Hacemos una última parada en nuestra ruta por Turquía para ver las ruinas de Pérgamo antes de dirigirnos a Estambul. Esta mítica ciudad, llamada en la actualidad Bergama, alberga dos recintos arqueológicos que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2014, la Acrópolis y el Asclepion. Si bien es cierto que es innegable la importancia de estos lugares, para nosotros fue una visita decepcionante, sobre todo si la comparamos con otras ruinas tan impresionantes como Efeso o Afrodisias.
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Pérgamo: unas pinceladas de historia
La mítica ciudad de Pérgamo fue fundada, según la leyenda, por Pérgamos un personaje de la guerra de Troya, de ahí su nombre. Aunque hayas podido pensado que se llama así por los pergaminos, es justo al revés. En Pérgamo se producía un soporte hecho con piel de animal estirada llamada pergamena, mucho más duradero que el papiro que era vegetal.
La ciudad fue creciendo en importancia y llegó a su máximo esplendor cuando estuvo bajo el gobierno de Filetero, el gobernador de la zona nombrado por Lisímaco de Tracia en el siglo III a.C .De esta época data la acrópolis cuyos restos podemos ver hoy en día.
Los romanos se hicieron con el control de la ciudad en el año 133 a.C y desde entonces Pérgamo se convirtió en una de las ciudades más importantes de Asia Menor. Bajo el gobierno romano la ciudad se convirtió en una gran metrópoli, se construyeron templos, un estadio, un teatro y el santuario de Asclepio.
La ciudad sufrió un grave terremoto en 262 d.C y más tarde fue saqueada cayendo en el olvido.
Qué ver en Pérgamo: visita al Asclepion y acrópolis
Ambas ruinas, Asclepion y la aćropolis están muy separadas una de otra, por lo que es difícil ir caminando (4,5 km y 300m de desnivel). La opción más práctica es llegar en coche, aunque incluso así nosotros tuvimos problemas para movernos por Bergama porque hay muchas callejuelas estrechas en el casco antiguo por las que es difícil moverse.
Si no dispones de coche y estás visitando la zona, puedes reservar una excursión a Pérgamo desde Esmirna.
Nosotros decidimos visitar primer el Asclepion y más tarde la Acrópolis. Pero vayamos por partes.
1.-Asclepion o santuario de Asclepio
– Pincelada histórica
En la antigua Grecia el culto al dios Asclepio se hizo muy popular. Había templos sagrados llamados Asclepion que estaban dedicados a la curación en el que trabajaban sacerdotes. Uno de los más famosos fue el Asclepion de Epidauro.
El Asclepion de Pérgamo fue unos de los centros sanitarios más importantes del Imperio romano. Contaba con biblioteca, salas de reposo, baños, e incluso un pequeño teatro.
El diagnóstico se realizaba interpretando los sueños que tuviera el enfermo y entre los tratamientos estaban los baños con barro o hierbas, reposo y baños de sol. Aunque hoy en día nos parecen prácticas poco científicas y cuando menos curiosas, este centro se hizo famoso en todo el mundo antiguo, sobre todo a raíz de que el famoso médico Galeno comenzara a trabajar aquí.
Galeno nació en Pérgamo, pero estudió en Grecia, Alejandría y Asia Menor. Volvió a su ciudad natal para ser médico de los gladiadores de la Arena. Sus conocimientos sobre el sistema nervioso y circulatorio le valieron la fama, el reconocimiento e hicieron que Asclepion creciera y se hiciera famosa en el mundo antiguo.
– Qué ver en el Asclepion de Pérgamo
Dejemos la historia de lado y empecemos el recorrido por las ruinas de Asclepion de Pérgamo.
Nada más entrar una avenida con el suelo empedrado nos conduce hasta el centro de las ruinas. Esta avenida (vía Tecta) conserva algunas columnas y es uno de los lugares más vistoso de Asclepion.
Llegamos al santuario, lugar donde se interpretaban los sueños y los enfermos descansaban y eran tratados con barro y ungüentos. La realidad es que hoy en día apenas quedan unas piedras en pie que difícilmente pueden reconocerse como algo más que un edificio cualquiera.
El resto de ruinas son similares al santuario, quedan restos de paredes en pie y los carteles nos van indicando a que estaba destinada cada estancia.
En resumen, aunque no negamos la importancia histórica del Asclepion, las ruinas no son muy atractivas visualmente. En menos de una hora hemos recorrido lo principal del recinto y nos dirigimos hacia la Acrópolis.
– Notas prácticas para visitar el Asclepion
- Asclepion está ubicado en las afueras de Bergama, muy alejado de la Acrópolis
- Ubicación del Asclepion (aquí)
- Hay un parking gratuito en la puerta
- Visita de pago. Si tienes el Museum Pass, la entrada está incluida
- Tiempo de visita: menos de una hora
2.- Acrópolis de Pérgamo
Es innegable la ubicación espectacular de la Acrópolis en lo alto de una colina. Para llegar hasta ella hay que subir en coche por una carretera empinada y estrecha pero bien asfaltada. Otra opción es dejar el coche en la parte baja de Bergama y tomar el teleférico que sube hasta las ruinas. Pero el teleférico es caro y hay que pagar el parking de abajo igualmente. Si tienes una caravana (está prohibido subir con ella hasta la parte alta) tendrás que usar el teleférico obligatoriamente, o subir andando que debe de ser extenuante.
Nosotros subimos en coche y aparcamos en la puerta de acceso a las ruinas. Tras enseñar el Museum Pass subimos por una rampa hasta la zona principal del recinto arqueológico. En teoría hay unas marcas azules que indican el recorrido por lo más interesante de la zona, pero es complicado encontrar los puntos y seguirlos. Así que hacemos una visita un poco anárquica que comienza en el ágora superior, en el que hay tres lugares destacables:
–Altar de Zeus
Este altar estaba cubierto con espectaculares frisos pero en la actualidad no quedan nada más que los cimientos. El resto se lo llevaron en el siglo XIX hasta Berlin y hoy se puede ver en el fabuloso museo de Pérgamo de la ciudad alemana.
– Teatro Helenístico
Para llegar al teatro pasamos bajo un techo abovedado que parece un túnel. Al llegar nos sorprende la ubicación del teatro, colgado por completo en la ladera de la montaña. Da un poco de vértigo estar en las gradas superiores y sobre todo bajar los peldaños hacia la escena porque la sensación es que si resbalas vas a caer irremediablemente hasta la base de la montaña. Los griegos aprovecharon la forma de la colina para construir este teatro que albergaba hasta 10.000 espectadores.
– Templo de Trajano
Construido durante los reinados de Trajano y Adriano para venerar a estos emperadores y al dios Zeus. Son los únicos restos de un edifico romano que quedan en la Acrópolis y no queda demasiado. Las altas columnas de mármol denotan la majestuosidad que debió de tener en la antigüedad aunque ahora no se vea apenas nada.
En esta zona estaba la gran biblioteca, la segunda en importancia en la antigüedad después de la de Alejandría, de la que tampoco queda nada reconocible.
Paseamos entre los muros y restos de edificios, pero sin saber muy bien a qué estaba destinado cada uno. Decepcionados por la visita, ya que realmente lo que se puede ver en Pérgamo es muy poco y poco reconocible, nos dirigimos hacia la salida y tomamos rumbo a Estambul.
– Notas prácticas para visitar la acrópolis de Pérgamo
- Se puede subir en coche hasta la puerta (no en autobús ni caravanas) o en teleférico (aquí tienes la localización)
- Ubicación de la acrópolis de Pérgamo (aquí)
- Hay un pequeño aparcamiento en la puerta de la acrópolis
- Visita de pago, incluida en el Museum Pass
- Tiempo de visita: menos de una hora
- En nuestra opinión no es una visita imprescindible en un viaje por Turquía
Hola! Muy bueno el post sobre Pergamo! Te pregunto, cuanto tiempo crees que me tomará recorrer la totalidad de las ruinas de Pergamo?
Te lo agradeceré!
Cada una de las dos partes puedes visitarla en menos de una hora. Si a eso le sumas el traslado…cuenta con 2-3 horas para ver Pérgamo.
Un saludo