Pocas veces se puede ver en un viaje un lugar tan apasionante como el recinto arqueológico de Göbekli Tepe, el templo más antiguo del mundo. Este lugar localizado en el sur de Turquía, a pocos kilómetros de la mítica ciudad de Sanliurfa es uno de los lugares más interesantes que pudimos ver en nuestra ruta por Turquía de 24 días en coche. Visitar el yacimiento de Göbekli Tepe es como hacer un viaje en el tiempo 11000 años atrás, al neolítico precerámico.
Nuestra guía de viaje a Turquía
Unas pinceladas de historia sobre Göbekli Tepe
El nombre de Göbekli Tepe significa en turco “colina panzuda” y eso es exactamente lo que había aquí antes de su descubrimiento, una colina bajo la que estaba enterrada esta joya de la arqueología.
Se cree que Göbekli Tepe era un santuario y que fue construido en el IX milenio a.C. Pensar que este santuario neolítico existe desde el año 9600 a.C pone los pelos de punta a cualquier amante de la historia. Pero si además pensamos que el santuario está construido con gigantescas losas de piedra, muy difíciles de mover, todo resulta aún más apasionante. ¿Te has dado cuenta al leer este dato que este complejo megalítico fue construido 6000 años antes que el famoso monumento de Stonehenge?. Por eso se considera a Göbekli Tepe como el lugar de culto religioso más antiguo del mundo.
El santuario fue abandonado y enterrado deliberadamente (no se sabe el motivo) sobre el 8000 a.C. Así permaneció durante 10000 años, hasta que a mediados del reciente siglo XX se pensó que la colina que había en esta zona no era natural y que probablemente había algún resto medieval bajo ella. Pero no fue hasta 1994 cuando un arqueólogo alemán, Klaus Schmidt, se dio cuenta de que bajo la tierra había algo mucho más importante. Y así se descubrieron bajo la superficie las enormes columnas en forma de T que formaban el santuario. Hoy en día las excavaciones continúan.
La Unesco decidió en 2018, con muy buen criterio, declarar Göbekli Tepe Patrimonio de la Humanidad.
Cómo ir a Göbekli Tepe
Ubicado en la Anatolia Suroriental de Turquía, la forma más fácil para llegar al yacimiento arqueológico de Göbekli Tepe es en coche desde Sanliurfa (o Urfa). Son menos de 20 kilómetros de buena carretera asfaltada.
El recinto está bien indicado, como todos los lugares de interés de Turquía, que están señalizados con un cartel grande de color marrón.
Cómo visitar Göbekli Tepe
Centro de visitantes y como ir al yacimiento
Hay un parking gratis en el centro de visitantes. Aquí se pueden comprar los tickets de entrada, pero si tienes el Museum Pass de Turquía puedes validarlo directamente a la entrada del yacimiento.
Lo primero que hacemos es un pequeño recorrido por la exposición que hay en el centro de visitantes y tras ver un video explicativo nos dirigimos hacia el recinto arqueológico. Subimos un corto tramo de escaleras hasta una parada de autobús. Para acceder al recinto se puede ir andando o bien esperar a los minibuses gratuitos que pasan cada poco tiempo. Es una buena forma de evitar los coches cerca del yacimiento.
No sabemos muy bien qué nos vamos a encontrar, aunque en el museo de Sanliurfa ya vimos una de las estructuras circulares con enormes piedras en forma de T que caracterizan este santuario neolítico de Göbekli Tepe. Al aproximarnos vemos unas grandes lonas en forma de tienda de campaña que cubre las estructuras principales.
Que ver en Göbekli Tepe
Aunque se cree que puede haber hasta 16 templos con más de 200 pilares, hasta ahora hay excavadas cinco estructuras. Un camino señalizado nos llevará por todas ellas.
La primera de las estructuras no tiene apenas nada, solo un suelo de cal pulida y los agujeros donde en su día estaban las piedras altas.
Continuamos y nos acercamos a la zona principal. Allí nos quedamos maravillados al ver el tamaño de las piedras que formaban el santuario. Han colocado una pasarela alta que recorre toda la excavación por lo que se ve muy bien toda la estructura formada por piedras en forma de T de unos 3 metros de altura y monolitos de más de 5 metros en el centro que se cree servían para sostener el techo. Desde aquí es fácil ver el labrado de algunas piedras con pictogramas abstractos y los relieves de animales que adornan los monolitos.
Si viajamos en el tiempo 11000 años, hasta el neolítico, es difícil imaginar cómo estas sociedades de recolectores y cazadores que no estaban todavía asentados de forma permanente en esta zona, pudieran organizarse para hacer este enorme santuario. Se necesitarían cientos de personas para trasladar desde la cantera, a 500 metros de distancia, estas piedras que pesan entre 10-20 toneladas cada una. Luego las tendrían que labrar y levantarlas para crear las estructuras circulares. Y todo este esfuerzo… ¿con qué propósito?.
Damos la vuelta a todo el complejo arqueológico y a la salida, cuando nos dirigimos al autobús vemos la última de las estructuras descubiertas en Göbekli Tepe, que no tiene más que unas piedras pequeñas. Unos metros más allá de la zona que se visita hay otra gran lona que cubre un yacimiento que están excavando en la actualidad.
Ya solo nos queda esperar el autobús para volver al parking y continuar nuestro recorrido por Turquía en coche que nos llevará hasta el mítico monte Nemrut, la tumba de Antioco I de Comagene.