Existe decenas de molinos y molinas esparcidos por la Islas Canarias y en concreto por la isla de Fuerteventura. Edificios singulares que han perdido ya su utilidad práctica de moler cereal, pero que captan tu mirada y atención de forma casi hipnótica. Y no solo eso, han sido declarados Bienes de Interés Cultural. Y que mejor forma de visitar algunos de estos molinos y molinas que aprovechando el camino que nos lleva desde Corralejo hasta la península de Jandía en el extremo sur de Fuerteventura.
En este artículo os dejamos un recorrido de Corralejo a Sotavento, que en unos 100 kilómetros de carretera os permitirá ver varios molinos, alguna molina y varios pueblos del interior de Fuerteventura que merecen una visita. Un recorrido de 100 kilómetros en coche que nos ocupará casi todo el día.
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Qué diferencia un molino de una molina
La estructura de un molino de Fuerteventura es similar a un molino de viento castellano. Tienen planta circular, dos o tres alturas y cuatro o seis aspas que son movidas por el viento. En la planta baja están las muelas que trituran el grano. Las plantas superiores sirven para guardar el grano y la harina. En la última planta está el engranaje que se puede orientar desde el exterior para encararlo al viento. Los molinos se introdujeron en Fuerteventura en los siglos XVIII-XIX.
Las molinas o molinos hembras, son posteriores (siglo XIX) y tienen un aspecto mucho más ligero. Su planta es rectangular y con una sola altura, lo que facilitaba el trabajo al no tener que subir y bajar los sacos de cereal. La estructura de molienda y las aspas son más pequeñas, lo que facilitaba el desmontaje y transporte en caso de que el molinero tuviera que migrar. Además aunque tenían menos fuerza que los molinos que molían grano crudo, las molinas trabajaban perfectamente con el grano tostado que constituye el gofio, uno de los platos típicos de las Islas Canarias.
Ruta por los molinos y molinas de Fuerteventura
1.- Molinos de Villaverde
Salimos de Corralejo y tras un corto recorrido de 15 km llegamos a nuestra primera parada, los molinos de Villaverde.
Aparcamos orillados en el camino porque no se aparca bien. Recorremos tranquilamente la explanada en la que se ubican los dos molinos de Villaverde, con su color blanco resplandeciente y sus cuatro aspas de madera. Tenemos la impresión de estar en la región de La Mancha por la similitud de estos molinos con los de la tierra de El Quijote.
Regresamos al coche y continuamos 3 km por la carretera hasta el pueblo de La Oliva.
2.- La Oliva
Para dar un paseo por La Oliva, aparcamos cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. Una bonita iglesia color blanco resplandeciente con una torre campanario de piedra volcánica negra y un par de retablos en su interior.
Luego nos acercamos a la Casa de los Coroneles a las afueras del pueblo. Una casa del siglo XVIII que alojó a los mandos militares durante años, de ahí su nombre, hoy convertida en museo (de pago). Una gran casa con dos plantas y torreones en sus extremos. Pegado a la Casa de los Coroneles hay varios edificios en ruinas y un volcán con forma cónica, perfecto como fondo para las fotos.
3.- Tindaya
Desde La Oliva vamos hacia Tefía y aunque solo son 16 km de carretera aprovechamos para acercarnos al pueblo de Tindaya. Sin embargo la parada es muy corta porque no nos parece especial y el volcán Tindaya no es el más bonito, al menos visto desde el pueblo.
4 y 5.- Molina y molino de Tefía
Ambos están a las afueras del pueblo. Primero visitamos la molina de Tefía con su planta cuadrada, sus paredes blancas con piedra volcánica y sus seis aspas. Tomamos nuevamente el coche para recorrer 1,2 km de pista en buen estado y llegar hasta el molino de Tefía. Está ubicado en una explanada y es mucho más grande que la molina, pero ambos son muy bonitos.
6.- Puertito de los Molinos
Decidimos hacer un pequeño desvío de la ruta principal para visitar el pequeño pueblo pesquero de Puertito de los Molinos. Desde el molino de Tefía son 8 km por carretera asfaltada.
Aparcamos en el pueblo, que supongo se llenará en temporada alta. La playa de arena es pequeña y está en el mismo pueblo. Caminamos un poco con la intención de ver la cueva o arco de el Puertito que hemos visto en fotos, pero todo está cubierto por el agua a pesar de estar en bajamar. No sabemos cuando se puede llegar hasta él o si las fotos están hechas desde una barca.
Al norte de el Puertito hay varias playas, pero la pista de acceso tiene mal aspecto para recorrerla con el coche que hemos alquilado, por lo que decidimos no ir.
7.- Molino de los Llanos de la Concepción
Tras comer en el Puertito de los Molinos nuestro siguiente destino no está muy lejos, a 14 km.
El molino de los Llanos de la Concepción está en mitad de un campo. No se aparca bien, pero dejamos el coche en la cuneta ya que los últimos metros de acceso es por una pista de tierra. El molino de planta redonda, como corresponde, y sus 6 aspas bien merecen la visita.
8- Antigua: su iglesia y su molino
Continuamos por carretera y tras 9 km llegamos a Antigua.
En el pueblo visitamos el exterior de la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, con sus paredes blancas combinada con roca volcánica marrón. La torre campanario termina en una cúpula semiesférica muy curiosa. Aunque no pudimos visitar el interior, merece la pena acercarse.
Luego vamos hasta el molino de Antigua, ubicado a las afueras del pueblo. Se puede ver por fuera, pero para entrar a su interior hay que comprar la entrada combinada para el jardín de cactus y palmeras, el interior del molino y el museo del queso majorero.
9.- Molino de Tiscamanita
Tras conducir 8 km llegamos al molino de Tiscamanita, que está dentro del centro de interpretación de los molinos. Para verlo y acceder al interior hay que pagar la entrada al centro/museo.
Y después de un día intenso visitando el interior de Fuerteventura nos dirigimos a la Playa de Sotavento. Allí hemos reservado nuestro hotel para pasar otros 5 días en la isla. Pero de todo esto os hablamos en otras entradas del blog.