Milán no tiene la belleza de Verona, o el encanto de Venecia, pero tiene uno de los monumentos más espectaculares de Europa, su catedral gótica o Duomo. Solo por ver el Duomo de Milán merece la pena visitar esta ciudad del norte de Italia. Pero además del Duomo, Milán tiene otro muchos lugares interesantes que visitar y por ello en este artículo te contamos que ver en Milán en 2 días, por si quieres hacer una escapada de fin de semana.
Nuestra guía de viaje a Italia
Mapa con los lugares que ver en 2 días en Milán
Los sitios que te recomendamos visitar en un fin de semana en Milán, abarca desde lugares típicos e imprescindibles como el duomo, pero también otros curiosos como jardines verticales, una iglesia con un osario lleno de calaveras o un cementerio que parece un museo al aire libre.
Basado en nuestra experiencia hemos dividido todas las visitas que hay que hacer en Milán, distribuyéndolas en 2 días completos. Además con el mapa que te dejamos o con este mapa interactivo en Google Maps, es casi imposible que te pierdas algo. Si solo dispones de un día puedes leer nuestro artículo que ver en Milán en 1 día.
Ruta para ver Milán en 2 días
Es posible visitar lo mejor de Milán en un solo día, pero si quieres disfrutar con calma de esta vibrante y moderna ciudad italiana te recomendamos que pases al menos 2 días en ella. Nosotros estuvimos dos días y medio y fue tiempo más que suficiente para recorrer todos los lugares imprescindibles que ver en Milán. Otra opción si dispones de poco tiempo es hacer un free tour por Milán para hacerte una idea general de lo que ofrece la ciudad.
A–Día 1 en Milán
Como no podía ser de otra manera, comenzamos el día en la plaza del Duomo.
1.- Duomo de Milán
Imposible ver el Duomo de Milán y no quedarse maravillado con la belleza de este edificio religioso que tardó casi 5 siglos en construirse. Sin duda la catedral de Milán es una de las iglesias más espectaculares del mundo.
Te contamos muchas más cosas sobre el Duomo de Milán y cómo visitarlo en otra entrada del blog.
Terminada la visita a la catedral del Duomo, nos dirigimos hacia uno de los laterales de la plaza, allí nos espera otro de los lugares imprescindibles que hay que ver en Milán.
2.- Galería comercial Vittorio Emanuele II
Este pasaje comercial es uno de los más bellos y caros del mundo. En él vas a encontrar tiendas de marcas como Prada o Louis Vuitton. Pero nosotros no hemos ido a comprar, por lo que dejamos de lado los escaparates y paseamos admirando el pasaje cubierto con una bóveda de hierro y vidrio que fue construido a mediados del siglo XIX. Antes de salir de la galería nos paramos bajo la bóveda central para ver un mosaico que representa los continentes.
Si tenéis hambre en este momento, os recomendamos una parada en un local llamado Luini, que queda muy cerca de la galería, para probar sus famosos panzerotti, similar a una empanadilla. ¡Están buenísimos!.
Salimos de la galería comercial Vittorio Emanuele II por la parte contraria por la que entramos, para llegar a un lugar famoso en el mundo entero.
3.- Teatro de la Scala
La Scala de Milán es un teatro conocido mundialmente, aunque su exterior es muy sobrio. No os esperéis un gran edificio como la Opera de París, Viena o el Teatro Teal de Madrid. El teatro de Milan está un poco encajonado en la plaza de la Scala y no tiene una fachada acorde con su fama.
Si no puedes asistir a ninguna representación, siempre puedes hacer una visita guiada por el teatro de la Scala.
Abandonamos la plaza de la Scala por la vía santa Margherita que nos lleva de nuevo a la plaza del Duomo. A mano izquierda hay una plaza escondida muy interesante.
4.- Plaza Mercantile
Esta tranquila y pintoresca plaza está rodeada de bellos palacios medievales y un espacio elevado en medio que hacía las veces de mercado cubierto en la Edad Media. Justo bajo este techo se produce un hecho curioso, si te pones en una esquina y hablas contra la pared, otra persona puede escuchar perfectamente lo que dices en el otro extremo del arco. ¡¡Probarlo!!
Salimos de la plaza por un callejón bajo uno de los palacios y llegamos a la calle Orefici. Pocos metros más allá hay un Starbucks… ¿momento de tomar un café?, no, pero sí es el momento de conocer uno de los locales más extraordinarios de esta marca.
5.- Starbucks Reserve de la Piazza Cordusio
Aunque no te guste el café ni seas amante de Starbucks, te recomendamos que entres en este edificio que era una antigua oficina de correos. Aparte de disfrutar de la arquitectura del local, podrás ver como tuestan y empaquetan directamente el café.
Luego nos dirigimos hacia una de las vías más comerciales que podemos ver Milán.
6.- Vía Dante
La vía Dante está repleta de restaurantes turísticos, tiendas de marcas internacionales y gente, mucha gente. Paseamos un rato por la calle viendo de frente el castillo Sforzesco, pero no nos dirigimos hacia allí ya que nos desviamos a la izquierda hasta nuestro siguiente destino. El castillo lo veremos mañana.
7.- Museo Santa Maria delle Grazie
Incluimos en este recorrido este lugar porque está más o menos cerca de nuestro siguiente punto de la ruta. Pero por desgracia no pudimos conseguir entradas para ver el cuadro de Da Vinci, “la Última Cena” expuesto en este lugar. Cuando decidimos viajar a Milan ya no quedaban entradas para las próximas 4 semanas.
Las entradas se pueden comprar en el sitio oficial (el más barato). Si no quedan, puedes intentarlo con una visita guiada para ver La Ultima Cena o incluso unirlo a un tour por Milan pero es bastante más caro.
8.- Basílica de San Ambrosio
¿Sabes lo que es el estilo románico lombardo?. Nosotros tampoco lo sabíamos antes de ver esta basílica construida en el siglo XI en este particular estilo. Estamos en la región de Lombardía, de ahí el nombre que tomó este románico que se caracteriza por ser edificios muy simples, construidos con materiales pobres, sin apenas ornamentación ni decoración escultórica. La basílica de San Ambrosio es uno de los máximos exponentes de este estilo del norte de Italia, junto a la iglesia de Zenon en Verona, la catedral de Parma o la espectacular catedral de Módena.
La basílica de San Ambrosio tiene una historia aún más antigua ya que la primera iglesia consagrada en este lugar data del año 387. Pero de esa primitiva construcción apenas queda nada. Lo que vemos hoy en día nos sorprende por su aspecto poco común, con dos torres de ladrillo diferentes completamente y un gran atrio o patio que da acceso a la interior de la basílica.
En el interior nos llama la atención dos cosas. Una de ellas el sarcófago de Stilicho, una joya realizada con mármol en el siglo XIV. Y en segundo lugar la presencia en la cripta de los esqueletos de algunos santos, estas calaveras son claramente visibles y no están tapadas con máscaras, solo vestidos con las mejores galas de los difuntos.
La basílica de San Ambrosio es poco conocida y frecuentada por los turistas, pero creemos que es uno de los lugares que visitar en Milán, por su original estilo exterior.
Caminamos unos minutos para llegar hasta nuestra siguiente parada en este primer día de recorrido por Milán.
9.- Columnas de San Lorenzo
Estas 16 columnas de mármol del siglo II d.C pertenecían probablemente a algún templo y fueron transportadas a este lugar para construir la basílica de San Lorenzo. Son de las pocas ruinas romanas que se conservan en la ciudad. Es curioso que apenas queden en pie restos romanos teniendo en cuenta que Milán fue capital del Imperio Occidental durante los siglos III y IV.
Las columnas corintias, de 8,5 metros de altura, están situadas en una plaza frente a la iglesia de San Lorenzo, que estaba cerrada durante nuestro recorrido por Milán.
Abandonamos la zona para dirigirnos caminando a uno de los lugares más curiosos que vais a visitar en Milán, los canales.
10.- Canales de Milán (Navigli)
¿Sabíais que en Milán hay canales como en Venecia?. Nosotros lo desconocíamos hasta que preparamos nuestro viaje a Milán. Nos acercamos hasta allí pensando que probablemente serían como los pequeños y escondidos canales de Bolonia. Pero no es así, en Milán hay dos canales bastante grandes y muy animados que merece la pena recorrer. Estos canales son Navigli el grande y Navigli Pavese que se alimentan del agua del río Ticino.
En la actualidad, la zona de los canales se ha convertido en un lugar de encuentro de turistas y milaneses, ya que ambos lados del canal grande están llenos de restaurantes, cafés y bares de copas.
Acaba nuestro primer día en Milán y volvemos en metro al hotel que hemos reservado. Un apartamento muy confortable y amplio (BB Hotels Aparthotel Desuite) situado a unos 15 minutos caminando de la estación de trenes y muy cerca del metro.
B – Día 2 de nuestra ruta para ver Milán en un fin de semana
Este segundo día en Milán nos va a llevar por lugares muy diferentes, una estación de trenes, un cementerio, una plaza futuristas e incluso una capilla llena de huesos. Pero vamos por parte y comencemos el recorrido por Milán.
1.- Estación Central Milán
Esta estación de tren fue inaugurada en 1931 y sustituyó a otra que había en el mismo lugar pero que se había quedado pequeña. El estilo arquitectónico es grandioso y exagerado, como no podía ser menos teniendo en cuenta que Mussolini quiso que representara el poder del fascismo que amenazaba ya con acabar con la paz en Europa.
Dejando ese pasado oscuro detrás, la realidad hoy es que la estación es impresionante. Sus techos abovedados y sus enormes cúpulas de cristal observan a millones de pasajeros que se mueven cada año por sus 24 plataformas.
Desde esta estación de tren es fácil llegar a ciudades cercanas como Verona, Parma, Bérgamo o incluso, en un viaje más largo, a las principales ciudades europeas.
Para visitar nuestro siguiente punto en la ruta por Milán vamos a tomar el metro, bajándonos en la estación Monumentale.
2.- Cementerio Monumental de Milán
¿Qué se ha nos ha perdido en un cementerio?. La verdad es que aunque los cementerios nos parecen a todos lugares tristes y desolados, hay interesantísimos y bellos cementerios repartidos por el mundo. Uno de ellos es el cementerio Monumental de Milan, construido en 1866.
La entrada al campo santo está justo al lado del metro. Nada más verlo nos sorprende la belleza de la construcción y su gran tamaño que desde fuera ya se adivina (250.000 metros cuadrados nada menos). En la puerta de acceso hay planos para poder llegar a las tumbas más conocidas o más espectaculares aunque lo mejor es perderse por los senderos que hay entre los mausoleos.
En el recorrido vemos estatuas impresionantes como la Ultima Cena, mausoleos enormes que parecen iglesias o templos y tumbas que son auténticas obras de arte. Llegamos hasta el final del cementerios que linda con la vía del tren y volveremos por otro camino. Tardamos algo más de una hora en recorrer este lugar tan interesante, que más que un cementerio parece un museo al aire libre. Sin duda es uno de los lugares que tienes que ver en Milán.
Y de un antiguo cementerio nos vamos a una plaza de diseño futurista, la plaza Gae Aulenti.
3.- Plaza Gae Aulenti
Aunque al principio dudamos un poco si visitar esta plaza que queda algo alejada del centro de Milán, fue un acierto incluirla en nuestro recorrido porque es un lugar muy especial. Una plaza resultado de un proyecto de rehabilitación de los barrios de esta zona de la ciudad. De hecho, aún hay varios edificios que están sin terminar y que probablemente albergarán oficinas.
Lo curioso de la plaza Gae Aulenti es que el centro está elevado unos metros sobre la calle y en los alrededores hay varios edificios interesantes.
- Los más curiosos son los dos bloques que albergan el bosque o jardín vertical. Ambos edificios están llenos de plantas y parecen una colina arbórea. Es cierto que en invierno los arboles están sin hojas y las torres son menos vistosas.
- En esta plaza se alza también el edificio más alto de Italia, el Unicredit Tower con 231 metros de altura.
4.- Calle Corso Como
Para volver al centro de Milán, tomamos la calle Corso Como, muy animada incluso por la mañana de un día de diario. Parte de esta calle es peatonal y a mitad de recorrido hay un mural en una pared que suelen cambiar y repintar cada cierto tiempo.
Tras una buena caminata llegamos a uno de los lugares imprescindibles que ver en Milán, el castillo Sforzesco.
5.- Castillo Sforzesco
Imposible no quedarse asombrado al ver el castillo Sforzesco, quizás por inesperado. La fachada de este castillo da una idea de su origen como fortaleza en el año 1368. Aunque poco queda de esa época, ya que ha sufrido muchas transformaciones a lo largo de su historia. La familia Sforza, que da nombre al castillo lo convirtió en un palacio ducal, más tarde pasó a manos españolas que le dieron un uso militar y con la llegada de Napoleón en 1800 el edificio fue parcialmente destruido, antes de que la Segunda Guerra Mundial acabase de dañarlo del todo. Afortunadamente fue rehabilitado tal y como lo vemos hoy en día.
Tras atravesar la puerta central, llegamos a un enorme patio central. Dentro del castillo hay varios museos, por lo que si quieres puedes visitar colecciones de arte antiguo, cuadros, piezas del antiguo Egipto, instrumentos musicales, muebles, artes decorativas…tienes donde elegir.
Si no quieres ver ninguno de los museos, puedes pasear gratis por los patios o bien hacer un free tour por el castillo Sforzesco para saber más cosas de este bello lugar milanés. Cuando hayas acabado la visita, puedes salir por la parte de atrás y recorrer el parque Sempione.
6.- Parque Sempione
Esta amplia zona verde es muy agradable en primavera o verano, pero nosotros viajamos a Milan en pleno invierno y no apetece mucho pasear con este frío.
Al fondo vemos el Arco della Pace, típico arco del triunfo, pero no nos dirigimos hacia allí, sino que salimos de nuevo del parque para caminar hacia uno de los barrios más pintorescos que vas a poder ver en Milán.
7.- Barrio de Brera
Te recomendamos caminar por las calles de este barrio milanés que tiene algunas iglesias interesantes, una de las pinacotecas más importantes de Italia y calles empedradas muy agradables para pasear. Los amantes del arte pictórico, en la pinacoteca podrán ver obras de Tintoretto, Tiepolo, Caravaggio o Canaletto. Hay visitas guiadas a la pinacoteca y al barrio de Brera.
Nosotros comenzamos el recorrido por el barrio de Breda visitando la basílica de San Simpliciano, que nos sorprende por la oscuridad de su interior y su bello y sencillo exterior construido con ladrillo. Muy cerca se encuentra la iglesia de San Marco, y unos metros más allá la Pinacoteca de Brera que ocupa un gran palacio. Nos dirigimos hacia la bonita calle Marco Formentini, empedrada y con casas de colores que nos conduce a la iglesia Santa María de Carmine, una de las iglesias más antigua que puedes ver en el centro de Milán. Este templo religioso construido en 1446 llama la atención por su color rojizo.
Y del tranquilo barrio de Brera, nos dirigimos hacia el barrio más “caro” de Milán, o al menos las tiendas que aloja en sus locales.
8.- Cuadrilátero de la moda
En este barrio, cerca de la calle Monte Napoleone, están todas las tiendas de lujo que puedas imaginar. Sus calles están repletas de marcas como Dior, Armani, Valentino, etc. Aunque el barrio es muy bonito, las aceras son tan pequeñas que no es muy agradable para pasear por lo que no pasamos mucho tiempo por allí, sobre todo porque no tenemos intención de hacer compras.
Al final del barrio llegamos a una plaza, San Babila, muy animada y con una bonita iglesia en un lateral. Tomamos el Corso Vittorio Emanuele II, con tiendas menos lujosas pero mucha gente de compras. Antes de llegar a la plaza del Duomo, giramos a la izquierda para llegar a la última parada de nuestro recorrido para ver Milán en 2 días.
9.- San Bernardino alle Ossa
Esta pequeña capilla está situada relativamente cerca del Duomo y merece la pena acercarse porque es muy curiosa. Su historia se remonta al siglo XIII, tiempos en los que el cementerio de la iglesia se quedó pequeño y tuvo que construirse un osario. Los huesos fueron colocados en las paredes de la capilla formando parte de la decoración y así han permanecido hasta ahora. Por ello, lo que que vais a ver es una pequeña y oscura sala llena de calaveras y huesos que recuerdan de alguna manera a la capilla de Evora, en Portugal (salvando las distancias, porque la capilla portuguesa es mucho más grande y espectacular).
Y en esta capilla tan macabra termina nuestra visita a Milán en 2 días.