Marrakech es quizás la ciudad más visitada de Marruecos. Un lugar que a unos enamora por lo que pasan 3 o 4 días recorriendo su calles, y que a otros decepciona por lo que dejan 1 o 2 días para visitar los principales lugares que hay que ver en Marrakech. Nosotros somos de los que se decepcionaron al visitar Marrakech, aunque estamos de acuerdo en que esta ciudad imperial debe incluirse en un itinerario de viaje por Marruecos. Así que aquí os mostramos un recorrido a pie por Marrakech que os permitirá ver lo mejor de la ciudad en un fácil paseo de un día por su medina. O si prefieres llevar un guía, puedes reservar un free tour por Marrakech.
Qué ver en Marrakech en un día: recorrido a pie por la medina
1.-Puertas Bab Agnaou y Bab Er Robb
Comenzamos nuestro recorrido por la zona sur, en las puertas Bab Agnaou y Bab Er Robb (Bab significa “puerta”) que están casi pegadas.
La puerta Bab Er Robb tiene 4 arcos por los que transitan peatones y coches. No está decorada y aunque tiene valor histórico porque daba acceso a la medina, no tiene ningún atractivo ni interés para el viajero. En cambio la Bab Agnaou si que merece la pena. Una puerta del siglo XII, monocolor y con un arco central que da acceso a la kasbah real donde están el palacio El Badi y las tumbas saadíes.
2.- Tumbas saadies
Atravesamos la puerta Bab Agnaou y recorremos unos pocos metros guiándonos por el minarete de ladrillo y azulejos verdes de la mezquita Mulay El Yazid. La mezquita no puede visitarse, pero está pegada a las tumbas saadies, uno de los lugares imprescindibles que ver en Marrakech.
Estas tumbas saadies datan de finales del siglo XVI, cuando el sultan Al Mansur mandó construirlas. Décadas después el sultán alauí Mulay Ismail tapió el estrecho acceso a las tumbas y por increíble que parezca, permanecieron en el olvido hasta que en 1917 fueron redescubiertas.
Pagamos el ticket y accedemos por el estrecho pasillo antaño tapiado. Encontramos un pequeño jardín con decenas de tumbas de sirvientes, cancilleres y guerreros y varios edificios que albergan las tumbas importantes. La primera sala que vemos al entrar es la de los príncipes favoritos. De paredes lisas sin decoración, con unas columnas centrales, un bonito techo y decoradas puertas laterales y un suelo repleto de azulejos y tumbas.
Adyacente está la sala más espectacular, la denominada sala de las 13 columnas, lugar de descanso del sultan Saadi Ahmed al-Mansur ed-Dari, el promotor del complejo. Una sala profusamente decorada en mármol, estucos finamente labrados, techo de madera de cedro y oro. La mejor sala del complejo, aunque solo se puede ver durante unos minutos desde la pequeña puerta de acceso y después de esperar en una larga cola.
En otro edificio del complejo vemos las tumbas de las mujeres, también con bonita decoración y finos labrados.
3.- Palacio El Badi
Dejamos las tumbas saadies y vamos hacia el palacio El Badi. A pesar del precio de la entrada (todas cuestan lo mismo) decidimos entrar. Gran error. No queda nada del palacio que en el siglo XVI contruyó el sultan Al-Mansour (el de las tumbas saadies). El Moulay Ismail se llevó todo para construir la ciudad imperial de Meknes, dejando solo un solar. Cierto que ponen una película explicando como debía de ser el palacio el Badi…pero no queda nada. Para los grandes amantes de la historia puede resultar interesante, para los demás es una visita prescindible.
4.- Mellah o barrio judío
Como en todas las ciudades que visitamos en nuestro recorrido por Marruecos, el Mellah o barrio judío es actualmente una de las zonas más pobres de la ciudad. La única diferencia arquitectónica que encontramos en este barrio son los balcones y enrejados de las ventanas típicas de las casas judías. Por lo demás poco nos llama la atención pero para ir de las tumbas saadies al palacio Bahia hay que cruzar el Mellah.
5.- El palacio Bahia
El palacio Bahia fue construido a finales del siglo XIX, en una sola planta para mayor comodidad del sultán Abdelaziz Si Moussa. Recorremos sus patios y jardines con fuentes centrales, sus 160 habitaciones hoy carentes de mobiliario pero con hermosas puertas de madera pintada, techos con fina marquetería, estucos decorativos labrados. Nos maravillamos con los aposentos de la esposa favorita (Lalla Zineb), sus detalles de marquetería y techos pintados con ramos de rosas.
El palacio Bahía junto con las tumbas saadies, son las dos únicas visitas de todo lo que hay que ver en Marrakech por las que creemos merece la pena pagar entrada.
6.- Museo Dar Si Said
Nosotros habíamos descartado entrar, ya que solo se ve el interior del edificio del siglo XIX. Además no tuvimos opción porque estaba cerrado por Ramadan. Os lo ponemos en el recorrido a pie por Marrakech por si os apetece echar un vistazo.
7.- Mezquita Kutubia o Koutoubia
La mezquita Kutubia con su planta rectangular de 90×60 metros fue una de las mayores del mundo islámico cuando se construyó en el año 1158. Hoy ha quedado muy por detrás de grandes mezquitas como la mezquita Sheikh Zayed en Abu Dhabi (Emiratos Árabes) o el mausoleo del Iman Reza en Mashhad (Irán).
Aunque tampoco pudimos acceder a la mezquita Kutubia por no ser musulmanes, si pudimos ver su llamativo minarete que recuerda mucho a la Giralda de Sevilla. Construido con arenisca marrón, conserva azulejos verdes en su parte más alta y está coronado por las típicas tres bolas de bronce. Además con sus 79 metros de altura es el punto más alto que se puede ver en Marrakech, sirviendo de punto de referencia.
8.- Plaza Jamaa el Fna
Llegamos a la gran plaza de Marrakech, la Jamaa el Fna. Un lugar que hay que ver tanto de día como de noche.
De día vemos los encantadores de serpientes, domadores de monos, tatuadoras de henna, vendedores ambulantes de todo tipo…pero ojo con las fotos. No hagas ninguna foto sin pedir permiso y sin pactar un precio, ya que pueden ser muy agresivos e incluso violentos…vimos como lo sufrían otros viajeros. Por el día también hay muchos puestos de zumo de naranja, donde es más barato y ecológico tomarlo en un vaso de cristal que en uno de plástico.
Al atardecer, tras acabar el recorrido a pie por Marrakech que os estamos contando, regresamos a la plaza Jamaa el Fna. Subimos a la terraza del restaurante Glacier, una de las muchas que hay en la plaza, y esperamos la puesta del sol, sin duda el mejor momento.
Tras la puesta del sol la plaza se llena de puestos de comida con insistentes vendedores que no llevan muy bien que no quieras sentarte en sus mesas.
9.- El zoco
Salimos por la parte norte de la plaza Jamaa el Fna y allí mismo comienza el zoco. Centenares de tiendas de todo tipo abren sus puertas todos los días y aunque los viernes (festivo para los musulmanes) hay menos puestos, la gran mayoría continua trabajando.
Pero si por algo nos decepcionó un poco el zoco de Marrakech es por la cantidad de motos que pasan por las callejuelas sin respetar absolutamente nada ni a nadie. Quizás en las parte más al norte del zoco haya alguna zona algo más tranquila.
10.- Funduqs
Seguimos caminando hacia la parte norte del zoco. Allí se encuentran la mayoría de los 140 funduq que dicen quedan en Marrakech (sobre todo entre las calles Mouassine y Dar el-Bacha). Los funduq son edificios históricos que datan de la Edad Media. Construidos alrededor de un patio central, disponían de talleres y establos en la planta baja y de habitaciones en las plantas superiores. Así eran utilizados por los comerciantes como fonda, establo y almacén. Sin embargo, casi ningún funduq de Marrakech puede visitarse y ninguno tiene la belleza del funduq Nejjarine de Fez.
11.- Fuente Muasine
En la medina de toda ciudad marroquí, y Marrakech no es una excepción, existen decenas de fuentes. Aprovechamos que estamos en el norte del zoco para acercarnos a la fuente Muasine, según algunas guías la fuente más importante que ver en Marrakech. Sin embargo lo que encontramos es un vertedero de basura, una fuente destrozada, eso si, con un tejado de madera que claramente atestigua su antigüedad. Un monumento completamente abandonado que no merece la pena perder un minuto en buscarlo…con decirte que ni saqué la cámara.
12.- Dar Cherifa, el riad más antiguo que ver en Marrakech
Un riad es una casa tradicional, con las estancias construidas en torno a un patio central. Muchos de los riad que quedan en Marruecos se han reconvertido en hoteles, sin duda una buena elección de alojamiento en Marruecos. Sin embargo el riad más antiguo de Marrakech, el llamado Dar Cherifa que data del siglo XVI, es hoy un restaurante. Un lugar que merece la pena visitar, no solo por la comida, sino también para disfrutar del riad. Está cerca de la zona de la fuente Muasine.
13.- Madraza Ali Ben Youssef o madrasa Ben Youssef
Llegamos hasta la mayor madraza o escuela coránica de Marruecos, un edificio del siglo XIV que actualmente ya no se usa como madrasa. Sin embargo nos quedamos con las ganas de ver sus arcos, su decoración con celosías de madera de cedro, estucos, mármol y azulejos, ya que estaba cerrada por obras.
Aunque no la hemos visto, creemos es el tercer lugar que hay que ver en Marrakech aunque haya que pagar entrada (junto a las tumbas saadies y el palacio Bahia).
〉 Y aquí termina nuestro recorrido por la medina de Marrakech en un día. No nos acercamos al jardín Majorelle ni al de Menara porque están algo alejados de la zona centro. Tampoco fuimos al barrio de los curtidores porque según leímos son mucho peores que las que vimos en nuestro recorrido por Fez.
Dónde alojarse en Marrakech
Te recomendamos que te alojes en alguno de los numerosos riads de la ciudad. Los riads son alojamientos en casas tradicionales restauradas. Suelen ser pequeños, con pocas habitaciones y muy tranquilos. La mayoría de ellos tienen un patio central y a veces una terraza con vistas a los tejados de Marrakech. Suelen incluir un abundante desayuno. Hay riads para todos los bolsillos.
Nosotros nos alojamos en 2 riads en la medina, Riad Elegancia y Riad Dar Bahi, ambos muy recomendables.
¿Has pensado en hacer una excursión de 3 días al desierto de Merzouga?
Lo mejor es no acercarte a ellos y no permitir las fotos. Si no les pagas pueden llegar a ser agresivos…
Os agradezco mucho por ese precioso artículo! Me encanta marruecos una magia