Edimburgo, qué ver en la New town y en Dean Village

De los dos días que reservamos a Edimburgo, dentro de nuestro viaje por Escocia, uno lo usamos para ver la Old Town y otro para ver la New Town o ciudad nueva. Precisamente de que ver en la New Town de Edimburgo te hablamos en este artículo, porque es imprescindible visitar ambas zonas para hacerse una idea completa de la ciudad. De esta última zona te hablamos en este articulo.

Para recorrer la New Town de Edimburgo, también declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1995, caminamos hasta el final de la Royal mile, justo donde acabamos el itinerario ayer, en el palacio de Holyrood. Desde aquí, el recorrido a pie de hoy nos llevará por:

Cementerio New Calton
Calton Hill
Princes garden
Monumento a Walter Scott
Princes, George y Queen street
Charlotte square
Dean Village

1.- Cementerio New Calton

Desde el palacio de Holyrood, un corto paseo por una empinada cuesta nos lleva hasta el cementerio New Calton, que cubierto por la niebla y con el cielo gris que hoy cubre Edimburgo tiene un halo de misterio inquietante y atrayente al mismo tiempo. Paseamos por los caminos cubiertos de hierba y salpicados de tumbas y mausoleos. Al llegar al final del cementerio seguimos la carretera que lleva hasta el inicio de la colina de Calton Hill.

Si hacéis alguno de los tours nocturnos de la ciudad Edimburgo, posiblemente visitéis este cementerio al anochecer. Nosotros lo hicimos y fue una experiencia interesante y divertida.

Cementerio New Calton

2.- Calton Hill

Aunque pensamos volver al atardecer, no dejamos pasar la oportunidad de subir hasta la colina para ver las vistas de la ciudad también de día. La subida no cuesta nada y las vistas de la Old town con el castillo a lo lejos y la New town son fantásticas. Lástima que el clima, de momento, no acompaña, aunque es cierto que la niebla le da un aire especial a Edimburgo.

En lo alto de la colina hay 3 monumentos dispares, ninguno de los cuales ha tenido nunca la función para la que fueron construidos.

En un lado se encuentra el Monumento Nacional de Escocia, que se construyó en 1822 a imagen y semejanza del Partenón griego pero que nunca fue acabado. La idea era honrar a los héroes escoceses de las guerras napoleónicas, pero el presupuesto se agotó cuando solo se habían levantado 12 columnas. Ahí está, en medio de la colina, sin ningún uso y sin destacar por su belleza. Por algo lo llaman “la vergüenza de Edimburgo”.

En otro lado de Calton Hill se encuentra el monumento a la victoria de Trafalgar, en honor del almirante Nelson. Allí se instaló una bola del tiempo que marcaba la una del mediodía para que los marineros apostados en las cercanías de la ciudad supieran la hora que era. El único problema es que el “genio” que ideó este sistema no recordó que la niebla cubre Edimburgo muchos días al año por lo que los marineros no podían ver dicha bola. Por ello, este aviso horario se sustituyó por el cañonazo de la una en punto que se dispara desde el castillo de Edimburgo. Es por tanto otro monumento que se construyó para nada.

Y por último, el observatorio municipal, lleno de sofisticados equipos astronómicos para la época en la que fue construido (1818) y que nunca fue usado.

En resumen, tres monumentos que nunca sirvieron para nada, y que ahora son visitados por muchos turistas debido a las magníficas vistas de la ciudad que se disfrutan desde allí.

Después de observar la ciudad desde lo alto del cerro Calton, bajamos colina abajo para dirigirnos hacia la New Town.

New Calton

3.- La New town

Hasta el siglo XVIII, los habitantes de Edimburgo vivían dentro de las murallas de la ciudad vieja. Apenas salían de allí y se agolpaban en edificios que parecían colmenas. La vida se volvió imposible entre los muros de la ciudad. En 1707 se firmó el tratado de Unión con Inglaterra y los muros de la ciudad vieja ya no eran necesarios para salvaguardar la ciudad de un ataque enemigo. Por eso, las clases más adineradas pensaron en buscar otro lugar donde construir sus casas en un ambiente menos insalubre.

En 1766 se convocó un concurso y ganó el proyecto que podemos ver en la actualidad. A partir de finales del siglo XVIII, se drenó el lago donde se habían vertido durante siglos las aguas residuales y los desperdicios de la ciudad y se empezaron a construir los hermosos edificios de esta zona de Edimburgo con amplias avenidas, parques y plazas.

Tras bajar de Calton Hill, comenzamos a andar hasta encontrarnos con el Hotel Balmoral, un imponente edificio al comienzo de la famosa Princes Street, repleta de tiendas a un lado y con unos hermosos jardines al otro. En medio de estos cuidados jardines encontramos el Monumento a Scott.

La old town desde Princes street

√ Monumento a Scott

Es imposible no ver el alto edificio neogótico que se alza en medio de los jardines de Princes street. Inaugurado en 1846, fue construido en honor del escritor Sir Walter Scott, que vivió en la new town algunos años, antes de trasladarse a su casa de Abbotsford, un lugar que merece la pena visitar si vais a las abadías de los borders escoceses.

El esbelto monumento está decorado con estatuas de personajes de las novelas de Scott. Sus 287 escalones conducen a una terraza con magníficas vistas de la new y la old town.

Siguiendo Princes street, nos encontramos en una esquina de los jardines con un bonito reloj hecho de flores y plantas, que se viene haciendo cada año desde 1903.

New town

Monumento a Scott

Reloj floral en Princes garden

√ Princes, Queen y George Street

La new town fue diseñada como una cuadrícula perfecta. Princes street es la primera calle que encontramos nada más bajar de la old town. Sus hermosos edificios fueron construidos frente a los jardines Princes street de manera que siempre disfrutasen de hermosas vistas del castillo y la ciudad vieja. Hoy en día, esta calle es la más animada de la new town, está repleta de tiendas y de gente haciendo compras.

Por debajo de Princes street se encuentra George Street, mucho más tranquila y con hermosos edificios georgianos.

Por último, y frente a otro hermoso jardín, se encuentra Queen street por la que acabamos paseando hasta llegar a Charlotte Square, que se encuentra al final de esta cuadrícula de calles repletas de bellos edificios.

Desde Chalotte square, nos dirigimos hacia el río de Edimburgo, Water of Leith. A lo largo de la orilla de este río Leith se ha acondicionado un paseo de 15 kilómetros donde se pueden encontrar algunos lugares interesantes para visitar como el jardín botánico, la galería de arte moderno o la agradable Dean Village.

Princes street

Jardines de Princes street

4.- Dean village

Al llegar a este pintoresco barrio pensamos que nos hemos trasladado sin darnos cuenta a un pueblo escocés, alejado del bullicio turístico del centro de Edimburgo. Este lugar, cercano a la New town, es un remanso de paz y fue fundado en el siglo XII por los frailes de la Abadía de Holyrood, hoy en ruinas.

Paseamos por la apacible localidad, y nos asombra la espesa vegetación que cubre las orillas del rio Leith. Apenas hay gente, nos cruzamos con algún corredor de la zona y ningún turista.

Desde aquí, volvemos caminando hasta la ciudad vieja a través de sus empinadas callejuelas.