¿Sabes que en Madrid permanece en pie un frontón de pelota vasca?. Sí, en el barrio de Chamberí y oculto tras una fachada neoclásica que podría parecer un edificio de viviendas se esconde el frontón Beti Jai, un magnífico ejemplo de los frontones que se pusieron de moda en la capital española a finales del siglo XVIII. En este artículo os contamos algunos detalles de la interesante visita guiada al frontón Beti Jai de Madrid.
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Historia del Beti Jai
La primera vez que oímos hablar del frontón Beti Jai nos quedamos sorprendidos, ¿que hacía un edificio de estas características en Madrid?.
La explicación es sencilla. La reina María Cristiana, esposa de Alfonso XII, pasaba sus vacaciones en San Sebastián. Allí se aficionó tanto al juego de pelota que a su vuelta a Madrid promovió la construcción de cuatro frontones, de los cuales solo ha permanecido en pie el Beti Jai.
El frontón Beti Jai (que significa en euskera “siempre fiesta”) se inauguró en 1894. En aquellos años la capacidad del frontón era de cerca de 4000 espectadores y había juego de pelota casi todos los días. Los primeros años de funcionamiento tuvo mucho éxito en Madrid, pero al cabo de pocos años la asistencia fue decayendo. En parte porque no era posible acudir a tantos eventos y en parte porque el futbol empezó a tomar fuerza como deporte preferido por los madrileños.
Así en 1919 dejó de funcionar definitivamente como frontón. Y a partir de ahí la historia de Beti Jai está llena de vicisitudes. A lo largo de casi un siglo, la cancha del frontón ha albergado una exposición de motos Harley Davidson en 1923, una comisaría de policía y una cárcel durante la guerra civil, oficinas y almacenes en la posguerra y un taller de coches.
Todos estos usos y el abandono que sufrió durante décadas hizo que el Beti Jai fuera deteriorándose. Estuvo a punto de ser derribado para construir un hotel y viviendas de lujo. Pero, afortunadamente el Ayuntamiento de Madrid inició un proceso de expropiación en 2015 y tras pagar una fortuna (37 millones de euros) el edificio pasó a manos del ayuntamiento y empezaron las obras de restauración.
Frontón Beti Jai
Visita al frontón Beti Jai
Nuestra visita guiada de 30 minutos empieza en la magnífica fachada del frontón, de estilo neoclásico. Atravesamos una puerta pequeña y nos encontramos con uno de los laterales exteriores del frontón, construido en ladrillo. Sobre las paredes vemos unos grandes ganchos cuya finalidad no está clara, aunque probablemente servían para colgar los carteles de las competiciones.
Al final del pasillo pasamos bajo las gradas y entramos en la impresionante cancha de juego al aire libre. Sus dimensiones son grandiosas, con 67 metros de largo y 20 de ancho. Rodeando la cancha hay 4 plantas de gradas dispuestas de forma semicircular.
Uno de los aspectos más bonitos de las gradas son las rejas de hierro forjado labrado. Estas rejas y columnas, típicas de los edificios del siglo XIX estaban bien conservadas y solo fue necesario restaurarlas. Por desgracia, el techo de madera estaba destruido por completo y tuvo que ser reconstruido siguiendo el modelo original. Es difícil imaginar que después de la guerra estas gradas fueron tapiadas para utilizarlas como oficinas.
Antes de acabar la visita nos dirigimos hacia el fondo de la cancha. Allí se ha reconstruido un arco de estilo mudejar en una de las entradas. Este arco es similar al original que se ha conservado en la parte interior de la fachada (y que no podemos ver durante la visita), gracias a que fue tapiado hace décadas.
Exterior del frontón
Paredes exteriores del Beti Jai
La pista del frontón
Detalle de las gradas
Cómo visitar el frontón Beti Jai
De momento el frontón no está abierto al público todos los días. Las obras de restauración no han acabado y no se sabe aún a qué se destinará este magnífico edificio. Quizá sirva para conciertos al aire libre, teatro y otros eventos culturales.
A día de hoy, para poder hacer una visita guiada al frontón Beti Jai tenéis que inscribiros en el programa Pasea Madrid. Este programa abre sus inscripciones cada trimestre y realiza visitas guiadas gratuitas a varios puntos interesantes y poco conocidos de la capital. Las inscripciones se acaban muy rápido, así que hay que estar atento a las fechas.
