Tras visitar el mausoleo Sheikh Safi al-Din Khanegah en Ardabil, tomamos una autobús local (no VIP) que en 5 horas recorrió los 250 kilómetros que separan Ardabil de Rasht, en la provincia de Gilan, entre Teherán y el mar Caspio. Parar en Rasht no tuvo como objetivo ver esta ciudad, que realmente no tiene nada que obligase a detenernos, sino que utilizamos Rasht como base para acercarnos al pueblo de Masuleh, conocido porque los tejados de las casas sirven de calle pública, y al castillo de Rudkhan, una fortaleza del siglo XI encaramada en lo alto de una montaña.

Para poder hacer esta excursión en un día, contratamos un coche con conductor (1.900.000 riales, unos 40€) en el hotel que nos alojábamos en Rasht (hotel Ordibehesht). Nos llevó de Rasht a Masuleh, luego al castillo y nos devolvió a Rasht al final del día, tras 8 horas de una excursión que te detallamos ahora.

Masuleh en Iran

Masuleh o Masouleh

Masuleh es conocido por sus peculiares calles. En este pueblo encaramado en la ladera de un valle densamente poblado por vegetación, los tejados de las casas son los que sirven de calle pública. Las decenas de casas de color ocre que conforman el curioso pueblo de Masuleh, tienen sus tejados planos para que sirvan de calle pública peatonal, por lo que anduvimos por los tejados como si fuésemos gatos.

Masuleh se encuentra a 60 km al suroeste de Rasht y tardamos en torno a 1-1.5 horas en llegar en coche. La carretera discurre por zonas boscosas de montaña, un paisaje verde muy distinto al color ocre que invade todo el sur de Irán.

Cuando llegamos a Masuleh centenares de coches ocupan las cunetas de las carreteras de acceso. Hoy es viernes, festivo en Irán, y además es la Ashura (fiesta nacional). Por ello decenas de iraníes han decidido “acompañarnos” en nuestra visita al pueblo. Así pues todo está lleno de gente, aunque es cierto que podemos sentarnos un rato a comer algo en una de las agradables terrazas que hay en Masuleh.

Pensamos que no hemos elegido buen día para venir, pero para compensarlo comenzamos a oír cánticos y golpes de tambor. En la pequeña y fea mezquita de Masuleh, decenas de fieles están golpeándose el pecho con sus manos o dándose latigazos en la espalda con un látigo formado por decenas de pequeñas cadenas metálicas. El ritmo del tambor marca cada uno de los golpes, mientas un joven, micrófono en mano, canta recordando el sufrimiento del Iman Hussein. Estamos en la fiesta de la Ashura en Irán...un valor añadido a nuestro viaje.

Por el extra de la Ashura, o porque no teníamos grandes expectativas después de la relativa decepción en la visita a Kandovan, lo cierto es que Masuleh nos gustó más de lo que pensábamos.

Para comer no hay problema, más allá de comprender el menú en farsi o manejar bien el idioma de los signos para hacerte entender. Para alojarse hay varias opciones, aunque dado que hay grupos organizados que comienzan a pernoctar allí, no se como estará el tema de las reservas. Nosotros hicimos el viaje en el día desde Rasht.

Por cierto hay baños públicos en Masuleh.

Al final estuvimos en Masuleh las 2 horas que habíamos pactado con el chófer, tiempo suficiente pero no excesivo. Abandonamos el pueblo rumbo al castillo de Rudkhan, a 51 kilómetros o lo que es lo mismo, 1 hora en coche.

Casas de Masuleh

Caminando por los tejados de las casas

Masuleh

Vista del pueblo Masuleh

pueblos del norte de Iran

Ashura en Masuleh

Masuleh

Ashura en Masuleh

Ashura en Masuleh

Fortaleza o castillo de Rudkhan (Qal´eh Rudkhan)

Aunque la fortaleza de Rudkhan que podemos ver ahora data del siglo XI-XII, el primer asentamiento se construyó en esta zona allá por los siglos III-VII. Ubicado sobre dos montículos de un monte, la fortaleza abarca 2,6 hectáreas, tiene 42 torres defensivas en buen estado y 1,5 kilómetros de murallas. Además el castillo Rudkhan se encuentra completamente rodeado de una densa zona boscosa en la que crecen abundantes helechos y musgo, un paisaje que sin duda no es el que te viene a la cabeza cuando oyes hablar de Irán.

Con esta carta de presentación decidimos incluirlo en nuestro viaje por Irán…pero nuestra experiencia fue otra.

Nada más bajar del coche, ya vimos el auténtico centro turístico que se ha formado en torno al castillo Rudkhan. Decenas de tiendas, restaurantes, vendedores de palos para aliviar tu ascenso, se agolpan en torno al parking.

Centenares de turistas iraníes han decidido venir hoy viernes a Rudkhan, por lo que casi cuesta abrirse un hueco para llegar al camino que sube al castillo.

Comenzamos a subir el camino empedrado y cementado que tras 1-1.5 horas nos deja a los pies de la muralla del castillo. El paisaje que rodea el camino es un bosque frondoso y húmedo, con musgo que mancha de verde el tronco de los árboles y un riachuelo que forma pequeños pero graciosos saltos de agua. Sin duda muy bonito, aunque mejoraría si no encontrases una tienda cada pocos metros de camino y hubiese menos gente.

Sin embargo, lo peor del recorrido no es tener que subir los 2000 escalones que hay, ni el calor húmedo que a veces llega a ser insoportable y obliga a Ana a prescindir del pañuelo de la cabeza para no sufrir una lipotimia, ni la turba de turistas iranies. Lo peor es que como ha llovido ligeramente y el camino resbala muchísimo en algunas zonas. Lo digo por experiencia porque al bajar acabé con los huesos en el suelo, afortunadamente sin más repercusión que un leve moratón.

Después de aproximadamente una hora y cuarto de subida, por fin llegamos a la muralla del castillo de Rudkhan y sorpresa….¡¡ está cerrado !! porque es la fiesta nacional de la Ashura. Solo podemos ver cuatro torres defensivas y un poco del muro exterior.

Regresamos defraudados al coche donde el conductor nos había dicho que 2 horas es suficiente para la visita, pero no es así. Nosotros tardamos casi 2 horas y cuarto y eso que no lo visitamos por dentro. Si hay que visitar el castillo como mínimo hay que reservar 3 horas (lo digo para luego no tener problemas con el taxi).

Por cierto hay baños solo cerca del aparcamiento y luego ya arriba en el castillo. Sin embargo agua se puede comprar en todo el recorrido.

Regresamos a Rasht desde la fortaleza Rudkhan. En un recorrido de 49 km y 1 hora de riesgo automovilístico, porque…  ¡hay que ver como conducen en Irán!.

Subiendo a la fortaleza Rudkhan

Subiendo a la fortaleza Rudkhan

Fortaleza castillo Rudkhan

Fortaleza castillo Rudkhan

subida a la fortaleza castillo Rudkhan

Subiendo a la fortaleza castillo Rudkhan

Mañana nos espera un largo recorrido por carretera, ya que queremos llegar a Qom.

Más artículos para viajar a Irán

Nunca viajes sin el mejor seguro de viaje

seguro viaje heymondo general
  1. Ruth 5 febrero, 2022 at 17:38 - Reply

    Hola! Muchas gracias por toda la información!!! Estamos pensando ir en abril. Tenemos la opción de hacer 1) el noroeste (Tabriz, etc) + ruta clásica (Teherán hacia abajo) o 2) ruta clásica + Kerman.
    Qué nos recomendarías? La 1) o la 2)? Tengo la sensación que el noroeste no parece ser tan espectacular. La capadoccia de Turquía creo que es más bonita.
    Gracias!!!

    • Fotografiando Viajes 7 febrero, 2022 at 00:40 - Reply

      Hola. Entre esas dos opciones, yo personalmente, elegiría la ruta clásica + Kerman, porque los kaluts son impresionantes.
      Pero ten en cuenta que eso es solo mi opinión personal.
      Un saludo

fotografiando viajes autores


– Planifica tu viaje –

Viaje paso a paso

Viajar en coche

Otros consejos viaje

salud viajera

fotografia

alojamiento


– Reservas y descuentos –

Booking reservas

Heymondo seguro viaje

Civitatis excursiones