La ciudad italiana de Bolonia es conocida por su afamada universidad, una de las más antiguas de Europa, por su centro histórico y por sus famosos pórticos declarados Patrimonio mundial por la Unesco. Pero Bolonia cuenta con otros muchos atractivos y es fácil de recorrer a pie, lo que la convierte en un lugar perfecto para una escapada de fin de semana. Para que puedas ver Bolonia en dos días y no te pierdas nada, te proponemos este recorrido a pie por el centro de la ciudad.
Guía de viaje a Italia
La ciudad de Bolonia
Situada en el centro norte de Italia, es la capital de la región de Emilia Romaña. Esta región es conocida por su gastronomía, desde el queso parmesano hasta la mortadela de Bolonia, pasando por la salsa que nosotros conocemos como Bolognesa o el vinagre de Módena. Todos estos deliciosos productos son típicos de la región, de ciudades como Parma, Módena o la misma Bolonia.
Cuando leáis información sobre Bolonia, encontrareis tres de los nombres por los que se la conoce, la dotta, la rossa y la grassa. La Dotta por su Universidad, la rossa por el color de sus edificios y tejados y la grasa por la deliciosa gastronomía de la zona.
Además, Bolonia tiene la ventaja de estar muy bien comunicada por tren, por lo que es fácil visitar algunas poblaciones cercanas como Módena, Ferrara, Parma, Ravena o incluso Padua y Verona. Para comprobar horarios, precios y duración de trayectos ahorra tiempo usando un buscador como Omio, donde además puedes comprar los billetes con antelación.
Recorrido a pie por el centro de Bolonia

Recorrido para ver Bolonia (aquí tienes el MAPA INTERACTIVO)
1.- Puerta Galliera
Nuestra ruta comienza en la estación central de Bolonia. Nos hemos alojado en un hotel muy cerca de la estación y a pocos minutos andando del centro, el hotel NH Bologna de la gare.
Justo al lado hay una monumental puerta llamada Puerta Galliera. Esta puerta era una de las muchas que había en Bolonia cuando la ciudad estaba rodeada de murallas. Aunque su origen es medieval, fue reconstruida muchas veces a la largo de su historia. En el siglo XX las murallas de Bolonia fueron derribadas, quedando en pie y aisladas algunas de sus puertas, entre ellas la puerta Galliera. Desde aquí nos dirigimos hacia el centro de la ciudad por la vía Independencia. Esta animada calle comercial se convierte en peatonal los fines de semana. Nada más tomar la calle nos encontramos los primeros pórticos de Bolonia.

Puerta Galliera
2.- Los Pórticos de Bolonia
Nada más y nada menos que 40 kilómetros de pórticos forman parte del centro de Bolonia. Estos pórticos tienen su origen en la Edad Media y comenzaron a construirse por una necesidad urbanística. La población de Bolonia aumentaba a tal ritmo que era imposible albergar a tanta gente en el centro. La idea fue hacer soportales de madera a una altura que permitiera pasar un caballo y su montura y sobre ellos ampliar las viviendas.
Poco a poco estos pórticos se integraron en la manera de construir en Bolonia y casi todas las calles de la ciudad pueden recorrerse debajo de ellos. Fueron declarados Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2021. Se conservan algunos muy antiguos, de madera, como el que se puede ver cerca de la casa Isolani, o el pórtico más largo del mundo con 3,7 kilómetros que lleva hasta el santuario de San Luca. Pero de ellos hablaremos más adelante.
Tras unos pocos minutos andando bajo estos pórticos, vemos un pequeño parque a nuestra izquierda con una estatua de Garibaldi. Giramos por esa calle para buscar nuestro primer destino del día.

Porticos en Via Independencia
3.- La Finestrella
En la ciudad de Bolonia había un sistema de canales para el transporte de mercancías en la época medieval. Unos canales que han desaparecido o se han soterrado casi por completo. En la actualidad solo quedan vestigios de lo que fue este sistema de transporte siglos atrás.
Para ver este pequeño canal os podéis acercar hasta la Finestrella, una ventana que muestra una imagen muy fotogénica del canal. Tanto es así, que los fines de semana hay filas de varias decenas de personas esperando para hacer la tan ansiada foto. Si vais por la noche, probablemente no encontréis tanta afluencia de gente.
Seguimos nuestro camino por el centro de Bolonia, callejeando por este pintoresco barrio en el que encontramos algunos pórticos antiguos de madera, casas torres como la Torre Prendiparte que es la segunda más alta de Bolonia y la catedral de Bolonia.

Canales de Bolonia
4.- Catedral de San Pedro
La entrada a la catedral está encajonada entre algunos edificios de la Vía Independencia. Su fachada de color anaranjado no parece que esconda el gran espacio interior de este templo religioso. Aunque su origen se remonta al siglo XII, la construcción actual data del siglo XVIII. El interior sorprende por la gran nave central, aunque en nuestra opinión no es una de las iglesias imprescindibles que ver en Bolonia.
Se puede subir a la torre campanario de 70 metros de altura, pero concertando una visita previa guiada. No se puede subir si no vas acompañado, por lo que salimos de la catedral y continuamos nuestro recorrido a pie por Bolonia.

Plaza, via Independencia y catedral de San Pedro
5.- Plaza Maggiore, la plaza mayor de Bolonia
Solo unos metros separan la catedral de este espacio urbano impresionante que conserva el aspecto que tenía en época medieval. Alrededor de la plaza están situados algunos de los edificios más interesantes de Bolonia: la Basílica de San Petronio, el Palacio del Podestá, el Palacio del rey Enzo, el Palacio comunal y la fuente de Neptuno.
» Estatua de Neptuno
Esta colosal estatua del dios Neptuno nos recibe nada más llegar a la plaza. Hay dos detalles muy curiosos en torno a la historia de esta escultura realizada por Giambologna. Uno de ellos tiene que ver con el tridente que porta, que ha sido utilizado desde su fundación en Bolonia en 1914 por la marca de coches Maseratti.
Pero, quizás, la historia más comentada de esta escultura no se refiere al tridente sino a los atributos sexuales de Neptuno. El escultor quería hacer una obra marcadamente erótica y prueba de ello son las ninfas que acompañan a Neptuno. Pero con la iglesia hemos topado… Giambologna no pudo poner a Neptuno unos genitales más grandes y se tuvo que conformar con hacer un juego visual con el pulgar de la estatua, que visto desde una esquina de la plaza no parece un dedo sino sus genitales.

Plaza Maggiore, estatua de Neptuno y palacio del rey Enzo a la derecha
» Palacios de la Plaza Maggiore
A la izquierda de la estatua, nada más entrar en la plaza, está ubicado el palacio del rey Enzo, construido en el siglo XIII.
Anexo al palacio, que sirvió de prisión al rey Enzo, está el Palacio del Podestá que fue utilizado como sede del tribunal de la ciudad. Este edificio es fácilmente reconocible por la torre medieval que aún conserva, llamada Torre del Arengo.
Frente al Palacio del rey Enzo, hay varios edificios históricos, entre los que destaca el Palacio d’Accursio que alberga el ayuntamiento de Bolonia.
Y cerrando la plaza por el extremo sur, uno de los monumentos más impresionantes de cuanto pudimos ver en Bolonia, la Basílica de San Petronio.

Palacio Enzo, Torre Arengo y palacio Podestá

Palacio Daccursio
» Basílica de San Petronio
La fachada de esta basílica os sorprenderá nada más entrar en la plaza. Parece una obra inacabada, y en realidad lo es. Este templo religioso iba a convertirse en la mayor iglesia de la cristiandad, por delante de San Pedro del Vaticano. Pero, de nuevo, la iglesia puso sus condiciones y bloqueó la construcción de la basílica para que no fuera así. Por ello, se ven las paredes laterales sin acabar y la fachada a medias de decorar. A pesar de estos impedimentos, sus dimensiones son grandiosas, siendo una de las iglesias más grandes del mundo. Su construcción comenzó en 1390, pero a lo largo de varios siglos fue remodelada y ampliada.
Se puede visitar y la entrada es gratuita. En el interior de la basílica de San Petronio no dejéis de admirar el meridiano solar del astrónomo Giovanni Domenico. Esta línea en el suelo, de gran belleza, sirvió para demostrar el movimiento de la tierra esférica.
Salimos de la basílica y giramos por la calle que sale a la derecha, para dirigirnos hacia otra de las joyas que ver en Bolonia.

Exterior de la basílica de San Petronio

Interior basílica de San Petronio

Basílica de San Petronio

Detalle interior
6.- Palacio Archiginnasio
Este edificio fue la sede de la Universidad de Bolonia desde su construcción en el siglo XVI hasta principios de 1800. Por su escalinata han pasado miles de estudiantes a lo largo de los siglos. Se puede visitar libremente el bonito patio interior y la escalinata, pero para acceder al interior hay reservar y comprar la entrada del Archiginnasio. Si vais en sábado, acordaos de hacer la reserva, porque suele estar completo y los domingos no abren. En el interior se recorre el teatro anatómico y la biblioteca que conserva libros desde hace siglos.
Salimos del palacio, pero en lugar de continuar bajando la calle donde está situado, vamos a volver sobre nuestros pasos para ir al lugar más impresionante y sorprendente de Bolonia, las torres medievales.

Palacio Archiginnasio
7.- Torres medievales de Bolonia, Asinelli y Garisenda
Al ver las torres de Bolonia no podemos dejar de pensar en los rascacielos actuales. Parece mentira que en época medieval construyeran estas altísimas torres, que no tenían una función clara. En Bolonia se dice que había cerca de 200 torres de este estilo, aunque en la actualidad solo quedan 22 de ellas. De algunas solo quedan vestigios, mientras que otras se han conservado tal y como fueron construidas. Este es el caso de las torres Asinelli y Garisenda.
» Torre Asinelli
Es la torre más alta de Bolonia, con sus 97 metros de altura. El interior se conserva tal y como era en época medieval, con 498 peldaños que conducen a lo alto de la torre. Parece ser que la función de estas torres era puramente demostrar el poder de la familia que la construía, ya que no servía como vivienda.
Para subir a la torre Asinelli es necesario hacer una reservar sobre todo si visitáis Bolonia en fin de semana. ¡¡Y unas buenas piernas para ascender casi 500 peldaños!!.
» Torre Garisenda
Justo al lado de Asinelli hay otra torre más baja, de 48 metros de altura y que cada día está más inclinada. De hecho, la zona está acordonada por el riesgo de caída. Esta torre ha aguantado inclinada varios siglos, esperemos que siga así.

Torre Asinelli (la mayor) y Garisenda
8- Iglesia San Bartolomé y Gaetano
Dejamos atrás las famosas torres de Bolonia. Al lado de las torres hay una intersección de calles, una de ellas conduce a la Plaza de la mercancía con bellos edificios como la casa Seracchioli.
Pero en lugar de tomar esta calle, nos dirigimos hacia la calle Maggiore. Pocos metros más adelante encontramos una puerta algo escondida que encierra una de las iglesias que puedes ver en Bolonia, la Iglesia de San Bartolomé y Gaetano.

Iglesia de San Bartolome y Gaetano
9.- Pórticos de Bolonia
Luego seguimos caminando hasta encontrar uno de los pórticos más bellos de Bolonia. Un pórtico original de madera que da acceso al restaurado Palacio Isolani que hoy en día alberga restaurantes y tiendas. Lo cruzamos y llegamos a otro de los lugares imprescindibles que ver en tu viaje a Bolonia, la basílica de Santo Stefano.

Portico de madera original

Acceso palacio Isolani
10.- Plaza y basílica de Santo Stefano
Esta animada plaza acoge los fines de semana un mercadillo de cosas antiguas, por lo que está a rebosar de gente. Pero, no visitamos la plaza para comprar, sino para ver la basílica de Santo Stefano, conocido como “las 7 iglesias de Bolonia”. La basílica está compuesta por varias iglesias medievales unidas por pasillos y patios, de forma que parece un solo recinto religioso. Una visita que merece la pena hacer con calma.
La más impresionante del conjunto es la Iglesia del Santo Sepulcro, una réplica de la de Jerusalén y que sorprende por su diseño circular. Se cree que la fundación de esta iglesia data del siglo V, aunque por supuesto ha sufrido muchos cambios y reconstrucciones a lo largo de su historia.

Basílica de Santo Stefano

Iglesia Santo Sepulcro en la Basílica de Santo Stefano
Abandonamos la plaza por las callejuelas que salen del extremo contrario por el que hemos accedido a la plaza. Pocos minutos nos separan de la Plaza Cavour, donde vamos a hacer una parada para tomar una delicioso helado en la Cremeria Cavour.
Detrás de la Plaza Cavour se encuentra nuestro siguiente destino.
11.- Basílica de San Domenico
La basílica de San Domenico es interesante por dos razones. Una de ellas es que alberga la tumba de Santo Domingo de Guzman, fundador de la orden de los dominicos y que murió en Bolonia en 1221. Se puede visitar el arca de mármol en el que descansan sus restos.
El otro motivo es ver uno de los trabajos iniciales de un joven Miguel Ángel, que colaboró esculpiendo una de las esculturas de la tumba.
El exterior de la basílica es curioso. Además de estar pavimentado con piedras de río como se hacía en la Edad Media, sirve como lugar de enterramiento. Se pueden ver dos tumbas elevadas que pertenecen a un notario de Bolonia y a un maestro de derecho canónigo de los siglos XIII y XIV.

Basílica San Domenico

Interior Basílica San Domenico

Arca de mármol

Tumbas en el exterior de la basílica San Domenico
Nuestro recorrido por Bolonia continúa pero toca descansar un poco después de tanta caminata. Vamos a tomar el autobús 30, cerca de la Plaza Cavour para dirigirnos al mirador San Michele in Bosco, que nos va ofrecer una vista panorámica de Bolonia.
12.- Mirador San Miguel in Bosco
Aunque las vistas desde aquí no son espectaculares, el desvío en autobús no lleva mucho tiempo y es una manera diferente de disfrutar de Bolonia. Desde aquí, se ven las altas torres medievales y los tejados rojos de la ciudad.
San Miguel in Bosco es una pequeña iglesia a la que pudimos acceder solo unos minutos porque estaban cerrando, y que no nos pareció que tuviera mayor interés.
Regresamos al centro de la ciudad caminando. Nos dirigimos callejeando hacia nuestra izquierda para llegar a una de las puertas que se conserva de las antiguas murallas de Bolonia.

Bolonia desde el mirador de San Miguel in Bosco

Interior de la iglesia San Miguel in Bosco
13.- Puerta Saragozza
Bolonia estaba rodeada de murallas desde el siglo III, aunque apenas quedan vestigios de esa época. Solo se mantienen en pie algunas puertas, la más conocida, la puerta Saragozza. Aunque esta puerta no es especialmente interesante, es famosa porque es el punto de inicio de los pórticos que conducen al Santuario de Nuestra Señora de Luca.
14.- Pórtico de San Luca
Casi 4 kilómetros de pórticos unen la puerta Saragozza con el Santuario de Nuestra Señora de Luca. Fueron construidos entre 1674 y 1739 y son los pórticos más largos del mundo. Los pórticos tienen 666 arcos y al final del recorrido hay 15 pequeñas capillas.
La ventaja de estos pórticos es que es posible subir hasta el santuario en cualquier situación climática, ya que los 3,7 kilómetros están cubiertos. La desventaja de subir andando…que la última parte es muy empinada y son todo escaleras.
Nuestro consejo, y así lo hicimos, es tomar el autobús 58 que te lleva hasta el santuario y luego bajar caminando que es mucho más agradable. El autobús 58 es muy pequeño, así que tiene poca capacidad. Lo mejor es esperarlo en la primera parada que está en Villa Spada.
Nosotros habíamos pensado en subir andando, y caminamos justo hasta la parada de Villa Spada. Allí decidimos esperar el autobús… y acertamos!!.

Pórtico de San Luca
15.- Santuario de Nuestra Señora de San Luca
El santuario está situado en una colina de 300 metros, pero desde ella no se ve el centro de Bolonia. Cuando llegamos está repleto de gente esperando ver el atardecer.
Este templo es lugar de peregrinaje para venerar una imagen de la Virgen con el Niño, que según cuenta la tradición fue traída desde Cosntantinopla hasta Bolonia y subida en procesión hasta la cima del monte.

Santuario Nuestra Señora de San Luca
Y aquí acaba nuestro recorrido a pie por lo mejor que ver en Bolonia. Ahora solo nos queda bajar del pórtico de San Luca para dirigirnos al centro de la ciudad.
Cómo llegar al centro de Bolonia desde el aeropuerto
La ventaja del aeropuerto de Bolonia es que está a menos de 10 kilómetros de la ciudad. Esto hace que apenas se tarden unos minutos desde que desembarcas hasta que llegas a la estación central. Hay un tren llamado Marconi express que tarda unos 7 minutos en unir el aeropuerto y la ciudad. Pasa cada 7-15 minutos y el único inconveniente es el precio, algo elevado para la corta distancia que recorre. Los billetes se compran en las máquinas expendedoras en la misma estación del Marconi express, o incluso en el torno si tienes tarjeta contactless.
Otra opción es el autobús urbano, pero en ese caso el tiempo de viaje es bastante más largo y tiene el inconveniente del tráfico que puedas encontrar. Eso sí, es mucho más barato.
Dónde dormir en Bolonia
Nosotros elegimos el hotel NH Bologna de la gare, muy cercano a la estación central de Bolonia y a pocos minutos andando del centro. Fue todo un acierto. El hotel está recientemente reformado, es muy tranquilo y agradable y el desayuno es fantástico para empezar un día de caminata por la ciudad.
Lo bueno de alojarse en esta zona de la ciudad es que no tienes que moverte con la maleta al llegar del aeropuerto. Además, si vas a visitar alguna ciudad cercana tienes la estación de tren justo al lado.
Que ver en los alrededores de Bolonia en tren
Si tienes más de 2 días para visitar Bolonia te recomendamos que visites alguna de las ciudades de los alrededores, muy bien comunicadas por tren. Nosotros visitamos Módena y su espectacular catedral, a menos de 1 hora de trayecto. Pero también puedes llegar hasta Ravena, Ferrara, Parma o incluso Padua y Verona. En el buscador Omio puedes ver precios, horarios y duración del trayecto.