Llegamos a la enorme y animada ciudad de Busan un domingo por la mañana. Comenzamos nuestro recorrido de 3 días por Busan en uno de los lugares más conocidos y visitado de la ciudad, el templo Haedong Yonggungsa. Este templo budista es famoso por estar en un acantilado frente al mar, algo poco habitual en Corea del sur.
Al llegar allí somos conscientes de lo famoso que es Haedong Yonggungsa al ver una marea de gente invadiéndolo todo. Al organizar nuestra visita a Busan no hemos contado con los turistas coreanos que salen en masa los fines de semana a recorrer todos los puntos del país.
Templo Haedong Yonggungsa de Busan (해동용궁사)
El templo budista está situado en un entorno fantástico. Ubicado al borde de un acantilado y de un mar que rompe con fuerza bajo los pabellones de madera. El lugar es quizás lo que confiere a Haedong Yonggungsa su fama, porque el resto del templo no es, en nuestra opinión, de los más bonitos ni más grandes que puedes ver en un viaje a Corea del sur.
Después de haber visitado templos majestuosos como Tongdosa, muy antiguos como Magoksa, o situados en bosques de ensueño como el templo Seonamsa, el templo de Busan nos decepciona un poco. Quizás también debido a la gran cantidad de gente que hay por todos lados.
Haedong Yonggungsa fue fundado en el año 1376, pero como la mayoría de los templos coreanos, fue incendiado durante una de las invasiones japoneses. En 1930 fue reconstruido tal y como lo vemos hoy en día.
Visita del templo
Aunque el templo abre a las cinco de la mañana, es bastante más tarde cuando llegamos con nuestro coche hasta Haedong Yonggungsa. Aparcamos en un gran parking a la entrada del templo. Aunque la entrada al recinto religioso es gratis, el aparcamiento es de pago.
Nos dirigimos hacia la templo sorteando una marea de gente. La calle que conduce a Haedong Yonggungsa está repleta de tiendas de recuerdos, puestos de comida y sobre todo ¡¡ cientos de coreanos !!
Cuando dejamos atrás las tiendas podemos ver figuras de piedra que representan a los 12 signos del zodiaco asiático. Al llegar a la entrada del templo traspasamos una especie de cueva y descendemos los 108 escalones de piedra que conducen a las salas de oración. Tenemos que bajar las escaleras muy despacio, siguiendo la larga fila que se ha formado. Al llegar al fotogénico puente sobre el mar que separa dos partes del templo la fila se para y es casi imposible continuar porque todo el mundo quiere hacerse una foto en el puente.
Nos dirigimos hacia la izquierda para llegar a la parte más baja del templo y desde la que se tiene una vista magnífica de todo el complejo budista. Al volver hacia el fotografiado puente de Haedong Yonggungsa nos dirigimos a los pabellones que quedan al otro lado.
Después de unos 30 minutos recorriendo el templo, desandamos el camino y nos dirigimos hacia el coche. Nuestra siguiente parada es la playa de Songjeong, que está situada a pocos kilómetros de aquí.
Dirección del templo: 86 Yonggung-gil, Gijang-eup, Gijang-gun, Busan, Corea del Sur (aquí en Google Maps)
Playa Songjeong (송정해수욕장)
Esta conocida playa de Busan está invadida de surferos cuando llegamos. Aunque no hay olas muy grandes, cientos de bañistas con trajes de neopreno y tablas flotan en el agua en espera de que el mar se anime.
La playa de más de un kilómetro de largo tiene una blanca y fina arena. Muchos habitantes de Busan han salido hoy domingo a pasear por Songjeong y apenas hay sitio para dejar el coche. No queremos imaginarnos como estará la playa en plena época estival.
Abandonamos Songjeong después de un corto paseo por la playa y nos dirigimos hacia una de las más famosas playas de Busan, la playa de Haeundae.
Puedes conocer este templo durante una visita guiada por Busan