Las dunas doradas del desierto Erg Chebbi en Marruecos

En nuestro viaje en coche por Marruecos no podíamos dejar de visitar el desierto Erg Chebbi. Aunque no es un desierto muy grande, nos atraía la posibilidad de dormir en medio de las dunas del desierto en una tienda y poder disfrutar del amanecer en un lugar tan mágico. Así, al organizar el itinerario por Marruecos, dejamos 2 días a Erg Chebbi. Esta zona de Marruecos es completamente diferente a lo que habíamos visitado hasta entonces como la medina blanca de Tetuán, la impresionante medina de Fez o la medina azul de Chefchaouen.

El desierto Erg Chebbi en Merzouga

El desierto Erg Chebbi forma parte del gran desierto del Sahara. Su tamaño es pequeño si lo comparamos con otros desiertos como Namib en Namibia, Wadi Run en Jordania o el desierto de Lut en Irán. El desierto Erg Chebbi tiene 22 kilómetros de largo por 5 kilómetros de ancho y aunque no puede compararse en tamaño a otros desiertos, sí que puede competir en belleza con ellos. Las dunas anaranjadas de fina arena tienen algo mágico y atrayente, sean del tamaño que sean.

La palabra Erg significa zona arenosa de un desierto…. y pensarás ¿pero todos los desiertos no son de arena?. No, no todos los desiertos tienen las dunas que se pueden ver en Erg Chebbi. Hay desiertos pedregosos como el de Atacama en Chile, desiertos con curiosas formaciones areniscas como los Kaluts de Irán, o desiertos de arena de distintos colores. En el gran desierto del Sahara hay zonas pedregosas y otras arenosas que se llaman Erg, como Erg Chebbi o Erg Chigaga.

Dunas cerca de Merzouga

¿Qué desierto elegir: Erg Chebbi o Erg Chigaga?

De los dos desiertos de dunas situados en el este de Marruecos, Erg Chebbi es el más grande y con dunas más altas. Según el guía que nos llevó por el desierto, Erg Chebbi es más bonito que Erg Chigaga ya que éste último es un desierto algo más pedregoso y con arenas más oscuras.

Como no hemos estado en Erg Chigaga no podemos corroborar sus palabras. Lo que sí es cierto es que Erg Chebbi es mucho más turístico y está más masificado. Ahora, la decisión es tuya…

Merzouga, la puerta de entrada al desierto Erg Chebbi

La población más turística a los pies de las dunas de Erg Chebbi es Merzouga. Allí es posible encontrar decenas de alojamientos y agencias que organizan todo tipo de actividades en el desierto.

Si quieres alejarte algo del bullicio de Merzouga, puedes alojarte en algunos de los Riads que hay en la carretera que bordea Erg Chebbi. Estos hoteles están justo pegados a las dunas a ambos lados de Merzouga.

Otra opción es alojarse en un pueblo cercano a Merzouga, Hassilabied. Allí la tranquilidad es absoluta y los alojamientos tienen mejor relación calidad precio. Nosotros nos alojamos en el riad Dar Hassan y desde la azotea ya podíamos ver las dunas de arena.

Si estás en Marrakech y dispones de tiempo, puedes hacer una excursión de 3 días en desierto de Merzouga con conductor en español.

Dunas cerca de Merzouga

Qué hacer en el desierto Erg Chebbi

Todos, o casi todos, llegamos al desierto con la idea de pernoctar entre las dunas de arena. Pero, en realidad, los campamentos ya no están en medio del desierto como ocurría hace unos años. El gobierno marroquí decidió, con buen criterio, sacar los campamentos hasta el borde del desierto.

Ahora, todos los campamentos están justo donde acaban las dunas de arena. A pesar de ello, os podemos decir que la experiencia de pasar la noche en un campamento es mágica. Ver el atardecer sobre las dunas o despertar y poder caminar por la arena sin otra cosa que el silencio como compañero es una experiencia inolvidable.

Pero, además de dormir en una tienda en el desierto, en Erg Chebbi se pueden hacer otras actividades. De las que hicimos nosotros os hablamos en esta entrada.

1.- Recorrido por Erg Chebbi en coche 4×4

Teníamos un día por delante antes de montar en el camello que nos llevaría al campamento en las dunas. Por eso, decidimos hacer un recorrido en 4×4 por Erg Chebbi. Quizás nuestras expectativas eran muy altas o no teníamos claro que tipo de recorrido iba a ser… por eso nos decepcionó no pisar en ningún momento la arena del desierto.

El recorrido en 4×4 lo que hace es bordear por completo Erg Chebbi, saliendo de Merzouga. Pero todo el recorrido es por carretera o por pista de piedras. En ningún momento estuvimos cerca de las dunas.

Recorrido en 4×4 (alrededor del desierto)

Nuestra ruta comienza en una zona donde abundan los fósiles, aunque en realidad los que encontramos entre las piedras son muy pequeños y poco visibles. Posiblemente los vendedores de fósiles que abundan por la zona hayan esquilmado estos lugares en los últimos años para que los turistas puedan llevarse un “recuerdo” a casa.

Seguimos nuestro recorrido y paramos en un par de puntos panorámicos. El contraste entre la zona pedregosa de color oscuro y las dunas anaranjadas de fondo es increíble, aunque la pena es que las dunas quedan muy lejos en la distancia.

Hacemos una parada en un asentamiento beréber. Aún hay muchas familias nómadas en la zona, que viven en condiciones muy precarias. En el campamento vemos varias mujeres y muchos niños. Nos enseñan sus humildes tienda, alguna de las cuales hace de cocina. Nos invitan a un té y pan bereber.

Asentamiento beréber

Nuestra siguiente parada es un lugar de donde se extraía hasta hace unos años el mineral con el que se hace el kohl, el cosmético negro usado en muchas partes de Africa y Oriente medio. Pueden verse los profundos pozos de donde se extraía el mineral y buenas vistas desde la parte alta de la zona.

La mañana acaba en Khamlia, uno de los pueblos negros en los que algunos grupos asisten a un espectáculo de música previo pago de una “propina”. Nosotros decidimos saltarnos esta parte y volvemos al Riad para comer. Antes nos desviamos para ver una laguna cercana a Merzouga, que parece mentira que pueda estar en un lugar tan desértico.

Nuestro tour acaba en el Riad, donde nos despedimos de Mohamed, nuestro guía y conductor que ha hecho un gran esfuerzo por hablar con nosotros en español. Aunque el tour ha resultado interesante y nuestro conductor se ha desvivido por nosotros… la verdad es que el elevado precio del tour hace que creamos que no merece la pena. Quizás el problema ha sido tener unas expectativas diferentes a lo que realmente hemos hecho durante el recorrido. Pero, como siempre, esta es nuestra opinión personal.

Las dunas en la distancia

2.- Paseo en camello al atardecer o amanecer

El recorrido en camello hasta el campamento nos parece lo mejor del desierto. Desde Merzouga hasta el campamento tardamos casi 3 horas, parando en una gran duna para ver el atardecer. La mayor parte del tiempo no vemos a nadie más, solo algún grupo pequeño de camellos y al salir de Merzouga un grupo de ruidosos quads. Pero, tenemos la gran suerte de recorrer la mayor parte del trayecto en solitario. Son 5 kilómetros de lento caminar de los camellos, que suben y bajan las dunas con una facilidad asombrosa.

Al día siguiente, la mayor parte de los huéspedes vuelven a Merzouga en 4×4. Nosotros dudamos, pero finalmente nos decidimos por volver en camello, no tenemos ninguna prisa. La vuelta es aún mejor, porque esta vez sí que estamos completamente solos, no nos cruzamos con nadie en todo el camino, el silencio es absoluto y podemos disfrutar de la belleza de las dunas.

Recorrido en camello por el desierto Erg Chebbi

Paseo en camello por el desierto

Atardecer en la dunas

3.- Dormir en una tienda en las dunas de Erg Chebbi

Es complicado elegir un campamento entre tantísimos que aparecen en los buscadores. Si tuviéramos que daros un consejo, sería elegir el más alejado a Merzouga, justo al lado opuesto del desierto. De esta manera, el paseo en camello será más largo, y la tranquilidad asegurada. En cuanto a precios, hay para todos los gustos y bolsillos. Desde los campamentos más lujosos con tiendas grandes con baño, hasta los más sencillos al estilo bereber.

Nosotros pasamos la noche en Desert heart luxury camp, y fue una experiencia inolvidable. Llegamos de noche al campamento ya que habíamos visto el atardecer desde una de las dunas más altas. Hasta la mañana siguiente no pudimos comprobar que el campamento estaba ubicado entre unas maravillosas dunas de arena anaranjada, por las que pudimos caminar en solitario al alba. Nadie se levantó a ver el amanecer… una pena para ellos, mejor para nosotros que disfrutamos del espectáculo solos y en silencio.

Después de uno de los mejores desayunos del viaje, iniciamos el regreso hasta Merzouga en camello y seguimos nuestro recorrido por Marruecos. Nuestro siguiente destino serían los valles del Todra y del Dades, en la ruta de las 1000 kasbahs.