Ver Samarcanda es un sueño para muchos viajeros ávidos de aventura. Oír el nombre de Samarcanda y la Ruta de la Seda nos lleva a imaginar un pasado en el que los viajes eran una hazaña, una loca aventura empujada por la necesidad de hacer negocios. Hoy, hacer un viaje a Samarcanda no es tan difícil ni requiere de tanto espíritu aventurero pero sigue siendo un destino imprescindible. En este artículo te contamos qué ver en la mítica ciudad de Samarcanda, situada en lo que en la actualidad es Uzbekistán.
Nuestra guía de viaje a Uzbekistán
Samarcanda, un poco (solo un poquito) de historia
No os queremos aburrir con datos y más datos sobre esta mítica ciudad, pero es importante conocer la historia para comprender y admirar aún más lo que estamos viendo en nuestra visita.
Samarcanda es la segunda ciudad más grande de Uzbekistán y también la más antigua ya que tiene casi 3000 años. Hacer un resumen de su historia es complicado. Por allí han pasado personajes como Alejandro Magno, Genghis Khan y el temible Amir Timur. Este último, conocido como Tamerlán, convirtió Samarcanda en la capital del gran imperio timúrida. Imaginad qué mezcla de culturas ha tenido esta ciudad que ha pasado de mano en mano durante siglos. Seguro que todos asociáis Samarcanda a la Ruta de la Seda, y con razón, ya que fue uno de los centros más importantes de esta ruta comercial entre China y Grecia. Pero volviendo al presente, Samarcanda fue declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco en el año 2001.
Y un último apunte curioso… un madrileño llamado Ruy González de Clavijo viajó hasta Samarcanda como enviado del rey Enrique III de Castilla. Fue el primer embajador europeo en llegar a Asia en visita oficial. A su vuelta este viajero y aventurero escribió una de los primeras crónicas de viajes que se conocen. Si viajáis a Madrid, hay una placa en el barrio de la Latina, donde nació este personaje poco conocido aunque su gesta viajera puede compararse a la que realizó Marco Polo.
Qué ver en Samarcanda
Samarcanda no tiene un centro histórico tan compacto como Jiva o Bujará. Los puntos de interés están algo más separados unos de otros, pero se puede visitar Samarcanda a pie en 1-2 días.
El centro de todo, el punto de encuentro de turistas y gente local, el lugar que todo viajero está deseando ver en Samarcanda es la Plaza del Registán. Nosotros llegamos a la ciudad de noche y la primera visión que tuvimos de la plaza desde el taxi nos dejó sin palabras. Dejamos las maletas en el hotel y salimos corriendo para ver más de cerca la maravilla que habíamos vislumbrado desde la carretera.
La plaza Registán no defrauda nunca. Si la primera vez que la ves es de noche y está iluminada es aún más mágica. La decepción llega cuando entras en las madrazas, pero me estoy adelantando, eso os lo contaré más adelante.
1.-Plaza del Registán
Esta gran plaza está rodeada por 3 impresionantes madrazas o antiguas escuelas coránicas construídas entre los siglo XV y XVII. La espectacular decoración de azulejos y las maravillosas cúpulas de tonos verdes y turquesa atraen la mirada de todo el que llega al Registán.
La plaza está abierta por un lado, y es ahí donde se encuentra la valla metálica que impide la entrada a los que no han pagado previamente el ticket de acceso. Desde este lado hay unas vistas maravillosas de la plaza (sin tener que pagar) y seguramente pasarás muchas veces para sentarte y disfrutar de la belleza del Registán. Sin duda el punto más importante de cuanto vas a poder visitar en Samarcanda.
Pero si además de ver el exterior, quieres acercarte a las madrazas y ver su interior, tienes que dirigirte al lado izquierdo de la plaza y comprar la entrada.
» Las 3 madrazas que puedes ver en la plaza Registán
A.- Madraza Ulugh Beg
El edificio situado a tu izquierda según miras hacia la plaza, es la madraza construida por Ulugh Beg, el nieto y sucesor de Amir Timur (Tamerlán), a principios del siglo XV (1417-1420).
El exterior es impresionante y el patio interior de dos alturas está hermosamente adornado con azulejos. Sería una maravilla si no fuera porque todo está lleno de tiendas. El interior de la madraza es como un “centro comercial”, el patio y las antiguas habitaciones de los estudiantes del Corán son ahora tiendas de alfombras y de recuerdos. En las otras madrazas también hay tiendas de recuerdos, incluso dentro de la mezquita o mezcladas con algunas exposiciones. En nuestra humilde opinión, se les ha ido de las manos el tema de comercializar la Plaza del Registán. Para nosotros fue una decepción el interior de estos bellísimos edificios. Quizás teníamos el recuerdo de madrazas y mezquitas de Irán que nada tienen que ver con el “tiendeo” y sí con su verdadera función religiosa.
B.- Madraza Tilla Kari
Esta madraza es la que está situada al fondo de la plaza y que distinguirás por su espectacular cúpula de azulejos color turquesa.
Su nombre, Tilla Kari, que significa “obra dorada”, se debe a que la cúpula de la mezquita está cubierta en parte de oro. Fue construida en el siglo XVII (1646-1660) y fue la última en completar la plaza Registán.
En el interior de la madraza, hay un bonito patio con árboles bordeado por lo que fueron las habitaciones de los estudiantes. Todo está cubierto de azulejos en tonos azules y marrones. Otra vez las numerosas tiendas restan encanto y belleza al lugar.
C.- Madraza Sher dor
La última madraza, la que queda a mano derecha fue construida a principios del siglo XVII (1619-1636). Desde fuera destacan las dos espectaculares cúpulas lobuladas cubiertas de azulejos que flanquean la puerta exterior. En el frontal de la puerta de la madraza Sher dor hay representados dos leones, sin duda una rareza ya que el islám prohibe la representación de animales.
Ya en el interior de la madraza, encontramos un patio de dos alturas cuyas paredes están cubiertas de azulejos azules…y de nuevo todo lleno de tiendas.
Salimos de la plaza del Registán y nos dirigimos hacia la zona peatonal que conduce a otro de los lugares imprescindibles que hay que ver en Samarcanda, la mezquita Bibi Khanum.
2.- Mezquita de Bibi Khanum (Bibi Janum o Bibi Khanym)
Esta impresionante mezquita fue construida en el siglo XV y fue en su tiempo una de las mayores mezquitas del mundo. Hay varias leyendas que cuentan las razones de su construcción, hay quien dice que fue Amir Timur quien la construyó en honor de su esposa favorita y otras cuentan que fue ella quien la mandó construir para darle una sorpresa a Tamerlán a su vuelta de la conquista de la India.
El exterior y la entrada principal de la mezquita son fascinantes. Una vez dentro del recinto (de pago), nos recibe un gran patio con un gran atril de mármol y un Corán de madera (todo protegido con una urna de cristal). A los lados del patio vemos dos pequeñas mezquitas coronadas por sendas cúpula lobulada tapizadas de azulejos azules y naranjas. Ambas mezquitas han sido restauradas y en su sobrio interior hay, como no, tiendas de recuerdos.
Al fondo del patio encontramos el gran pórtico de entrada a la mezquita principal, la menos restaurada y cuyo ruinoso interior solo se puede ver desde la puerta. Sin embargo la cúpula de azulejos turquesa es una maravilla.
Visita de pago, pero imprescindible
Al salir de la mezquita de Bibi Khanum vemos un modesto y sencillo edificio frente a nosotros, el mausoleo de Bibi Khanum.
3.- Mausoleo de Bibi Khanum (Bibi Janum)
Este sencillo mausoleo solo destaca por su bonita cúpula, que descansa sobre un edificio de planta cuadrada y construido de ladrillos sin grandes adornos. Para entrar hay que pagar, pero no merece la pena porque se ve perfectamente el interior desde la puerta y tampoco es destacable.
Unos metros más allá del complejo de Bibi Khanum se encuentra el mercado local de Samarcanda.
4.- Bazar Siyob o Siab (mercado local de Samarcanda)
Este gran mercado no está destinado a los turistas porque principalmente hay tiendas de frutos secos, fruta, alimentación, utensilios de cocina, etc… Es interesante darse una vuelta por los animados pasillos del mercado. Recuerda que los lunes está cerrado.
Al salir del mercado, nos dirigimos hacia la izquierda para seguir caminando por la zona peatonal que cruza por encima de una gran avenida con mucho tráfico. En una pequeña colina se sitúa nuestro siguiente destino.
5.- Mezquita Hazrat-Hizr y mausoleo de Karimov
Desde la distancia la pequeña mezquita Harzrat-Hizr es muy bonita, aunque al acercarte te darás cuenta de que está completamente restaurada y parece recién construida. De hecho, el mausoleo de Karimov que está casi integrado en la mezquita, es muy reciente ya que el primer presidente de Uzbekistán falleció en 2016. Hay bastante gente rindiendo homenaje a este controvertido personaje que gobernó Uzbekistán con mano férrea desde su separación de la Unión Soviética.
Salimos del mausoleo, y nos dirigimos hacia el cercano cementerio de Samarcanda.
6.-Cementerio de Samarcanda
Merece la pena entrar en este cementerio municipal repleto de lápidas de mármol con las fotos de los fallecidos grabadas en la piedra. Es algo curioso que no habíamos visto en ningún otro cementerio del mundo.
Al final del cementerio se llega a la necrópolis de Shah I Zinda, pero este acceso está cerrado porque hay que pagar un ticket para entrar. Damos un poco de vuelta para acceder al camino principal que lleva a la entrada de la necrópolis.
7.- Necrópolis Shah I Zinda
Sin duda ninguna, la necrópolis Shah I Zinda tiene que estar en la ruta de cualquier viajero que va a Samarcanda, y por ello está lleno de grupos turísticos. Si quieres verlo con más tranquilidad, la mejor hora es el mediodía, y aún así tendrás que tener paciencia y esperar a que pasen los grandes grupos.
Nada más atravesar la puerta de entrada nos recibe una avenida flanqueada por impresionantes mausoleos. Son un total de 20 mausoleos construidos entre los siglos XI y XV y que albergan las tumbas de miembros de la dinastía timúrida o personajes religiosos importantes de aquella época.
Por fuera los mausoleos son impresionantes, tanto por las cúpulas de color turquesa como por los miles de azulejos en tonos azules y verdes que cubren las paredes. Unos junto a otros forman una especie de pasillo de color azul, que recorremos con pausa.
También entramos en cada uno de los mausoles, si bien el interior, salvo alguna excepción, no es especialmente interesante al carecer de decoración.
Una vez se llega al final del camino, regresamos por el mismo camino, aprovechando para ver de nuevo esta maravilla de Samarcanda.
• Visita de pago e imprescindible.
• Dedícale unas 2 horas para ir con calma
– La vista panorámica de la necrópolis Shah I Zinda
Al salir de Shah I Zinda nos dirigimos hacia la izquierda siguiendo el muro exterior. Atravesamos una puerta que conduce al cementerio y subimos una pequeña colina cercana en busca de un punto panorámico sobre la necrópolis. Las vistas desde aquí son similares a las que se ven desde la escalera central pero con un punto de vista más alto.
Descendemos por unas escaleras pegadas a la tapia del cementerio y sin saltar ningún paso nos encontramos de nuevo dentro de la necrópolis, justo pasada la puerta de acceso donde se compran las entradas. Así que volvemos a salir por segunda vez del complejo.
8.- Afrosiab
Desde aquí, si quieres continuar la visita a Samarcanda, puedes caminar hasta la antigua ciudad de Afrosiab. Es muy poco lo que queda en pie, y el punto más interesante es el observatorio de Ulugh Beg, el nieto de Tamerlán que fue un gran apasionado de la astronomía.
Nosotros decidimos no ir hasta el observatorio y volver sobre nuestros pasos hasta la Plaza del Registán. Desde aquí, una caminata de unos 15 minutos por la zona más nueva de la ciudad, nos lleva hasta otro de los lugares imprescindibles que ver en Samarcanda, el mausoleo de Amir Timur.
9.-Mausoleo de Amir Timur o Tamerlán (Gur Emir)
El mausoleo donde está enterrado Amir Timur, conocido como Tamerlán, es uno de los lugares más bonitos que podrás ver en Samarcanda. Bajo la cúpula de un intenso color turquesa, se encuentran las tumbas de Amir Timur, algunos de sus hijos, nietos y personalidades de su época. Aunque las tumbas son muy sencillas, la decoración que las rodea de azulejo es impresionante. Afortunadamente, aquí las tiendas están ubicadas en una habitación y no en medio del mausoleo.
Lo curioso de este monumento tan espectacular es que fue mandado construir en 1403 por Amir Timur y estaba destinado a ser lugar de reposo de su familia, pero no de él mismo. Su deseo era ser enterrado en su localidad de nacimiento, en Shahrisabz. Pero finalmente, y por caprichos del destino, este mausoleo se convirtió en su tumba.
Al lado del mausoleo de Amir Timur hay otro mausoleo llamado Ak Saray. Nos acercamos a verlo pero decidimos no entrar ya que nos pareció demasiado restaurado hasta el punto de parecer nuevo.
Volvemos al mausoleo de Amir Timur por la noche porque iluminado es tan bello como por el día.
• Visita de pago
• No te lo pierdas al anochecer
Cómo moverse en Samarcanda
Aunque Samarcanda es más grande que Bukhara y Khiva y los puntos de interés están más separados, es fácil de recorrer a pie en un día y medio o dos si decides visitar Afrosiab y el observatorio de Ulugh Beg.
No hace falta usar transporte público para ir a ninguno de los lugares que se encuentran en el centro. Para ir o volver desde la estación de tren o el aeropuerto, puedes usar una aplicación para reservar un taxi llamada Yandex Go. Los trayectos a ambos destinos son baratos ya que están bastante cerca de la plaza del Registán.
Y si prefieres llevar un guía que te acompañe por toda la ciudad, puedes reservar un tour privado por Samarcanda.
Dónde dormir en Samarcanda
Aunque hay grandes hoteles más lujosos en la parte rusa de Samarcanda, nuestra recomendación es que te alojes lo más cerca posible de la plaza de Registán. De esa manera podrás hacer todo el recorrido a pie.
Te dejamos 3 recomendaciones:
¡Qué impresionante! La verdad es que sé bastante poco de este país, pero lo poco que he visto me ha dejado totalmente impresionada. Imagino que ver es arquitectura en directo debe ser puro espectáculo. Una pena que esté todo tan «turisteado» con tantas tiendas… pero desafortunadamente quedan pocos lugares auténticos. Menos mal que ese mercado sí que es una muestra de la vida local. Tomo nota de todos los consejos porque sé que algún día tendré que visitar Samarcanda.
Espectacular.
Visitar Samarcanda fue uno de los sueños que pudimos cumplir hace algunos años y que tú nos has recordado. Desde luego, pocas plazas resultan tan espectaculares como el Registán. Sin embargo, nuestro monumento favorito es el Mausoleo de Tamerlán o Gur Emir. Con qué ciudad os quedáis, ¿con Bukara o con Samarcanda? aunque lo cierto, es que n hace falta elegir cuando se pueden disfrutar ambas.
Me quedo con las dos ciudades. Bukara porque es más abarcable formando un conjunto más uniforme, pero Samarcanda tiene lugares más espectaculares. Ah, y no te olvides de Jiva
No he estado nunca en Uzbekistán, pero es un destino que hace tiempo me llama la atención. Sobre todo, porque está fuera de los flujos turísticos habituales y eso para mí siempre es un plus. A juzgar por lo que cuentas y enseñas, Samarcanda es una parada obligatoria. ¡Qué bonitos lugares!
Sergio, tienes que hacer una escapada a Uzbekistan. Es un país fácil para visitar en unos pocos días…y fantástico para hacer fotos.
Hola!
No sabía que uno de los primeros cronistas de viajes sobre Asia fuera un madrileño, seguro que en esa época fue una aventura tremenda. Me ha encantado ver esas madrazas a través de tus fotos y relatos, no me hubiera imaginado que fuesen de esa belleza tan inmensa y menudos mausoleos… Me gustaría conocer el país y esta ciudad me parece indispensable. Gracias por mostrárnosla y compartir tu viaje.
Un saludo