Nuestro viaje por libre por Irán continua y tras visitar Kashan toca ir a Isfahan. Para ello organizamos el recorrido con un taxista que nos ofrece ir de Kashan a Isfahan (210 km) visitando los alrededores de Kashan (el jardín Fin, el mausoleo Aran Va Bigdol y el mausoleo de Ebrahim). De camino a Isfahan pararemos en el pueblo rojo de Abyaneh patrimonio de la humanidad y la mezquita de Natanz, una de las más antiguas de Irán. Como veis un día muy intenso de casi 9 horas de excursión que os contamos ahora con detalle.
1.- Mausoleo Immanzadeh Helal Ali o mausoleo de Aran Va Bidgol
Tras recogernos en nuestro hotel de Kashan nos dirigimos hacia Aran Va Bidgol, un pequeño pueblo a 12 km al noreste de Kashan. Allí paramos a la puerta del mausoleo Immanzadeh Helal Ali, aunque todo el mundo lo conoce como el mausoleo de Aran Va Bidgol.
Como es un mausoleo, Ana tiene que enfundarse su chador para poder entrar. Nada más traspasar la puerta nos topamos con un patio enorme y con una fuente para las abluciones masculinas previas al acceso a la parte más santa del recinto. Al fondo del patio nos observa el mausoleo con sus minaretes gemelos y una bonita cúpula decorada con azulejos azules, turquesas y ocres. Pero lo que nos llama la atención es el iwan adornado con centenares de piezas metálicas brillantes y resplandecientes. En parte nos recuerda al que vimos en el mausoleo de Fatima en Qom, aunque aquel era más bonito.
Accedemos al interior del mausoleo pero ya de forma separada hombres y mujeres, éstas con chador. En el interior tampoco nos juntamos ya que una cortina separa ambos sexos, aunque la visita dura poco tiempo ya que por dentro muestra una aspecto similar a cualquier otra mezquita, sin nada más que nos llame la atención.
〉 Las mujeres necesitan chador (te lo prestan). Tiempo de visita : unos 30 minutos
2.- Mausoleo Emamzadeh Ebrahim
Tras unos pocos minutos en coche, regresamos hacia Kashan y llegamos a nuestro segundo mausoleo el de Emamzadeh Ebrahim. Se trata de un minúsculo mausoleo con una cúpula poligonal y puntiaguda, algo inhabitual aunque no único.
Ana nuevamente tiene que ponerse el chador (es obligatorio en los mausoleos de todo Irán) y accedemos al interior, esta vez todos juntos. El lugar es tan pequeño que puede visitarse en 10 minutos, pero sin olvidar levantar la cabeza para ver las bonitas pinturas del techo que cubre la pequeña sala donde descansan los restos de Ebrahim.
Como coincidimos con la hora del rezo, nos invitan a sentarnos mientras una docena de fieles de avanzada edad cantan sus plegarias frente a los restos de Ebrahim.
〉 Las mujeres necesitan chador. Tiempo de visita: 10-15 minutos
3.- El jardín Fin o Bagh-e Fin
Ya de nuevo en el taxi nos dirigimos al jardín Fin o Bagh-e Fin («jardín» en farsi se dice «Bagh-e»). Está a solo 9 km al suroeste del centro de Kashan.
Se trata de un jardín diseñado en el siglo XVI en el reinado de Shah Abbas I (período safávida) aunque sobre otro edificio anterior del siglo X.
Nada más entrar nos esperan una serie de fuentes flanqueadas por cipreses centenarios y otros árboles, que proporcionan una sombra que se agradece en estos límites del desierto.
Al fondo un edificio abierto preside el jardín. Accedemos a él y nos sorprenden una serie de techos pintados, que están restaurando o mejor dicho están pintando de nuevo. Por ello lo vimos todo lleno de andamios, lo que pudo contribuir a que no nos gustase tanto como esperábamos.
De regreso hacia el jardín arbolado, entramos en el hamman, como llaman al baño tradicional. Este baño, ya en desuso, dispone de varias habitaciones pero tan solo se conservan la parte inferior de los ladrillos…por lo que al haber visto los fantásticos baños Sultan Amir Ahmad, estos nos decepcionaron enormemente.
El jardín o Bagh-e Fin es desde 2011 patrimonio de la humanidad de la UNESCO, pero no de forma única, sino junto con otros 8 jardines más bajo el nombre común de “El Jardín Persa”.
A pesar de ello a nosotros nos decepcionó y creemos que el mejor jardín persa es el Bagh-e Shazdeh en Mahan, cerca de Kerman…aunque todo va en gustos.
〉 Visita de pago. Tiempo necesario: 45 minutos (sin prisa)
4.- Abyaneh, el pueblo de las casas rojas
Tras visitar el jardín Fin, nos esperan 80 kilómetros de carretera hasta llegar a Abyaneh, un pueblo a los pies del monte Karkas (3890m) que ha sido declarado patrimonio de la Unesco por ser un lugar único, no solo por la arquitectura de las casas de color rojo, sino también por la lengua que se habla (Parthian Pahlavi) y por las ropas de vivos colores con las que visten las mujeres. Esta vestimenta es exclusiva de esta zona y contrasta con el color negro de los chador que predominan en gran parte de Irán.
Antes de acceder al pueblo, en medio de la carretera, tenemos que pagar la entrada de 100.000 riales por persona.
Abyaneh, encaramado en la ladera de una pequeña colina, está formado por casas arcilla de color rojizo lo que le confiere un aspecto muy distinto a otras poblaciones iranies. Hoy en Abyaneh viven menos de 300 personas, lo que por un lado ha permitido que no se construyan edificios de ladrillo, pero por otro es previsible que en unos años Abyaneh sea un pueblo semifantasma.
Para tener una visión general de Abyaneh, y una buena foto panorámica, nos separamos del pueblo y subimos hasta las ruinas de un castillo que hay justo enfrente. No hay pérdida porque es visible desde cualquier punto. Desde allí observamos Abyaneh en su conjunto.
Luego regresamos al pueblo y recorremos tranquilamente la calle principal que pasa por los principales puntos de interés. Bonitos rincones formados por casas rojizas, estrechos callejones y una mezquita que tiene una cúpula puntiaguda poligonal decorada en colores verde turquesa, negro y blanco. En cambio, en el interior del recinto religioso no hay nada interesante, salvo varias capillas con fotos de los jóvenes fallecidos en la guerra de Irán-Irak.
Más allá de la calle principal no hay mucho más por lo que regresamos al coche tras poco más de 2 horas de visita (entre el pueblo y el punto panorámico)
〉 Visita de pago. Tiempo necesario: unas 2 horas.
5.- Mezquita de Natanz
Tras tomar un té y algo de comer salimos hacia Natanz. En los 40 km que la separan de Abyaneh llama la atención la existencia de algunos puestos de vigilancia militar con batería antiaérea incluida. Estamos en zona de centrales nucleares. Pero no es lo que hemos venido a ver a esta zona, a Natanz vamos para ver una de las mezquitas más antiguas de Irán.
La mezquita de Natanz posee una bonita puerta de entrada con azulejos de colores, un minarete y una curiosa cúpula puntiaguda y poligonal. Es la tercera cúpula que vemos de este tipo en un solo día.
Por fuera la mezquita es curiosa, pero en el interior (de pago) los únicos restos que quedan se resumen en unas minúsculas pinturas antiguas, por lo que merece poco la pena.
〉 Vista de pago. Tiempo de visita: 15 minutos
6.- Isfahan
Tras visitar Natanz, solo nos quedan 135 kilómetros de nuestro recorrido de Kashan a Isfahan. Luego estaremos en Isfahan 3 días, porque la ciudad tiene mucho que ver, como os contamos en otros post.