La convulsa historia de Escocia, plagada de enfrentamientos religiosos y batallas con la vecina Inglaterra, ha dejado sembrada de espectaculares ruinas las tierras escocesas. Catedrales y abadías fueron destruidas durante la Reforma religiosa escocesa y fruto de ello son los restos que podemos ver hoy en día a lo largo y ancho de Escocia.
Aquí os dejamos las que, en nuestra opinión, son algunas de las más hermosas y mágicas ruinas religiosas que visitamos en nuestro viaje por Escocia.
1. Catedral de St. Andrews
Lo que vemos hoy son los restos de la que fue la catedral más grande de Escocia. Fue construida en 1160 y acabó destruida tras la reforma religiosa escocesa. Ahora solo podemos imaginar su tamaño y esplendor viendo las ruinas que se conservan en medio de la hierba salpicada de sepulcros.
Aunque parezca mentira, pasear por la pradera plagada de tumbas antiguas y restos de piedra es una de las mejores experiencias de un viaje por Escocia. Si además quieres ver una panorámica de la ciudad, las ruinas del castillo de Saint Andrews y el mar, se puede subir a la torre St. Rules que permanece en pie en una esquina del recinto de la catedral.
2. Abadía de Arbroath
Este edificio de color rojizo fue construido en 1178 y estuvo habitado por monjes benedictinos durante varios siglos, hasta que la reforma escocesa destruyó esta hermosa abadía de piedra roja. Durante los siglos siguientes las piedras que quedaban fueron robadas para construir edificios de la localidad del mismo nombre. Afortunadamente en el siglo XIX se decidió proteger las ruinas que hoy podemos ver.
Llegamos a la abadía de Arbroath por la tarde, de un día gris, y podemos disfrutar en solitario de las hermosas piedras rojas que resaltan sobre el verde de la hierba. La fina lluvia, la soledad, los antiguos sepulcros y los muros que se elevan hacia el cielo encapotado hacen de nuestra visita un momento mágico.
3. Abadía de Melrose
Imponentes, evocadoras, mágicas… son algunos de los calificativos para describir las ruinas de lo que fue la gran abadía de Melrose, perteneciente a la orden cisterciense hasta su destrucción durante la reforma escocesa y las luchas con la vecina Inglaterra.
La abadía de Melrose fue fundada en el año 1136 por la orden del Cister. Fue ampliada a lo largo de siglos posteriores y lo que podemos ver hoy en día en pie data del siglo XV.
Recorrer las ruinas y el cercano cementerio donde se supone está enterrado el corazón del héroe escocés Robert the Bruce es una de las mejores experiencias de un recorrido por Escocia.
4. Abadía de Dryburgh
Las ruinas de esta abadía están situadas en medio de un hermoso bosque. Un paraje aislado y que recibe pocas visitas por lo que resultan perfectas para pasear entre sus muros en solitario. Aquí se respira paz y tranquilidad.La abadía de Dryburgh, fundada en el año 1152, ha sufrido infinidad de incendios y reconstrucciones a lo largo de su historia hasta su destrucción en el año 1544.
Este hermoso lugar fue elegido por Sir Walter Scott como reposo eterno, en una esquina de la abadía se encuentra su tumba.
5. Catedral de Elgin
Las ruinas de lo que fuera una gran catedral en el siglo XIII, son una de las más bonitas de Escocia. La catedral de Elgin se terminó de construir a finales del siglo XIII y desde entonces ha sufrido incendios, ataques y nuevas reconstrucciones hasta que cayó en desuso por completo tras la reforma protestante.
Los restos de piedra, las lápidas salpicando la hierba y la torre que se yergue intacta en un lado del recinto, unido a la niebla tan habitual en estas tierras, confieren al conjunto un aire de misterio que enamorará a cualquier viajero.
6. Abadía de Jedburgh
Las ruinas de la abadía de Jedburgh son una de las más hermosas de Escocia. Los muros y arcos que todavía permanecen en pie forman un conjunto de una belleza espectacular.
La gran abadía de Jedburgh fue fundada en el siglo XI por los agustinos, y sufrió continuos ataques debido a su situación, en la frontera de Escocia e Inglaterra.