Tanto si dispones de unos pocos días como si estás viajando varias semanas por Islandia, no te puedes perder las cascadas de la costa sur. Un viaje por paisajes espectaculares con acantilados cubiertos de hierba y adornados por algunas de las cascadas más bonitas de Islandia. Un recorrido que termina en la ciudad de Vik, y que puedes comenzar en Reikiavik (185 km) o en Selfoss (130 km) si has visitado el Círculo Dorado. E incluso al que puedes, como nosotros, añadir una parada intermedia y dormir en Hella desde donde sale la excursión a las montañas de colores de Landmannalaugar en las Tierras Altas.
En este artículo te contamos que ver entre Selfoss y Vik y que visitar en los alrededores de este último pueblo.
A.- Las mejores cascadas del sur de Islandia
1— Cascada Urridafoss
A 20 kilómetros de la ciudad de Selfoss, un pequeño desvío de la carretera 1 nos lleva al pequeño parking de la cascada Urridafoss.
Se trata de una cascada de poca altura, 6 metros, pero muy ancha y una de las más caudalosas de Islandia, sobre todo en primavera cuando cuadruplica su caudal.
Urridafoss no es de las cascadas más visitadas de Islandia ni de las más espectaculares, pero dado que casi no te desvías de la carretera principal, creemos que merece la pena hacer una breve parada.
2— Cascada Gluggafoss
Para llegar a la cascada Gluggafoss tenemos que abandonar la carretera 1 para tomar la 261 que sale a unos 13 kilómetros desde Hella. Tras 18 kilómetros llegaremos al aparcamiento de la cascada.
La cascada Gluggafoss en un doble salto de agua. El primero de 44 metros de altura y el segundo de 9 metros, es decir en total 53m.
Existe un sendero bien marcado que sube a la parte superior de la catarata y otro que te acerca hasta la parte más baja, pasando entre las rocas de su base.
Una cascada con pocos visitantes y que tampoco te lleva mucho tiempo.
3— Cascada Seljalandsfoss
Circulando por la carretera 1, vemos un hermoso y verde acantilado lleno de cascadas. Pero una de ellas pronto llama nuestra atención por su anchura y por sus 65 metros de altura. Es la cascada Seljalandsfoss a la que nos dirigimos tomando un desvío de la carretera que llega hasta un aparcamiento de pago que hay habilitado.
Pero ¿qué tiene de especial la cascada Seljalandsfoss que la convierte en una de las más bonitas de Islandia?. Pues que puedes pasar por detrás de la caída de agua.
Un sendero discurre por la parte posterior de la cascada Seljalandsfoss. Resulta fascinante la imagen de la enorme cortina de agua de la cascada con el fondo de paisaje islandés.
4— Cascada Gljufrafoss
Todavía no abandonamos la anterior cascada, Seljalandsfoss. Y es que a menos de 500 metros caminando encontramos otra cascada, o mejor dicho, encontraremos otra cascada una vez que lleguemos hasta la grieta que se abre en la pared del acantilado y que da acceso a la cueva en la que vierte sus aguas la cascada Gljufrafoss.
Para ver esta catarata hay que ir por las piedras que hay a un lado del cauce del riachuelo. La cortina de agua que se levanta al chocar el agua con las rocas hace que te mojes seguro, al menos un poco. Vamos, que es imprescindible llevar chubasquero y una mochila impermeable para disfrutar de esta maravilla.
Como nota, cerca de la cascada Gljufrafoss hay un pequeño aparcamiento gratis (a diferencia del de Seljalandsfoss) y que puedes utilizar para visitar ambas cascadas, si como nosotros tienes suerte de encontrar sitio.
5— Cascada Skógafoss y las cascadas del final del río Skógá
Nuevamente la siguiente cascada que vamos a ver en el sur de Islandia está casi pegada a la carretera 1, el desvío está perfectamente señalizado y hay un gran aparcamiento próximo.
Desde el mismo aparcamiento vemos un acantilado color verde intenso adornado por un gran saldo de agua de 60 metros de altura y 25 de anchura. Es la cascada Skógafoss. Pero antes de acercarte te recomiendo que tomes los bastones de caminar (si los tienes) porque desde la parte superior de la cascada Skógafoss hay una caminata de unas 2,5 horas y 5 kilómetros en total que te lleva por otras 10 impresionantes cascadas. Son los últimos saltos de agua del río Skógá y sin duda una excursión muy recomendable.
Aquí tienes la información del trekking desde la cascada Skógafoss
B.- Qué ver cerca de Vik
1— Avión abandonado en la playa Sólheimasandur
De camino a Vik, vemos un parking a la derecha de la carretera y mucha gente caminando en dirección a la playa Sólheimasandur. Se dirigen a un avión americano DC-3, que desde que aterrizó de emergencia en 1973, permanece abandonado en la playa.
Aunque es uno de esos lugares que los viajeros suelen ir, nosotros decidimos prescindir de la visita. El avión está a casi 4 kilómetros del aparcamiento, lo que demora bastante tiempo entre llegar y regresar andando.
2— Acantilados Dyrholaey
Antes de llegar a Vik, tomamos la carretera 218. Es la carretera que sube hasta la parte alta del acantilado Dyrholaey. Un saliente de roca de 120 metros de largo en el que el mar ha formado dos arcos.
Vamos hasta los acantilados pero no vemos casi nada por la intensa niebla. Hay dos aparcamientos distintos. El primero nos permite ver una playa cercana a Reynisfjara a la que luego iremos. El otro aparcamiento está en un mirador sobre una enorme playa recta que llega hasta el avión abandonado…o al menos eso dicen porque la niebla nos impide ver todo.
3— Playa arena negra y columnas basálticas de Reynisfjara
Antes de llegar a Vik nos dirigimos por la carretera 215 que sale de la carretera principal, para ir a ver la playa Reynisfjara. Una plaza de arena negra o mejor dicho, de pequeños cantos rodados negros que contrastan con el blanco que deja la espuma de las olas del mar.
Pero en la playa Reynisfjara podemos disfrutar de dos formaciones curiosas:
- Las columnas basálticas de Reynisfjara. Unas enormes columnas hexagonales producidas por la solidificación de la lava basáltica, que ocupan toda la pared lateral del acantilado cercano a la playa. Incluso en algunas zona de la playa, la erosión del mar ha destruido parte de las columnas formando una curiosa cueva.
- Pilares marinos de Reynisdrangar. Mirando hacia el mar, tanto desde la playa Reynisfjara como desde el pueblo de Vik, en el agua podemos ver 3 formaciones basálticas la más alta de 66 metros. La leyenda dice que son 3 troles que quedaron convertidos en piedra.
4— Iglesia de Vik
Al pasar por Vik, su iglesia aparece en la parte alta, dominando el pueblo. Así que decidimos para un momento y subir a verla. Su techo rojo y sus paredes blancas son muy fotogénicas. Las vistas del pueblo de Vik con los pilares de Reynisdrangar al fondo es una bonita estampa, típica de Vik y de toda Islandia.
Y hasta aquí el recorrido de Selfoss a Vik para ver las cascadas del sur de Islandia y los alrededores de Vik. Al día siguiente nosotros continuamos hacia el parque Vatnajokull, otro día recorriendo en coche los espectaculares paisajes de Islandia.