El segundo de los tres días que tuvimos para ver Isfahán lo dedicamos a visitar la gran plaza Nash-e Jahan o plaza del Imán y los grandes monumentos que la forman como son las mezquitas del Iman y la Sheik Lotfollah, el palacio Ali Qapu y el bazar. Y es que no hay un lugar más emblemático en Isfahán y quizás en todo Irán, que la plaza Nash-e Jahan, y no es solo una opinión personal ya que la plaza Nash-e Jahan es patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 1979.
Lo primero que nos llamó la atención cuando accedimos a la plaza es su tamaño. Sobre el papel tiene 165 metros de ancho por 540 metros de largo, lo que se traduce en 89000 m2 de superficie. Cuando la ves en persona te parece ¡enorme!, tanto, que no sorprende que haya carros tirados por caballos dando paseos a los propios iranies.
La gran plaza de Isfahán fue construida entre 1598 y 1629 por el Sha Abbas I “El Grande”, el que engalanó toda la ciudad de Isfahan, y por los cuatro costados tiene joyas arquitectónicas. En el extremo norte la puerta Qaisarieh o Keisaria, en el lado este la mezquita Sheik Lotfollah, en el sur la fantástica mezquita del imán o Shah, y en el lado oeste el palacio Ali Qapu. Además en el centro de la plaza Nash-e Jahan hay una fuente central que por la noche, cuando se apagan los chorros de agua, nos regala una fantástica imagen especular de los edificios cercanos…¡no te olvides volver a la plaza por la noche!.
Pero veamos ahora lo que nos deparó la plaza:
1.-La mezquita del Iman, mezquita Shah o Masjee-e Shad
La mezquita del Iman de Isfahán es sin duda una de las más bonitas de Irán, solo sobrepasada en belleza con el mausoleo del imán Reza en Mashhad.
Esta auténtica obra de arte islámico se comenzó a construir bajo el reinado del Shah Abbas I en el año 1611 y fue terminada en 1638 cuando ya había fallecido su promotor.
Cuando nos acercamos a la mezquita del Iman nos recibe un gran portal de 30 metros de altura con un techo formado por estalactitas que conforman un bonito panal. A su lado de la puerta principal encontramos dos minaretes gemelos de 42 metros de altura, visibles desde cualquier punto de la plaza.
Al observar la mezquita desde la plaza nos damos cuenta de que la espectacular cúpula de la mezquita del Imán no está centrada con los dos minaretes de su puerta de acceso…sino que está hacia el lado derecho. Si pudiésemos ver la mezquita desde el cielo veríamos que está girada 45º con respecto a la plaza de modo que el Mihrab mire a la Meca, pero que además la puerta de acceso queda en línea con la plaza. Por eso cuando traspasamos la enorme puerta que hay en la plaza Naqsh-e Jahan, llegamos a un vestíbulo que se construyó para “ajustar la mezquita” hacia la Meca.
Traspasado este vestíbulo llegamos al patio de la mezquita que está rodeado por cuatro iwans. El iwan norte es por el que hemos accedido. Los dos iwans laterales son bonitos, pero la vista se nos va directamente hacia el espectacular iwan que está al fondo, el iwan sur, que está flanqueado por otros dos minaretes de 48m de altura y una cúpula de 54 metros, esta vez bien centrada con respecto a los minaretes.
Evidentemente este iwan sur es el que alberga el lugar más importante de la mezquita, el Mihrab de mármol y un Minbar o púlpito.
Todo en esta mezquita es espectacular. Cualquier rincón está cubierto de azulejos de colores formando mosaicos geométricos, florares o de caligrafía cúfica. La cúpula es sencillamente una obra de arte. El tiempo pasa contemplando la mezquita y eso que cuando nosotros la visitamos el patio principal estaba ocupado por andamios, lo mismo que una parte de la cúpula.
√ Nota: aunque el interior de la mezquita solo se puede visitar por el día, a la hora del rezo nocturno (a la caída del sol) los fieles oran en uno de sus recintos laterales. Como la puerta está abierta (ya no hay nadie en la taquilla), accedemos pudiendo ver el patio central iluminado por la noche…una vista distinta.
- Vista de pago aunque si solo entras en un lugar en Isfahán, éste es tu lugar.
- Para ver la gran mezquita de Isfahan necesitamos: 1,5 horas.
- No se necesita chador (no es un mausoleo)
2.-Mezquita Sheikh Lotfollah (o del jeque Lotfollah)
Nos acercamos al lado oriental de la plaza Naqsh-e Jahan, hacia la mezquita Sheikh Lotfollah. Enseguida nos llama la atención su cúpula, no solo por su indiscutible belleza, sino porque no está centrada con respecto a la puerta principal… que está claramente desplazada hacia la derecha rompiendo así una simetría típica de las todas las mezquitas que habíamos visto hasta ahora.
Nos acercamos hacia la puerta principal adornada con azulejos en tonos azules y blancos que componen dibujos geométricos, florales y caligráficos. En la parte más alta de la puerta estalactitas de azulejos captan nuestra atención.
Pero este desplazamiento de la cúpula no va a ser la única “irregularidad” que encontramos en la mezquita Sheikh Lotfollah. Tampoco existen los típicos minaretes, no tiene patio principal, ni iwans, sino que la mezquita se limita a una única sala de oración…eso si ¡vaya sala!.
La sala de oración, adornada con azulejos azules, tiene una forma curiosa. La parte baja de la sala tiene planta cuadrada pero cuando miramos hacia arriba nos percatamos de que la base de la cúpula es de base poligonal y alberga 16 ventanas. Es una obra maestra de la arquitectura ese paso paulatino y armonioso de una forma geométrica a otra.
Sentados en un rincón de la sala, disfrutamos de la cúpula dorada adornada con formas geométricas y en la que la luz filtrada por las ventanas produce reflejos en forma de “cola de pavo real”.
Nos sentamos un buen rato en un rincón de la sala a disfrutar del lugar, y mientras esperamos a que se vayan los grupos organizados para poder disfrutar con poca gente, aprovecho para hacer fotos de larga exposición con un pequeño trípode. Pronto un guardia me llama la atención, bueno, más bien me echa una sonrisa mientras amablemente me dice no con la cabeza…le devuelvo la sonrisa y apoyo directamente la cámara en el suelo…desconocía que no se pudiera hacer uso del trípode.
- Visita de pago. Si vas a entrar en 2 lugares, creemos que éste es el segundo en preferencia, por detrás de la mezquita del Iman.
- Tiempo para ver la mezquita Lotfollah: 45 minutos
- Como no es un mausoleo, no se necesita chador
- Consejo: visítala antes que la mezquita del Imán, ya que si no puede que te sepa a poco.
3.- Palacio Ali Qapu
Justo enfrente de la mezquita Lotfollah, en el lado oeste de la plaza, vemos un gran edificio cuadrado de seis plantas y con una gran terraza columnada en la parte alta. Se trata del palacio Ali Qapu construido por Shah Abbas I para recepciones de embajadores y autoridades.
Tras pagar la entrada entramos en este palacio un tanto peculiar. Actualmente las habitaciones no tienen mobiliario, si bien todavía podemos ver parte de las pinturas y estucos en yeso que adornaban las paredes. Subimos de una a otra planta por su escalera de caracol un tanto estrecha siendo que es un palacio. Finalmente llegamos a la última planta donde encontramos lo único que nos parece que merece la pena de toda la visita. Se trata de un techo fantásticamente decorado con nichos en forma de cuencos o frascos de color marrón oscuro, que tenían una doble función decorativa y acústica. Y es que en esta planta además de para recepciones se utilizaba para dar conciertos.
- Entrada de pago
- Tiempo para ver el palacio Ali Qapu: 20-30 minutos.
- Es la visita más floja de las tres que hicimos en la plaza.
4.- El bazar Bozorg o bazar de Isfahán
En el extremo norte de la plaza está la puerta Qaisarieh o Keisaria. Es la puerta de acceso a uno de los mejores bazares de Irán…y eso que visitamos muchos. Los detalles del bazar los encontrarás en «Isfahan I: la gran mezquita del viernes Jameh y el bazar»