelino. Y en el transepto nos esperan dos obras maestras del arte funerario, las tumbas de Don Pedro y Doña Inés
» Tumbas de Don Pedro y Doña Inés
Las impresionantes tumbas realizadas en estilo gótico flamígero pertenecen al rey Pedro I y a su esposa Inés, protagonistas de una triste historia que se remonta al siglo XIV. El entonces infante Don Pedro se casó en secreto con la dama de compañía de su mujer, al quedar viudo de ésta en 1345. Durante los años que vivieron su amor en secreto tuvieron 3 hijos. Pero el padre de Don Pedro no estaba de acuerdo con esta relación y mandó asesinar a Doña Inés. Esto desató la ira de Don Pedro que se enfrentó a su padre y ascendió al trono en 1357. Una vez coronado rey mató a los asesinos de Doña Inés y la coronó reina a pesar de estar muerta.
Ambas tumbas son de una belleza inigualable. El trabajo escultórico muestra escenas religiosas y es tan fino y tan detallado que estamos mucho tiempo dando vueltas a las tumbas para observar cada detalle.
Como curiosidad si te fijas en la tumba de Doña Inés, no la sostienen los seis leones habituales, sino seis figuras de animales cuyas cabezas representan a aquellos que mandaron asesinar a la reina.
Pero en Alcobaça no solo están enterrados Don Pedro y Doña Inés. También hay un panteón real que alberga los sepulcros de algunos reyes y reinas de Portugal. Sin embargo ninguna de estas tumbas tiene la belleza de las anteriores.
»Sala dos Reís
Salimos de la iglesia por la Sala dos Reis, un espacio decorado con azulejos y esculturas que cuentan la historia de la fundación del monasterio.
Y aquí acaba nuestra visita al monasterio de Alcobaça. Un lugar imprescindible que ver en un viaje por Portugal.
Datos prácticos
- Hay una entrada combinada Ruta del Patrimonio: Alcobaça, Batalha y Convento de Cristo en Tomar
- La entrada es gratuita todos los domingos y festivos de 9 a 18h para los que viven en Portugal.
- Horario: de octubre a marzo de 9h a 17h. De abril a septiembre de 9h a 19h
- Aquí puede reservar excursiones a Alcobaca desde Coimbra