Nuestro viaje en coche por Corea nos lleva hacia el sur del país. Después de haber visitado dos lugares Patrimonio de la humanidad el primer día de ruta, el templo de Magoksa y la fortaleza Gongsanseong, llegamos a Jeonju. En esta gran ciudad hay una zona de casas tradicionales o hanoks, la mayoría de las cuales se han convertido en hoteles, tiendas y restaurantes. Se trata de la Jeonju Hanok Village, un lugar interesante para pasear por callejuelas que te transportan a otra época de Corea.
Jeonju Hanok village o aldea tradicional de Jeonju
Llegamos a Jeonju por la noche, y la aldea tradicional está casi desierta. Apenas un par de restaurantes están abiertos y no hay gente paseando por las calles. Al día siguiente una intensa lluvia hace su aparición y nos acercamos a la zona de hanoks en coche para intentar disfrutar en lo posible de la visita. Aparcamos a la entrada del Jeonju Hanok village en un parking (no gratuito, cobran por horas).
Paseamos casi en solitario por los callejones con decenas de hanoks. Algunos turistas se han atrevido a vestirse con el traje tradicional coreano, el hanbok, para intentar hacerse fotos por la zona. Tarea un poco complicada hoy debido a la lluvia que no cesa.
La Jeonju Hanok village no es lo que uno se imagina al hablar de “aldea tradicional”. En realidad, esta zona de Jeonju ha sido reconstruida en época reciente, aunque siguiendo la tradición a la hora de construir las casas.
La ciudad de Jeonju es una ciudad moderna, con altas edificaciones y amplias avenidas. La aldea tradicional está en medio de esta vorágine de vida moderna y aunque sea una especie de “parque temático” es agradable pasear por sus callejuelas para hacerse una idea de lo que era una ciudad tradicional en otra época. Las casas o hanoks, con sus tejados a cuatro aguas de tejas grises y sus paredes de madera y barro (hoy cemento y ladrillo) son realmente bonitas.
Omokdae, la mejor vista de Hanok village
Nos dirigimos hacia la que, sin duda, es la mejor vista panorámica de la aldea tradicional, Omokdae. Se trata de un pequeño montículo cubierto de vegetación situado en el lado oeste de la Jeonju Hanok Village. Se puede llegar hasta la cima por cualquiera de los senderos que tiene, perfectamente acondicionados para subir incluso lloviendo. Desde Omokdae se tiene una vista fantástica de los tejados de los hanoks y las calles de la aldea tradicional de Jeonju.
Nos gustaría poder dedicarle algo más de tiempo a otros lugares de interés de Jeonju como la puerta Pungnammun que es la única que queda en pie de las murallas que protegían la ciudad. Y la catedral de Jeongong, la iglesia católica más antigua de Jeonju, de 1914. Pero la lluvia ha alterado un poco nuestros planes y no disponemos de más tiempo.
Volvemos al coche y seguimos nuestro recorrido hacia el sur de Corea. Nos esperan dos lugares realmente sorprendentes, el templo de Unjusa y los fascinantes campos de té verde de Daehan Dawon en Boseong.
Dónde dormir en Jeonju
En la zona de hanoks de Jeonju hay decenas de casas convertidos en pequeños hoteles. Estos alojamientos mantienen el estilo tradicional. Las habitaciones, con futones en lugar de camas, se distribuyen alrededor de un patio abierto. Si llegas con coche a Jeonju, asegúrate de que el hotel tenga parking, ya que en la zona no se puede aparcar bien.
Si prefieres alojarte en la ciudad, te recomendamos el Hotel Barahan Jeonju, un «hotel del amor» elegante, con habitaciones grandes y magníficas. Está situado a unos 3 kilómetros de la Hanok village. Tienen parking gratuito.