La aldea cultural de Gamcheon en la ciudad de Busan (Corea del Sur) es en ocasiones denominada como el Machu Picchu asiático, el Santorini de Corea o Villa Lego. Aunque todos esos sobrenombres son bastante exagerados, es innegable que el barrio de Gamcheon o Gamcheon Culture Village es un lugar curioso, interesante y muy divertido de recorrer. El antiguo barrio marginal de Gamcheon, gracias a las pinturas y obras de arte callejeros, se ha convertido en uno de los puntos más atractivos de Busan.
Aldea cultural Gamcheon (Gamcheon culture village, 부산 감천문화마을)
Esta zona no era ninguna atracción turística hace una década. En el barrio de Gamcheon vivía parte de la población más desfavorecida y pobre de Busan. Sin embargo, en 2009 el ayuntamiento de la ciudad decidió cambiar radicalmente el aspecto de la aldea, llenándola de obras de arte callejero, murales, coloridas pinturas y curiosas figuras.
Cómo llegar a Gamcheon culture village
La mejor manera de llegar a Gamcheon es en unos microbuses que suben hasta la parte más alta del barrio. Después de hacer el recorrido por Gamcheon, terminas en la parte baja del barrio, pero se puede volver al centro de Busan en esos mismos autobuses (Líneas 1-1, 2 y 2-2). Estas líneas de autobus paran cerca de las estaciones de metro Jagalchi y Toseongdong.
Ir a Gamcheon en coche es complicado, ya que no se puede aparcar en la calle. La única opción es dejar el auto en un parking privado que hay en lo alto del barrio (frente a la oficina de turismo). Pero si vas en coche, tras hacer el recorrido por Gamcheon tendrás que regresar por empinadas cuestas hasta el punto de partida.
Recorrido por el barrio cultural de Gamcheon
Llegamos a Gamcheon a primera hora de la mañana. Hace un sol perfecto para recorrer el barrio disfrutando de su colorido. El autobús nos deja en lo alto de Gamcheon, muy cerca de la oficina de turismo. Antes de entrar en la oficina para comprar el mapa de la aldea cultural, nos acercamos al mejor mirador que se encuentra a pocos metros. Desde aquí las vistas son fantásticas y el momento perfecto ya que por la mañana el sol ilumina las casas de colores.
Unas cuantas fotos más tarde, nos dirigimos a la oficina de turismo y compramos por pocos KRW el mapa con los distintos recorridos que pueden hacerse por la aldea. Se puede hacer una ruta corta de aproximadamente 1 hora, o bien la ruta completa de 2 horas que es, por supuesto, la que nosotros elegimos.
Al principio del recorrido hay mucha gente. Pero poco a poco las multitudes van desapareciendo y en algunos momentos paseamos casi solos por las callejuelas empinadas y las estrechas calles del barrio.
El recorrido no tiene pérdida, incluso aunque no lleves el plano. Está todo bien marcado con unos peces de madera fijados en las paredes y que van marcando el camino. El plano es sobre todo útil para encontrar los murales más interesantes, las pinturas más divertidas o las figuras más fotogénicas. En algunos puntos vemos largas filas de jóvenes esperando a hacerse fotos. Uno de estos puntos es donde se encuentra la figura del Principito.
Deambulamos por Gamcheon disfrutando de su colorido hasta llegar a la parte baja de la aldea. Allí, frente a un bonito mural hecho con trozos de madera que ocupa toda una fachada, está la parada del autobús que nos devuelve al centro de Busan.
Y recuerda, Gamcheon es un barrio residencial. Aquí vive gente, por lo que es importante respetar la vida de los vecinos. No gritar, no entrar en zonas marcadas como privadas y no colarse en casas ajenas.
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