Corea del Sur cuenta con 14 lugares declarados Patrimonio de la humanidad por la Unesco. Muchos de ellos son tan diferentes y únicos que no podrás ver algo parecido en ningún otro país del mundo. En nuestro viaje en coche por Corea del Sur visitamos gran parte de estos lugares y de ellos os hablamos en esta entrada. Así tendréis una opinión de primera mano para valorar si los incluis en vuestro viaje a Corea.
1. Tripitaka coreana en el templo Haeinsa
El templo de Haeinsa es probablemente uno de los más visitados de Corea. Por esta razón, dudamos de si incluirlo en nuestra ruta, pensando que podía ser muy turístico y menos interesante que los tranquilos templos de montaña que habíamos visitado. Pero Haeinsa no solo es un templo con mucha actividad. También guarda en su interior un tesoro inigualable y único, la tripitaka coreana.
La tripitaka coreana es la más completa colección de textos budistas que se conserva en el mundo, grabada en más de 80.000 bloques de madera. Los visitantes solo pueden ver las tablillas de madera a través de las rendijas de las ventanas del pabellón donde están protegidas. Pero, incluso así, la visita merece la pena con solo imaginar la maravilla que guarda dicho pabellón.
Haeinsa fue declarado Patrimonio cultural de la humanidad en el año 1995, y con razón ya que un tesoro así es necesario preservarlo.
2. Santuario de Jongmyo en Seul
El santuario de los reyes de la dinastía Joseon (siglos XIV al XIX) se encuentra en el centro de la ciudad de Seul, cerca de algunos de los palacios reales más bellos de la ciudad. En dicho santuario tenían lugar las ceremonias y rituales de la familia real. Pero el santuario original fue destruido durante una de las invasiones japonesas, siendo reconstruido en el siglo XVII tal y como podemos verlo hoy en día.
Este es uno de esos lugares que nos decepcionó un poco ya que todos los pabellones están cerrados al público y solo pueden verse desde el exterior. Aunque el santuario tiene un gran valor histórico y en él se celebra cada año un importante ritual, la realidad es que de todo eso se ve muy poco. La Unesco quiso preservar todos los elementos que configuran el santuario, no solo los edificios que lo componen sino tambien la música y la danza que forman parte de los rituales.
3. Templo Bulguksa y gruta Seokguram
El templo Bulguksa se encuentra en las afueras de la ciudad de Gyeongju y es uno de los más hermosos del país. También es uno de los más masificados, ya que en ninguno encontramos tanta gente a primera hora de la mañana como en éste. Pero, incluso con tantos turistas invadiendolo todo recorrer Bulguksa es una de las visitas imprescindible que hay que ver en Corea.
El templo es considerado una obra maestra del budismo coreano y por ello no es de extrañar que fuera declarado Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1995 junto con la gruta Seokguram que alberga una imagen de Buda.
4. Palacio de Changdeokgung en Seul
Seul es fascinante y uno de los lugares imprescindibles que ver en la ciudad es el Palacio de Changdeokgung, construido por la dinastía Joseon. Durante la visita a este complejo palaciego paseamos por los pabellones donde discurría la vida y el gobierno de los reyes Joseon. Pero además, Changdeokgung tiene otro tesoro oculto y es el jardín secreto. Un remanso de paz en medio de la moderna ciudad de Seul.
5. Fortaleza de Hwaseong en Suwon
En medio de la vorágine de la moderna ciudad de Suwon, permanece en pie la gran muralla construida por un rey de la dinastía Joseon en el siglo XVIII. Esta fortaleza es una buena muestra de las construcciones militares coreanas presentes en otros muchos lugares del país. Las murallas de Hwaseong tienen 5.744 metros de perímetro que pueden recorrerse en su totalidad. A lo largo del camino se tienen buenas vistas de la ciudad mientras se recorren las torres de guardias, las puertas de acceso y algunos pabellones.
Para acceder al interior de la fortaleza Hwaseong lo mejor es hacerlo por la puerta Paldalmun, que conserva su forma original intacta.
6. Dólmenes de Gochang, Hwasun y Kanghwa
Este es uno de los lugares Patrimonio de la Humanidad que no pudimos visitar por falta de tiempo y por estar algo alejados de nuestra ruta prevista.
Los dólmenes, grandes monumentos de piedra levantados en la antigüedad, pueden verse en muchos países de Asia y Europa. Corea del Sur es uno de los países con más dólmenes del mundo.
En Gochang hay casi 500 dólmenes catalogados por la Unesco, en Hwasun cerca de 600 y en Ganghwa 150. Los números bastan por sí solos para entender la magnitud de estas zonas arqueológicas.
7. Zonas históricas de Gyeongju
La ciudad de Gyeongju es una de las más visitadas de Corea, y es fácil de entender después de haberla conocido. Los vestigios de la época Silla (57 aC hasta el 935 dC) están presentes en cada rincón de la ciudad.
Los túmulos funerarios cubiertos de hierba son uno de los lugares que más nos sorprendieron en nuestro viaje por Corea del Sur. En ningún país del mundo hemos visto algo parecido. Las tumbas de Gyeongju que pertenecen a reyes y nobles de la dinastía Silla son de un sencillez sorprendente pero de una belleza tal que animan a recorrerlas una y otra vez.
8. Isla volcánica y chimeneas de lava de Jeju
Aunque la volcánica isla de Jeju fue una pequeña decepción, tenemos que reconocer que hay un par de lugares en la isla que son únicos en el mundo. El pico Ilchulbong del monte Seongsan formado hace miles de años tras una erupción de un volcán submarino y los tubos de lava de Manjanggul que se formaron por la lava al enfriarse. Dos espectáculos de la naturaleza protegidos por la Unesco junto al Parque nacional del monte Hallasan.
9. Tumbas reales de la dinastía Joseon
Estas tumbas pertenecen a reyes y reinas de la dinastía Joseon. Las 40 tumbas protegidas por la Unesco están repartidas por un área muy amplia alrededor de la capital de Corea del Sur, Seul. Algunas de estas tumbas se hayan en medio de la ciudad, en barrios tan modernos como Gangnam. Guardan cierto parecido con las tumbas de Gyeongju, aunque éstas últimas son más impresionantes.
Visitar estas tumbas no es sencillo, porque están alejadas unas de otras y algunas tienen un acceso complicado en transporte público. Y la pena es que muchas de ellas solo pueden verse de lejos, con lo que es difícil distinguir la belleza de las estatuas que las rodean.
El mejor sitio para disfrutar de estas tumbas tan peculiares es el área de Donggureung. Allí hay 17 túmulos funerarios y además se puede ascender hasta una de las tumbas para ver todos los detalles de cerca.
10. Aldeas históricas de Corea: Hahoe y Yangdong
Estas aldeas son dos ejemplos de los antiguos pueblos tradicionales coreanos de los siglos XIV y XV, y aunque son algo diferentes entre sí, las dos son interesantes.
En la aldea Yangdong predominan las grandes casas de tejados de tejas pertenecientes a la nobleza coreana, repartidas en pequeñas colinas al lado del río.
La aldea Hahoe en Andong, se extiende a lo largo del río en un bonito valle rodeado de campos de arroz. En esta aldea se pueden ver las casas más lujosas de los nobles y otras pertenecientes a los plebeyos, reconocibles por sus tejados de paja.
Ambas aldeas, Yandong y Hahoe, siguen estando habitadas hoy en día.
11. Fortaleza de Namhansanseong
No pudimos visitar esta fortaleza cercana a Seul por falta de tiempo. Pero teniendo en cuenta que era la muralla de protección de la capital de la dinastía Joseon imaginamos que será grandiosa. La Unesco decidió incluirla en el patrimonio Cultural de la humanidad por las técnicas de construcción que se emplearon en ella.
12. Areas históricas de Baekje
La cultura Baekje se desarrolló en la zona suroeste de Corea desde el siglo 18 aC hasta el año 660 dC. Las áreas históricas de Baekje fueron incluidas en la lista de la Unesco en 2015, para proteger los restos de una de las culturas más antiguas de Corea.
Hay muchos vestigios históricos de este período pero entre todos destacan las tumbas y túmulos funerarios reales y la fortaleza Gongsanseong que tuvimos la suerte de visitar en pleno festival de la cultura Baekje.
13. Los Sansa o monasterios budistas de las montañas de Corea
El 70% del territorio de Corea del sur está cubierto por bosque. Y en el país hay cientos de templos budistas. Así que es fácil entender porque la Unesco decidió elegir 7 templos de las montañas para ser declarados Patrimonio de la Humanidad en 2018. Estos siete templos son: Tongdosa, Buseoksa, Bongjeongsa, Beopjusa, Magoksa, Seonamsa y Daeheungsa.
De los 7 templos de montaña, visitamos 5 durante nuestra ruta en coche por el país. Cada uno de ellos diferente, pero todos de gran valor cultural e histórico. Además, todos los templos están ubicados en un entorno boscoso que les confiere un aire de tranquilidad y paz muy acorde con su función de retiro y meditación budistas.
14. Seowon, las academias neoconfucionas coreanas
El último de los lugares de Corea designado Patrimonio de la humanidad han sido los Seowon, nombre que corresponde a las academias neoconfucianas que datan de la dinastía Joseon. En 2019, nueve seowon fueron incluidas en la lista de la Unesco.
Las Seowon eran instituciones dedicadas tanto a la enseñanza tradicional como a la espiritual. En ellas cobraba gran importancia el contacto con la naturaleza, de ahí su estructura en forma de pabellones en medio de paisajes de gran belleza que recuerdan mucho a los templos budistas del país.