La Paz es una de las ciudades más altas del mundo, situada a una altitud de 3600 metros. Aunque no es realmente la capital constitucional de Bolivia, sí que funciona como tal al estar allí la sede del poder legislativo y ejecutivo. La capital de Bolivia es la tranquila y bellísima ciudad de Sucre, pero allí solo reside el poder judicial. Las diferencias entre una y otra ciudad son palpables nada más llegar al aeropuerto de El Alto.
Volábamos desde Sucre donde habíamos descubierto una relajante ciudad con un centro histórico muy cuidado lleno de impolutas casas blancas de estilo colonial. Al llegar a La Paz podemos ver desde el avión miles de casas de ladrillo y un enjambre de bloques que parecen no tener fin.
Aunque no puede decirse que La Paz sea una ciudad bonita ni agradable, es innegable que es un lugar único y que merece la pena visitar.
La ciudad de La Paz
La ubicación de la cuidad es quizás lo más sorprendente de esta inmensa metrópoli que está encajonada en un cañón y rodeada de altas montañas. Desde la población de El Alto da la sensación de que la ciudad ha crecido en un acantilado y las construcciones han ido desplegándose a lo largo y ancho de la ladera de las montañas.
La actual ciudad fue fundada por los colonizadores en el año 1548. En aquel tiempo aún corría en el fondo del cañón un río llamado Choqueyapu, rico en oro y que fue explotado por los españoles. Hoy en día se ha convertido en una enorme alcantarilla y discurre bajo la calle principal, la avenida El Prado.
Hace unas décadas, el aumento de la población y la llegada de miles de campesinos que acudían a la ciudad en busca de una vida mejor fue el germen para la formación de un nuevo asentamiento en lo alto del cañón donde se ubica La Paz. Esta nueva población se llama El Alto y en la actualidad tiene más de un millón de habitantes. Su crecimiento ha sido espectacular en pocos años. Miles de bolivianos dejan sus pueblos atraídos por el crecimiento económico y acaban en El Alto, donde el 75% vive por debajo del umbral de la pobreza.
Recorrer el Alto es una experiencia difícil de explicar. Miles de casas de ladrillo sin acabar, calles sin asfaltar, ninguna o escasa iluminación nocturna y un tráfico infernal. Es habitual leer pintadas en las paredes de las casas tan sorprendentes como éstas: «ladrón pillado será quemado vivo», «auto sospechoso será quemado». El Alto, además de tener el aeropuerto más alto del mundo, a 4000 metros de altitud, ostenta otro récord mucho menos conveniente y es el de ser una de las ciudades más peligrosas del planeta.

La Paz
Qué ver en La Paz
1.- Mi teleférico
Una ciudad con una ubicación tan especial necesitaba un servicio de transporte adaptado a esa idiosincrasia. El tráfico en la ciudad es infernal y subir hasta El Alto puede llevar mucho tiempo debido a los atascos y a las cerradas curvas que ascienden la montaña. Por ello se estudiaron proyectos que ayudaran a comunicar los barrios altos y bajos y el resultado son las líneas de teleféricos que recorren la ciudad y que empezaron a funcionar en el 2014. El proyecto es muy ambicioso ya que incluye 11 líneas que formarán un anillo para comunicar todos los barrios. En la actualidad están en funcionamiento 3 líneas. Os dejamos aquí un plano en pdf de las líneas de MiTeleférico.
Nosotros hicimos un viaje en las líneas roja y amarilla. Ambas tienen espectaculares vistas de la inmensa colmena que es La Paz. La gente nos contó que estaban encantados con el teleférico, que les había mejorado mucho la vida evitando los atascos que hay para llegar a El Alto.
Debido a la orientación de ambas líneas es mejor hacer el recorrido por la tarde, ya que la luz ilumina las altas montañas circundantes. Para los amantes de la fotografía, la mejor hora es el atardecer.
- Línea roja: la más cercana al centro. Andando son 15 minutos desde la Plaza San Francisco, cuesta arriba, eso sí. La línea roja pasa a escasos metros de muchas de las casas enclavadas en la falda de la montaña. Al final del recorrido hay un centro comercial y un pequeño mirador. Sin embargo las vistas son mejores desde las cabinas del propio teleférico.
- Línea amarilla: Se puede tomar el teleférico en la estación del barrio de Sopocachi. Al final del recorrido no hay ningún mirador. En esta zona impresionan los miles de peldaños de escalera que cubren la ladera hasta El Alto.
Para montar en el teleférico es necesario comprar un billete simple en la misma estación.
Tienen horarios muy amplio
Roja: 6 a 23h. Domingo 7 a 21h
Amarilla y verde: 6:30 a 23:30
Nuestra valoración ★★★★★
El mejor modo de ver La Paz en toda su extensión

Teleférico La Paz
2.- Centro histórico
La Paz no tiene un centro histórico bien delimitado como ocurre en Sucre o Potosí. Los edificios coloniales están rodeados de otros muchos edificios modernos y los escasos lugares de interés están separados entre sí. No es agradable pasear por sus calles ya que las aceras son estrechas, el tráfico es intenso y hay mucha contaminación.
Quizás la mejor manera de visitar La Paz y conocer algo más sobre ella sea hacer un recorrido a pie guiado.

Cholas de La Paz

Cholas de La Paz
3.- Iglesia y convento de San Francisco
La Plaza de San Francisco es lugar de reunión y visita obligada al llegar a La Paz. Allí se encuentra la hermosa Iglesia de San Francisco, construida en el s XVIII, con una impresionante fachada de estilo barroco. El interior también de estilo barroco tiene un hermoso retablo de pan de oro. A la derecha de la puerta principal del templo se encuentra el convento y museo de San Francisco, dentro del cual pueden visitarse claustros, jardines y el museo del convento. Nosotros no pudimos acceder al museo porque lo pospusimos para el domingo por la tarde y estaba cerrado.
La Plaza bulle de actividad a cualquier hora del día. Allí podreis ver paseando a las «cholas», mujeres que visten con el traje tradicional de la Paz, fácilmente reconocibles por llevar unos gorros en un equilibrio que parece imposible.
Nuestra valoración ★★★★✰
El edificio más bonito de La Paz

Iglesia de San Francisco

Cholas de La Paz
4.- Mercado de las brujas
Muy cerca de la Plaza San Francisco se encuentra este curioso lugar con un nombre muy llamativo. Aunque el nombre es un poco engañoso ya que el mercado no lo es en realidad. Lo que se llama mercado de las brujas son un puñado de tiendas dedicadas a la hechicería, y a la venta de pócimas, plantas medicinales, elementos destinados a la celebración de ritos, etc, rodeadas de otras muchas tiendas de artesanía y recuerdos para turistas.
Si entráis en uno de estos locales que exhiben fetos de llama disecados o pócimas para toda ocasión, posiblemente no entenderéis nada de lo que veáis, lo mejor es hacer un recorrido guiado en el que os explicarán para que sirve cada cosa que se vende allí dentro. Si lo hacéis así, la visita será mucho más instructiva e interesante.
Las calles Sagárnaga y Linares son el centro de este mercado.
Nuestra valoración ★★★✰✰
Un lugar muy interesante si haces una visita guiada

Fetos de llamas disecadas en el mercado de las brujas

Articulos de hechicería en el mercado de las brujas
5.- Plaza Murillo
Un poco más alejado de la Plaza San Francisco se encuentra esta amplia plaza repleta de palomas y donde se pueden visitar edificios tan importantes como la catedral de La Paz, construida en 1836 de estilo neoclásico.

Catedral de La Paz
6.- Calle Jaén
La calle colonial mejor conservada de La Paz. Una callecita estrecha y repleta de museos de todo tipo. Allí también se encuentran varios locales en los que hay reuniones para tratar un asunto tan curioso como los sucesos extraños y paranormales que supuestamente ocurren en esta zona.
Si os situáis al final de la calle podréis ver una buena imagen del pasado y el presente de la ciudad: Las casas coloniales en primer plano y al frente los miles de edificios de ladrillo y sin acabar de El Alto. Ahí fue donde el guía nos contó la razón por la cual en La Paz las casas se dejan sin acabar mientras que en Sucre los edificios están pintados de un blanco inmaculado. La razón no es otra que el pago de impuestos. En Sucre pagan menos impuestos las casas bien cuidadas y pintadas de blanco, mientras que en La Paz las casas pagan menos mientras están en construcción, por lo que las dejan a medias de hacer eternamente.
Nuestra valoración ★★★✰✰
La calle colonial mejor conservada de la ciudad
7.- Cárcel de San Pedro
Única en el mundo, en esta cárcel reina la anarquía. El estado no se ocupa del mantenimiento de la prisión ni de la manutención de los presos. Son las familias las que llevan comida al interior de la cárcel. Incluso algunos familiares se van a vivir allí con el encarcelado.
Según nos contó el guía, algunos presos pudientes salen y entran en la cárcel cuando quieren ya que tienen comprados a los guardias de la puerta. En el interior, la ley es la del más fuerte y nadie controla desde el exterior lo que pasa dentro.
Hace unos años se hacían visitas guiadas a la cárcel, hasta que un turista se quedó atrapado unos días en el interior. Ya no se permiten, y la verdad es que nosotros no entendemos que nadie se meta allí voluntariamente, a no ser que a uno le gusten las experiencias extremas.
Dónde alojarse en La Paz
Hay dos zonas principales donde alojarse en la ciudad:
- El centro, cerca de la Plaza San Francisco
- En el barrio de Sopocachi.
Leímos muchas opiniones en contra de alojarse en el centro, por la contaminación y porque es una zona peligrosa por la noche. Por el contrario, Sopocachi es un lugar tranquilo, relativamente seguro y más agradable.
Aunque todas esas opiniones son ciertas, la realidad es que es mucho más cómodo y útil alojarse en el centro, aunque por las noches no sea muy seguro ni sea agradable por el día. Pero, todas las excursiones, agencias de viajes y sitios útiles para el viajero están allí.
Si os alojáis en Sopocachi las agencias no os irán a buscar cuando vayáis a la carretera de la muerte, o a Tiwanaku, o cualquier otro lugar. Incluso la estación de autobús está lejos. Para ir al centro hay taxis y son muy baratos, pero por la mañana temprano es difícil encontrar uno.
Por todo ello, creemos mucho más conveniente alojarse en el centro, aunque no sea una zona agradable ni bonita ni segura de noche.