Verona es una de las ciudades más bellas de Italia. Tiene tantos lugares que ver que al menos necesitarás 1 día muy intenso o mejor 2 días para recorrer lo mejor de esta romántica ciudad. Pero si hay algo que nos enamoró de Verona fueron sus magníficas iglesias, todas impresionantes pero cada una de ellas distinta. En este artículo te hablamos de las 4 iglesias imprescindibles que tienes que incluir en tu itinerario de viaje por Verona.
¿Se pueden visitar gratis las iglesias de Verona?
Aunque durante las horas de misa es posible entrar sin pagar en las iglesias de Verona, para hacer un recorrido turístico tienes que pagar una entrada. Pero la buena noticia es que hay dos pases que te permiten visitar las 4 iglesias por un módico precio.
La primera opción es la Verona Card, una tarjeta que da acceso a los lugares más importantes que ver en Verona. Es una de las tarjetas más rentables que hemos visto en nuestros viajes, ya que visitando 2 o 3 de los lugares más famosos de Verona habrás amortizado el precio. Además, con esta tarjeta podrás viajar en el transporte público de la ciudad.
Pero si no quieres comprar la Verona Card, hay otra opción y es el pase que da acceso a estas 4 iglesias de las que os hablamos. Se puede comprar en la primera iglesia que visites y el precio es muy interesante. Tienes toda la información sobre horarios y precios en la página de La associazione chiese vive.
Mapa de las iglesias imprescindibles que ver en Verona
1. Iglesia de San Fermo Maggiore
A orillas del río Adige y muy cerca de uno de los puentes que lo cruzan se encuentra esta maravillosa iglesia de estilo gótico que esconde un secreto en su interior. Este secreto no es otro que una iglesia románica en el nivel inferior construida en el siglo X. Así pues, San Fermo Maggiose son dos iglesias en una, y a cual más interesante.
El exterior de la iglesia es muy peculiar ya que las paredes alternan el ladrillo y el mármol. Pero es el interior de ambos templos el que nos deja con la boca abierta. La iglesia superior tiene un techo de madera fascinante que parece un barco invertido. Las paredes están cubiertas por completo con frescos que te recomendamos que recorras con calma.
Cuando hayas paseado sin prisa por la iglesia gótica, desciende al piso inferior para descubrir una pequeña y oscura nave que fue construida en el siglo X y XI. Aún conserva algunos frescos originales en las paredes que son impresionantes.
La inusual belleza de este conjunto religioso hacen que la iglesia de San Fermo Maggiore sea uno de los lugares imprescindibles que ver en Verona.
2. Iglesia de Santa Anastasia
Visitamos ahora la iglesia más grande que puedes ver en Verona, construida en estilo gótico. Se comenzó a levantar en el siglo XIII bajo el auspicio de la familia Scaligeri y otras familias veronesas, pero las obras se alargaron durante más de dos siglos y en realidad la fachada nunca fue terminada. En el lugar donde está ubicada la iglesia había en la época paleocristiana un templo dedicado a Santa Anastasia, de ahí el nombre del actual templo.
La fachada exterior es bastante sobria, pero que esto no te desanime para ver el interior porque es una maravilla que te animamos a descubrir. Las tres naves de la iglesia están sustentadas por 12 impresionantes pilares de mármol rojo y el techo es fascinante.
Antes de abandonar la iglesia, fíjate en la base de las columnas que están más cerca de la salida, ya que están sujetadas por unos curiosos y extraños jorobados de piedra.
3. Duomo de Verona o Catedral de Santa María Matricolare
La catedral de Verona es, de las cuatro iglesias que os recomendamos visitar, la que menos nos impresionó. Quizás porque el estilo de su interior, muy recargado no es objeto de nuestra devoción. Pero aún así, el duomo tiene algunos detalles que hacen que su visita sea interesante.
En este lugar existieron en época romana y paleocristiana varios templos dedicados al culto. La iglesia se comenzó a levantar en estilo románico pero sufrió muchos cambios a lo largo de los siglos. Un gran terremoto en 1117 destruyó gran parte del edificio.
El interior del Duomo de Verona sorprende por la profusión de decoración, que data de siglos posteriores a su construcción original. Las paredes están llenas de frescos y cuadros que cubren cada centímetro. Si te gusta el barroco y el estilo recargado, ésta es la iglesia que no te puedes perder.
4. Basílica de San Zeno o San Zenón
La basílica de San Zeno es uno de los monumentos más impresionantes que ver en Verona. Esta iglesia de estilo románico es de las más bellas del norte de Italia. Fue construida sobre los restos de otro templo erigido como lugar de enterramiento de San Zeno, obispo de Verona en el siglo IV. Este templo primitivo sufrió muchos cambios hasta que se comenzó a erigir la basílica en el siglo XI.
Pero volvamos al presente para admirar la belleza del exterior de este templo. La decoración a rayas formada por piedra de toba y ladrillo, unido a detalles como el magnífico rosetón de influencia gótica de la fachada, hacen de esta basílica un lugar único en Verona. Antes de entrar a la iglesia fíjate en las dos torres que hay a cada lado de la fachada. A la derecha se encuentra el campanario del siglo XII y a la izquierda la torre de lo que queda del monasterio del siglo XIII.
Si el exterior es fascinante, el interior nos deja sorprendidos nada más entrar en la nave central por su belleza y su grandiosidad.
La basílica está formada por tres niveles, en la parte superior está el presbiterio que en tiempos pasado estaba destinado a los nobles y el clero. En la parte media está la nave por la que se accede al templo y en la inferior la cripta construida en el siglo X. Desde la nave central se tiene una visión general de los tres niveles del templo. Esta gran nave está cubierta con un precioso techo de madera que simula un barco invertido.
La cripta, a diferencia de lo que ocurre en otras iglesias, se puede ver desde la nave central. Precisamente en esta cripta se supone que se casaron Romeo y Julieta, un lugar muy romántico que en la actualidad alberga el sarcófago descubierto de San Zeno en el que se puede ver su momia tapada con una máscara de plata.
Y para finalizar la visita a San Zeno, te animamos a que te acerques a la puerta principal de la basílica que en la actualidad está cerrada ya que se accede por un lateral y por el claustro. Desde el interior de la iglesia pueden verse los 48 paneles de bronce diferentes que componen esta espectacular puerta del siglo XI-XII y que están decorados con escenas de la vida de San Zeno.
todas hermosas…..tratare de visitarlas. Muchas gracias!!!
Son de lo mejor que vas a ver en Verona, y eso que tiene muchos lugares espectaculares